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—ya vas a contarme por qué llorabas el otro día? —preguntó el rubio con su brazo sobre los hombros del menor, mientras este tenía su cabeza recargada en su hombro.

—mmm, cosas mías... Tontas a decir verdad.

—hey, nada que te haga sentir mal es tonto, puedes decirme lo que sea, lo sabes ¿verdad?

Lee levantó la cabeza y lo miró a los ojos para después asentir.

—lo se... Gracias. —le regaló una sonrisa pequeña.

—no hay de que, precioso, puedes confiar en mi.

—y tu en mi, si?

—eso también lo se. —le sonrió y tomando su mentón entre sus dedos lo acercó a el para dejar un suave beso en sus labios.

—oye ¿ya sabes que vas a tatuarme?

—qué? Se supone que elija yo?

—claro! Lo dejaré en tus manos, confío en ti y en el gran artista que eres.

—mmm, me alagas bebé, pero y si hago algo que no te gusta?

—estoy seguro de que lo amaré!

—bien, oye, tus padres lo saben?

—ah... No? Pero no importa! No habrá problema.

—ah no, al menos de que tengas permiso de tus padres no puedo hacerte un tatuaje. —dijo serio.

—qué!? Vamos Jackson! Mis padres ni en un millón de años aceptarían que me haga un tatuaje, por favor...

—Lee...

—anda, no se van a enterar. —abultó sus labios formando un puchero.

—no trates de convencerme con esa carita, Lee. No funcionará.

—seguro? —preguntó con voz de niño pequeño mientras se acercaba un poco más al rubio.

—seguro.—respondió firmemente.

—ay, bien. —se cruzó de brazos y se sentó al lado de Jackson.

—oh vamos ángel, no te enojes. —dijo sentándose frente a el para tomar su rostro entre sus manos y levantarlo para que lo viera.

—no, ya no quiero nada. —cerró los ojos y giró su cabeza hacia un lado.

—ángel, si tus padres te ven llegando a casa con un tatuaje te matarán... Y después me matarán a mi, ni siquiera me conocen y ya saben que no soy bueno para ti, no quiero darles más razones. —acarició su mejilla mientras hablaba.

Lee abrió los ojos y frunciendo el ceño lo miró.

—no digas eso Jackson, que no eres bueno para mi.

—es verdad, ángel, prefiero no seguir ganandome su odio.

—oh vamos! Si tu eres genial! Y si no les agradas es porque todavía no te conocen! No pueden juzgarte sin conocerte.

—creo que si pueden, de hecho ya lo hicieron y acertaron.

El rostro de Lee se convirtió en uno totalmente serio.

—qué?

—es que... A veces pienso que no quieres estar conmigo. —dijo formando una mueca con sus labios para después apartar la mirada del mayor.

—qué? Por qué dices eso? No es verdad.

—porque siempre dices que no eres para mi, que no eres bueno, que no eres suficiente... No es una excusa para que me aleje? Porque si eso quieres...

Sweet Pain | Gay |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora