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El día de la desaparición...

—hola.

Lee volteó encontrándose con Alec, una sonrisa alegremente sincera se plantó en su rostro.

—¡hola! ¿Cómo estás?

—mucho mejor ahora.—respondió con una adorable sonrisa.

Desde que se conocieron... otra vez, Alec no había hecho más que dejarle claro el interés que sentía por el, cosa que en absoluto me molestaba, porque el chico era increíblemente adorable y lindo, tanto que le derretía el corazón.

—me alegro.

—oye, te tengo una noticia.—pronuncio emocionado.

—¿ah si? ¿Qué es?

—bueno... míralo tú mismo.

Lee miró como el castaño le extendía un sobre, lo abrió y notó que era una... ¿carta de aceptación?

—¡¿Juilliard?!

—mhm.

—¿¡irás a Nueva York!?—exclamó emocionado.

—¡si!

—¡no puedo creerlo! ¡No estaré solo!

El castaño rió y asintió.

—¿que te parece si para celebrar vamos a cenar hoy?—sugirió con una dulce sonrisa.

Lee rápidamente asintió sin siquiera pensarlo.

—¡me encantaría!

—pues vamos primero a clase, te ayudo.

Alec tomó su mochila y lo rodeó por los hombros para dirigirse a la clase que compartían.

Lee se encontraba emocionado, honestamente, Alec le parecía muy lindo, además era tan atento y se veía tan comprometido con cada cosa que hacía, de verdad esperaba que su corazón comenzara pronto a sentir cosas por el.

[🖤]

Sage y Evan salían de la escuela entre risas y cariñitos como todo el tiempo, Evan había comenzado a llevarlo a su casa hace unas semanas, y no podía estar más feliz por eso.

—¿listo para irnos?—preguntó el castaño con una sonrisa.

Sage asintió de la misma manera dejando un beso en la mejilla de su novio.

Pero lamentablemente el teléfono de Evan comenzó a sonar.

Lo sacó de su bolsillo y miró al pelinegro.

—es mi madre, contesto rápido y nos vamos.

Sage asintió y Evan contestó la llamada, Sage lo escuchaba mientras Evan no había soltado su mano y aún repartía tiernas caricias sobre ella, el solo podía sonreír embobado.

—¿si?... Aam no, aún no... !pero mamá...! ¡iba a llevar a Sage a su casa...!

El nombrado lo miró confundido.

—si si si... ¡ya lo sé...! Bien, me voy, nos vemos en casa.—y sin más colgó el teléfono, se veía molesto.

—¿todo bien?

—no mi amor, mi madre quiere que pase por mi hermana a la secundaria, dice que nos quiere ahí cuanto antes... lo lamento.

Sage negó con la cabeza y lo besó cortamente.

Sweet Pain | Gay |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora