Cap. 61

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*Narra Geo*

Me encontraba en completa oscuridad, no sabía que había pasado, ni siquiera sabía dónde estaba, no lograba escuchar nada, ni a nadie ¿Que era esto? ¿Donde estaba? ¿Cómo llegue aquí? Estas preguntas rondaban por mí cabeza, mientras caminaba en la oscuridad, entonces todo empezó a aclarar, era como un amanecer, se iluminó el cielo, por el sol, el cual al aparecer de repente me molestó unos cuando segundos hasta que me acostumbré.

Mire a mí alrededor y me di cuenta que estaba en un jardín, habían muchas flores de muchos tipos, escuchaba los pájaros cantar, era hermoso todo lo que me rodeaba y sentía una completa paz, haciéndome desear quedarme en ese lugar, aunque la verdad esto era lo único que conocía, no me acordaba de nada, ni siquiera de mí nombre, pero eso no le preocupaba, aquí estaba bien.

Me recosté en el césped, mirando al cielo, cerrando mí ojos y disfrutando del sol que me daba en la cara, solté un suspiro en señal de que estaba relajada, así duro algunos 15, 30 minutos, cuando sentí que el sol ya no me daba en la cara, obligamdome a abrir los ojos y ver que obstruia que el sol llegara a mí rostro. Me encontré con el rostro de un hombre adulto, de tés blanca, ojos cafés que me miraban con intensidad y curiosidad, su cabello cortó, color negro azabache.

- ¿Que haces aquí?- me preguntó aquel hombre, su voz era gruesa y profunda. Yo lo mire extraño sin saber que responder- te pregunté que ¿Que haces aquí?- volvió a preguntar y está vez si respondí.

- Tomar el sol- dije- ¿Quien es usted?- pregunté.

- ¿De verdad no sabes quien soy?- pregunto relajado.

- Lo siento señor, pero no sé quién sea usted- dije.

- Bien, eso significa que...- se quedó callado de repente, como pensando lo que iba a decir- ¿Pero que haces aquí? ¿Cómo llegaste?- pregunto y se sentó a mí lado

- No lo sé, solo llegue aquí, supongo- dije levantando los hombros- no me acuerdo de nada- no se ni mí nombre- confesé.

- Eso está mal- dijo.

- ¿Por qué? Siento paz- dije.

- Eso está peor- dijo ahora preocupado.

- ¿Es malo que sienta paz?- pregunté.

- Si estás aquí Si- dijo- noto que no es tu tiempo aún, por eso no me recuerdas, pero, veo que te estás yendo, por eso tampoco recuerdas quien eres- dijo.

-sigo sin entender- dije.

- Esta en una especie de limbo- me explicó- no estás muerta, pero tampoco viva- termino de contarme- tengo que hacerte volver- susurró para si pero lo logré escuchar.

- ¿Volver a dónde?- pregunté sin entender.

- Debes volver con los humanos, a la tierra- dijo.

- ¿Por qué? ¿Que es eso?- pregunté curiosa.

- Vamos por lo primero, tu nombre, te llamas Georgina- dijo y sentí una punzada ligera en la cien.

-¿Cómo sabes eso? ¿Me conoces?- pregunté.

- Si te conozco, Siempre que me lo permiten cuido de ti y de mí hija, y ahora también de sus amigos- contó.

- ¿Tiene una hija?- Pregunté y el asintió.

- Si, su nombre es Laura y es tu mejor amiga, casi hermana se podría decir- dijo y volví a sentir otra apunzada, pero esta vez fue en el pecho- tu y ella se conocen desde muy pequeñas y siempre han estado juntas desde entonces, nunca se separan, ni siquiera cuando la mandaron a ella a vivir a Miami, incluso en ese momento te fuiste con ella...- el señor hablaba y hablaba con casa vos qué me contaba las punzadas y el dolor de mí pecho y mí cabeza era más furtes- tienes que tratar qxe recordar todo eso, para poder volver- dijo.

- No me siga contando, cada vez que habla me duele aca- señale mí cabeza- y aca- señale mí pecho.

