Cap. 52

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Estábamos en el auto de Joel de camino a no sé dónde.

- ¿A dónde me llevan?- pregunté curiosa.

- Ya casi estamos llegando- dijo Joel.

- Es que esto me desespera- dije.

- Ya llegamos- dijo Geo.

Mire por la ventana y me fijé que estábamos en un hospital.

- ¿Que pasó?- pregunté preocupada- ¿Le pasó algo a Zab? ¿A alguno de los chicos?

- No, Tranquila, todos están bien- me informo Georgina.

-¿Entonces?- pregunté.

- La siguiente carta está aquí- dijo Joel.

- ¿Enserio? ¿Donde?- pregunte.

- Lo único que te diré es, Habitación 203- dijo Joel.

- Vale- dije y salí del auto- ¿No vienen conmigo? - pregunté al ver qué ninguno se bajó.

- Te esperamos aquí- dijo Geo y yo asentí.

Camine a la entrada del hospital y pregunté en la recepción por la habitación 203 y alguien me indico.

- Subes por la escalera la segundo piso, sigues todo el pasillo hasta el fondo, luego ahí dobla a la derecha, 4ta puerta- dijo la enfermera.

- Gracias- dije y seguí las indicaciones que me dijo la enfermera. Llegué a la puerta que decía 203, solté un suspiro antes de abrir la puerta. Abrí la puerta lentamente y asome la cabeza, encontrándome solo con un Christopher acostado en una camilla- ¿Chris? ¿Estas bien? ¿Te sucede algo?- pregunté entrando completamente a la habitación.

- ¡Oh Laura! Estoy bien- dijo sentándose en la camilla.

- ¿Entonces que haces aquí y ahí?- pregunté.

- Esperándote- dijo y se paró de la cama.

- ¿Esperándome?- pregunté.

- Si- dijo- Tengo que entregar te esto- me extendió lo que parecía ser una carta.

Tome la carta y la abrí.

Carta 2

Sé qué te preguntarás ¿Por qué el hospital? Debo confesarte que aquí fue donde empecé a darme cuenta lo que sentía por ti, aquella vez que te desmayaste en mis brazos mientras discutíamos para que subieras a mí auto, desde entonces me di cuenta que eras importante para mí.

El amor es un sentimiento maravilloso y aunque a veces puede doler, me arriesgaría mil veces sin temor a nada, solo por tenerte a mi lado.

Y es que por ti, cariño mío, he llegado a sentir cosas que jamás hubiera imaginado. Has despertado en mí la ternura y la pasión de un hombre enamorado, y no puedo y no quiero que esta sensación abandone mis huesos y mi piel.

Porque tú me has enseñado a amar, sin límites, sin medidas... Prometo estar contigo hasta mi último suspiro y demostrarte todo lo que te di he aprendido, obsequiándote mi amor eterno.

Lo mejor que pudo pasarme en la vida fue haberme cruzado en tu camino y conquistar tu corazón hasta hacerlo mío.

Por eso, solo diré que te amo y que estaré eternamente agradecido con el destino por haber unido nuestras vidas y sembrar entre nosotros este gran amor, que tan feliz hace a mi corazón.

- ¡Oh Dios mio!- dije y miré a Chris quien me miraba sonriendo.

- Vamos- dijo Chris- seguri quieres saber dónde está la otra- dijo y yo asentí.

Siempre contigo|| Zabdiel De Jesus (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora