Sweet Pain | Gay |

11

Shane miraba la entrada del colegio con el ceño fruncido debajo de sus gafas oscuras. No tenía idea de que hacía ahí, simplemente quería ver al rubio del otro día, por alguna razón que desconocía, ansiaba verlo, le causaba curiosidad... Si, curiosidad.

Lamentablemente, las cosas no fueron como esperaba, cuando vió a la castaña aparecer en la entrada, bajó la cabeza deseando que no lo reconociera.

—Shane?

Pero claro, ¿cuántos chicos castaños con una motocicleta conocería?

Suspirando, levantó la cabeza formando una pequeña sonrisa.

—hola! Aam... Cuál era tu nombre? —preguntó apenado, si, lo había olvidado, pero quién podría culparlo? El día que se conocieron, sus ojos solo podían concentrarse en los lindos labios rosados del rubio. —lo siento, lo olvidé.

—no te preocupes! Soy Kenya!

—Kenya, cierto. Lo siento.

—está bien. Y qué haces aquí? Viniste... A verme?

Definitivamente no, pero no podía decirle a la pobre chica que el esperaba ver al lindo rubio del otro día.

—no, digo si! Perdón, aaam bueno... Si, yo...

—Kenya! Porque te adelantaste?

Ambos dirigieron su mirada hacia aquella voz, su corazón se detuvo un segundo cuando miró al rubio caminando hacia ellos.

Dios, su voz.

Cuando el rubio estuvo junto a ellos, no pudo evitar que su sonrisa se volviera más grande... Y real.

—lo siento, es que Shane vino a verme!

Niko levantó la cabeza y miró al castaño con sorpresa.

—hola Niko. —dijo mirándolo a los ojos con una sonrisa que el rubio respondió.

—hola, Shane, cierto?

—si! Ese es mi nombre!

Admitía que le había emocionado el hecho de que el chico recordara su nombre.

—bueno, en realidad quería invitarte...—rápidamente dirigió su mirada a la chica. —a los dos! Aam, hace poco salió una película muy buena y no tengo quien me acompañe, quisieran ir conmigo? —miró de vuelta al rubio.

—claro! —exclamó Kenya. —qué película es?

—ah, bueno, es de terror, acerca de una...

—a Kenya no le gustan las películas de terror. —dijo Niko mientras miraba a su amiga.

—no! Osea, si me gustan! Quién te dijo que no?

—bueno, cada vez que vamos a ver una prefieres no asistir.

—bueno, es que... Me ponen un poco nerviosa, pero si me gustan! Y más si Shane estará ahí. —miró al castaño, quien solo le dirigió una sonrisa tambaleante.

—bueno, les parece esta noche? Ahora tengo un poco de trabajo, pero más tarde me desocupo.

—claro! No te preocupes. —sonrió la castaña.

—bien. —miró a Niko y sonrió nervioso. —nos vemos, les parece la función de las 7:30?

—claro,nos vemos ahí. —respondió el rubio.

—genial, adiós chicos.

Shane subió a su motocicleta y se fue, mientras dos pares de ojos no apartaron la vista de el hasta que desapareció en el camino.