Sweet Pain | Gay |

38

Después de haber dormido por al menos una hora y media, Jackson se levantó para ir a bañarse mientras Lee seguía tratando de recuperar fuerzas.

Todavía se estaba acostumbrando al maravilloso suceso que era iniciar su vida sexual.

Se dió vuelta en la cama quedando boca arriba, miró el techo y con una sonrisa estiró sus huesos, estaba completamente adolorido, pero vaya que valía la pena.

Apartó el edredón de su cuerpo dejando al descubierto sus piernas y su pecho, sus dedos recorrieron con suavidad las marcas hechas por su novio hace algunas horas, le encantaban, lo hacían sentirse deseado.

Suspiró un poco mientras escuchaba el agua de la regadera caer, Jackson le había dicho que había comprado pastillas para el dolor pero no le dijo exactamente dónde las había dejado, así que sentándose en la cama abrió el cajón de la mesita de noche, ahí las vio, al lado de una foto... ¿de un chico?

Un chico rubio y su novio, viéndose muy cercanos, muy acaramelados.

Se dió cuenta de que la foto era vieja ya que Jackson se veía más joven y delgado, además de que sus brazos descubiertos no mostraban ni la mitad de los tatuajes que tenía ahora su novio.

Y ese chico... no sabía quién era, nunca lo había visto, en lo único que pensó, es que era demasiado lindo, y que se veía aún mejor con su novio abrazándolo.

—¿qué es esto?—se preguntó a si mismo.

Estaba tan distraído tratando de entender lo que estaba viendo, que no escuchó el agua dejar de caer, tampoco la puerta del baño siendo abierta, ni a su novio salir de ahí.

—amor.—pronunció el rubio saliendo del baño secando su cabello con una toalla.—me ayudas a seca...—sus palabras se quedaron en el aire cuando miró al castaño sentado en la cama, con una foto en sus manos, la foto de él y Nathan en su aniversario.—Lee...

—¿qué es esto?—cuestionó completamente confundido, no quería pensar de más, pero sus inseguridades estaban a punto del colapso.

—e-escucha...

—¿quién es el? Y ¿por qué tienes esta foto escondida?

—amor escúchame...

Dejó caer la toalla en la cama y se sentó frente a él quitándole la foto con suavidad de las manos, no quería que el castaño se asustara o pensara que estaba enojado, porque no lo estaba, solo quería explicarle.

Si, sabía que este día llegaría pero no sabía que así de pronto, y menos de esa forma.

—¿vas a decirme?

—el... es Nathan.—una de las cejas de Lee se levantó confundida, le hizo una seña con la cabeza exigiéndole que continuara.—es mi ex novio.

Y todo el rostro de Lee se transformó en una mueca, no quería aceptarlo, pero podría soltarse a llorar ahí mismo, en ese preciso instante.

—¡¿Por qué demonios conservas una foto de tu ex?!

—escúchame por favor, Lee, Nathan es mi ex novio, pero él murió hace unos años.

El ceño del castaño se suavizó, demonios.

—¿q-qué?

—supongo que... es hoy el día en el que te cuento todo ¿no?—con un suspiro tomó la mano del castaño entre la suya, este no se apartó.

—conocí a Nathan cuando tenía 17, él tenía 15, lo conocí en una fiesta y... en cuanto lo vi me enamoré.

Y verdaderamente Lee no quería decir que se sintió celoso, pero así fue.