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—Shane... Tu crees que si le pido a Lee ser mi novio acepte? Digo, no es muy pronto o...

—no! No lo creo.

Las cejas del rubio se levantaron con una expresión asustada.

—n-no crees que acepte?

—no! Idiota, que no creo que sea pronto. Creo que tienen ya algo de tiempo de conocerse, y bueno, si la conexión es tan buena entre ustedes, y ambos se gustan ¿por qué esperar?

Jackson sonrió y asintió.

—tienes razón... Oye, tengo que hacer algo, creo que ya solo vendrá una chica por un retoque, te molesta hacerlo tu?

—no, no te preocupes, ve por el.—Shane le sonrió tratando de tranquilizarlo, y parece que funcionó porque Jackson soltó todo el aire retenido en sus pulmones.

—bien, gracias hermano, te veré luego!

—claro, suerte!

[🤍]

Con la rosa siendo tomada cuidadosamente en su mano derecha, Jackson subía hasta la ventana de Lee. Cuando por fin llegó, notó que estaba entreabierta, por lo que no tuvo mayor problema para ingresar, colocando la rosa en la ventana, observó todo a su alrededor.

La cama con colchas y sabanas blancas, llena de un montón de cojines perfectamente tendida, las paredes blancas y grises, una de ellas repleta de fotos polaroid, algunas con su familia, otras con sus amigos, otras simplemente de el e incluso unas con Sage, pero observando mejor, encontró una de ellos dos juntos, fue un día en el que salieron juntos a un parque a comer helados y hablar, Jackson lo rodeaba por los hombros mientras el castaño posaba su cabeza en el suyo, en una mano sostenía su helado de vainilla mientras la otra era la que sostenía la cámara.

Sonrió recordando ese día mientras sentía una calidez en su pecho, el castaño se había tomado el tiempo de colocarlo en su pared de fotos y no podía estar más feliz.

Giró un poco y se encontró con su propia chaqueta de cuero posada sobre la silla frente al escritorio, recuerda habérsela dado el mismo día en que se conocieron.

Todo el cuarto gritaba el nombre de Lee, en la pared sobre su cama veía algunos cuadros minimalistas con alusión al ballet, aquello detonó una pequeña bomba en su cerebro, o bueno, una bombilla más bien, no había pensado hasta ahora en que podría tatuarle, pero claramente tenía que ser algo relacionado a su pasión.

Cuando notó que llevaba varios minutos ahí y Lee no se había aparecido, estaba dispuesto a irse, hasta que escuchó la puerta de la habitación abrirse.

Rápidamente se giró para ver a la persona que había entrado, pero sintió que volvió a respirar cuando vió a Sage frente a el.

—Jackson? Qué rayos haces aquí?

—umh... Venía a ver a Lee, pero no está.

—ya veo, creo que hoy no vendrá, algo de una pijamada en casa de Niko o algo así y... Mis padres tampoco están. —dijo de forma sugerente mientras se acercaba al mayor.

—Sage, hoy no tengo ganas, enserio.

—de verdad? —se acercó al rubio rodeando su cuello con sus brazos mientras posaba sus labios cerca de su oreja —O solo tratas de hacerte el difícil?—susurró en su oído, lo que causó un escalofrío en toda la espina dorsal del mayor.

—Sa...

Antes de que pudiera hablar, los labios del castaño se apoderaron de los suyos sin aviso previo, como siempre en un beso apasionado y necesitado.

Sweet Pain | Gay |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora