—listo...
—muchas gracias por traerme.—sonrió tímidamente, tal como la primera vez que se conocieron.
—no te preocupes, no iba a dejar que te fueras caminando.
—no tendrías sin tan solo Sage no me hubiera abandonado.—rodó los ojos y rieron al mismo tiempo.
—b-bueno... ¿crees que... que... que podamos vernos otro día?
Lee lo pensó un poco pero terminó por asentir.
—claro, me gustaría mucho... o-osea... s-si...
—eso... genial, ¿crees que podrías darme... t-tu número?
—si...
Jackson le tendió su teléfono dejando que Lee guardara su propio número.
—aquí tienes.—le entregó el teléfono con las manos temblando.
—gracias...
—no, a ti por traerme.
Jackson asintió con una sonrisa y Lee bajó del auto un poco torpe, se despidió agitando su mano y entró rápidamente a su casa.
—mierda...—susurró Jackson una vez se había quedado completamente solo.
Se sentía... se sentía como un niño, a sus 24 años se sentía como un maldito niño de secundaria hablando por primera vez con su crush.
Su corazón seguía latiendo rapidísimo y sus manos no dejaban de temblar.
—está... precioso.
Precioso como la primera vez que lo vió.
Lee entró a su casa pegando un gran suspiró.
—dios... está guapísimo.
—¿quien está guapísimo?—Sage salió de la cocina con Jacob en brazos haciendo pucheros mientras le pedía por fresas a su papá, el amaba las fresas.
Lee lo miró y notó la mirada de complicidad en su rostro.
—¡tu! ¡Lo hiciste a propósito!—exclamó señalándolo.
—¿que cosa?—rió haciéndose el desentendido.
—¡me dejaste solo con Jackson!
—¿de nada?
—¡¿de... nada?!
—si... de nada.
—dios, no sabes lo que fue, fue tan raro... tan... incomodo, digo... no fue incomodo, solo raro, muy raro... como si fuera la primera vez que lo veía.
—¿y qué tal?
—¡no tengo idea! Hablamos y... tal parece que le está yendo genial, ¿sabías que cerró el estudio anterior y puso uno nuevo en el centro? Dice que es más grande y bonito.
Y Sage solo rodó los ojos, porque su hermano se pasó absolutamente todo el día hablando de Jackson... si, tal niño de secundaria.
Por la noche, Lee se lavaba los dientes ya con la pijama puesta, en eso un Sage muy bien arreglado entró al baño buscándolo.
—Lee, ¿puedes hacerme un favor?
—fime...—dijo con la boca llena de espuma.
—¿puedes cuidar a Jacob esta noche? Aam... Evan me invitó a cenar.
Rápidamente Lee escupió la pasta dental y se enjuagó la boca asintiendo.

ESTÁS LEYENDO
Sweet Pain | Gay |
RomanceSage y Lee son gemelos, tan diferentes pero iguales a la misma vez. Su familia encabeza la lista de las familias más ricas de East Valley, una gran y hermosa ciudad. Esta familia es sin duda lo que encontrarías si buscas la palabra "perfección" en e...