- Eso es bueno- dijo.

- ¡No! ¿Por qué me quiere hacer daño? - pregunté alterada, toda la paz que hace unos momentos sentía había desaparecido.

- Porqué tienes que volver- dijo- Tienes un novio que te espera- dijo y sentí como un pequeño temblor acompañado de un destello, el hombre frente a mí sonrió- Su nombre es Christopher, Christopher Vélez- otra vez volvió a pasar el destello- El te ama y está esperando a que vuelvas con el. Escucha.

- Necesito que vuelvas cariño, no me abandones- sollozo.

- Te está pidiendo que vuelvas con el- dijo y volví a sentir el tembló, está vez más fuerte- Escúchalo, síguelo, que su voz te guíe- dijo y luego volvio la coleta oscuridad.

- ¡Señor!- lo llame, pero no había nada.

- Georgina mí amor- volví a escuchar esa voz, pero no lograba identificar de dónde venía- ¿Cuánto tiempo me quedaré sin ti?- pregunto en un sollozo. Frente a mí apareció el destello que había visto anteriormente, una luz blanca, pero est vez se mantuvo, no me quedaba de otra que camita hacía ella- ¡No! ¡Doctor! ¡Enfermera!- escuché que esa voz gritaba con fuerza- ¡Ayuda!- Fue lo último que escuche antes de atravezar el portal blanco.

*Narra Laura*

Hace un mes que Georgina estaba en el hospital en estado de coma, Chris venía cuando podía, pues no podía dejar sus que haceres, debia trabajar, pero cuando tenía tiempo libre venía directo al hospital, muchas veces llego a dormir aquí. Yo básicamente vivía en el hospital, pues era mí hermana, Zabdiel y Richard por más que estuvieran en desacuerdo, me entendian y me apoyaban, aunque muchas veces me llevaba una buena regañada por parte de ellos, pues estaba llevando una mala alimentación, aveces me pasaba todo el día sin comer nada, pero era simplemente por qué no tenía apetito, igual, me obligaban a comer algo y hace algunos días tuve un chequeo de control, para ver si no había regresado el cáncer, gracias a Dios no, solo estaba teniendo anemia y debía alimentarme mejor, fue lo único que me dictó el doctor.

Hoy era de esos días que Chris estaba en el Hospital, Richard, Daniela y Zabdiel estaban aquí, Erick estaba ocupado en algo de no se que cosa y Joel también andaba en no se que otra cosa.

Estábamos sentados en la sala de espera y Chris se encontraba con Georgina, eran alrededor de las 5 PM y todo estaba tranquilo.

-Tienes que dormir decentemente- dijo Zabdiel.

- Lo se, ya me está empezando a dar dolores de espalda- dije.

- Está noche te vas conmigo- dijo, yo solo solté un suspiro y asentí.

Entonces escuchamos fuertes gritos que venían de la habitación de Georgina, era Chris, todos corrimos a la habitación, encontrándonos con un Chris alterado y la maquina que llevaba las pulsaciones de Geo reproduciendo un sonido nulo, dándonos a entender lo que estaba pasando.

- ¡No!- grite de una forma desgarradora, perdiendo todas mis fuerzas y desplandome, Zabdiel me tomo, justo en ese momento uno de los doctores pidió que nos sacarán a todos de la habitación, lo cual una de las enfermera hizo- Chris- dije sin fuerzas, este veía atravez de la ventanilla de la puerta, mientras lloraba muy fuertemente- Zabdiel se va- dije llorando igual que Chris, mire a Zabdiel a los ojos y estos estabas empañados, con largas en ellos, que sabía que el no dejaría salir, solo para mostrarse fuerte ante mí- se va.

....

Unos 15 minutos después, que me parecieron una eternidad, salió el doctor de la habitación y nos miro a todos con tristeza...

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¿Que paso? ¿Se nos fue la Gigi? ¿Una lectora quizás me vaya a matar próximamente? Averigüemos lo en el siguiente capítulo.

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PD: Capitulos Finales -2

Siempre contigo|| Zabdiel De Jesus (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora