Capítulo 7(Final 3)

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Narra Macarena:

Se ve que me quedé dormida, era un poco tarde y estaba en mi cama, empecé a escuchar sonidos que venían de abajo, y me acordé de que Zulema tenía que venir, y todavía no había llegado, pues muy bien por ella, si no quiere hablar, que no hable.

Salí de mi habitación hacia el balcón para ver a Rosa jugar, pero al salir, me llevé la sorpresa más grande de todas, y una de las escenas más bonitas de mi vida, Zulema estaba jugando con Rosa, pensaba que no le gustaban los niños, pero a Rosa se la veía muy feliz la verdad, me emocioné tanto que se me salieron algunas lágrimas, pero Zulema no podía verme así, me fui a lavarme la cara para que no lo notase, y entonces decidí bajar al jardín, justo cuando Zulema me vio, se quedó callada, entonces miré a Rosa, y le tiró un juguete, cosa que me hizo reír porque casi se cae.

Z: Rosa eso no vale
R: no estabas muy atenta- reí -
M: pensaba que no te gustaban los niños- caminé hacia ellas -
Z: bueno, Rosa no es una niña pesada y repelente, ¿o sí?- miré a la niña -
R: mentira, ¿a que yo soy buena mami?
M: eso lo podemos discutir, pero venga Rosa vamos a- sonó el timbre - voy a abrir, ahora vengo

Las dejé en el jardín y fui a abrir la puerta, eran Lidia y Estrella, se pasaban el rato juntas y se habían hecho muy amigas.

M: chicas, ¿qué tal?
L: ¿Maca podemos quedarnos aquí un rato?
M: uf, no es un buen momento la verdad, pero si queréis podéis llevaros a Rosa, os doy dinero y vais al parque a tomar algo
E: sí, así jugamos un rato
M: ¡Rosa!- la llamé y vino enseguida - venga vete en ellas a jugar- les di el dinero - adiós chicas

Cerré la puerta con cuidado, estaba demasiado nerviosa, después de tres años, en los que lo había pasado fatal, estaba sola en el mismo sitio que Zulema, tenía que aparentar estar bien, cuando en realidad no lo estaba, mi orgullo no me dejaba mostrarme mal, tenía que aguantar y saber el por qué de todo esto. Suspiré y fui hacia el jardín, allí estaba Zulema en una de las tumbonas, sentada, mirando al suelo, parecía pensativa, no me entretuve más, y decidí sentarme en frente suya.

M: bueno, pues ya estamos aquí, cuando quieras puedes explicarte- dije en un tono un poco serio para disimular el nerviosismo -
Z: estás igual de nerviosa que yo rubia
M:- tragué saliva, era la primera vez, después de tees jodidos años, que la escuchaba decir "rubia" y eso me provocó muchas cosas - esto no está siendo fácil para mí, ni tampoco lo ha sido, lo único que quiero es dejarte hablar, a ver qué fue lo que hizo que hicieses todo esto
Z: vale, pero sólo te pido una cosa, no me interrumpas, que ya sabes que se me da como el culo hacer estas cosas
M:- reí - vale tranquila
Z: a ver, en principio, ese helicóptero era para todo el equipo, luego fueron cayendo poco a poco, y sólo quedábamos tú y yo, y cuando íbamos corriendo por ese desierto- suspiré - me di cuenta de que no teníamos posibilidades de salir de ahí las dos, estabam demasiado cerca, y pensé que si me tenían a mí pues no irían detrás de tí, que era lo que quería evitar, yo el día de antes llamé a Castillo, por si ocurría algo, pero les dije que estuviese preparado con su equipo, entonces, cuando te dejé en ese helicóptero, sola, lo único que quería pensar era que estabas a salvo, que al menos no estabas herida, ni muerta, de sólo pensar eso me podría haber muerto yo- tosí y agaché la cabeza, eso no quería decirlo, sonaba demasiado bonito, aunque era verdad, pero no quería decirlo en voz alta, la volví a mirar a los ojos, estaba sorprendida pero no iba a decirme nada, y se lo agradecía la verdad - en fin, todo esto lo quise hacer para intentar salvarte de una muerte segura, lo que pasó en ese desierto cuando tu helicóptero despegó, prefiero no contarlo, no quiero recordar todas esas sensaciones, en fin, yo todo esto lo intuía, por eso... hice algunas cosas antes de irnos, pero supongo que ya no sirve de nada- agaché la cabeza -
M:- me acordé de aquella carta, todavía la guardaba en mi habitación, me encantaba volver a leerla mil veces más -
Z:- me levanté - en fin, esto es todo, supongo que ya nada es como antes, y entiendo que esto no arregla nada, aunque espero que te sirva para entenderme, yo me voy, no quiero molestarte más, supongo que tendrás cosas que hacer- me dirigí hacia la puerta -
M:- cuando vi que se marchaba, me empezó a entrar muchísima pena, no queria estar así, dejé mi orgullo de lado, fui detrás de ella y la paré justo antes de la puerta - Zulema
Z:- me giré - dime
M:-la miré fijo a los ojos, de verdad que la había echado mucho de menos - eh... no, nada, que...
Z:¿pasa algo?
M:- suspiré - no, da igual, sólo que... bueno, ya nos veremos por aquí
Z:- me alegré un poco de saber que ya no estaba enfadada y le sonreí - está bien, nos vemos rubia- cerré la puerta y me fui -

No podía describir todas las sensaciones que estaba atravesando, por un lado, tenía muchas ganas de llorar, lo había hecho sólo para salvarme, cuando me lo dijo me quedé sorprendida, no pensaba que fuese por eso, aunque recordé la carta otra vez, pues claro que seguía todo igual, por mi parte, aunque me había costado admitirlo mucho, seguía queriéndola igual que el primer día, igual ella a mí ya no, pero bueno, sólo espero poder hablar con ella otra vez.

Después de sentarme en el sofá y asimilar todo lo que acababa de pasar, decidí ir a visitar a Saray, hacía dos días que no hablábamos, me arreglé y me fui a su casa, al llegar, llamé al timbre y me abrió la puerta.

S: hombre Maca- dije en un tono elevado, sabía que Zulema lo escucharía desde se habitación -
M: no chilles Saray que estoy aquí
S: anda pasa al salón, te veo mala cara- me miró - bueno, la de siempre- reí -
M: gracias Saray- reí -
S: venga cuéntame qué es lo que pasa- cogí un vaso de agua -
M: a ver... he hablado con Zulema
S:- me atraganté con el agua - cómo qué... no Maca, bueno sí, espera, explica eso que seguro que la cago
M: pues... que está viva
S: ah bueno, ya lo sabes, por fin
M:¿ya lo sabías?, bueno no me sorprende la verdad, es normal que Zulema te lo contase
S: sí, no sabes lo que le ha costado hablarte hija
M: ¿lo que le ha costado?
S: sí, y mira que se lo he dicho veces, pero cuenta, cómo ha sido
M: pues estaba en el parque con Rosa y la perdí de vista, y de repente estaba hablando con Zulema
S: y por qué no me he enterado yo de esto, venga sigue
M: y nada, hace un rato ha estado en mi casa
S: a ver que esto va muy rápido y yo estoy un poco perdida ya eh, ¿pa' qué ha estado en tu casa?
M: para explicarme las cosas
S: y...¿qué tal?
M: no lo sé, cuando me dijo que lo hizo para salvarme no sabía ni como reaccionar, me entraron ganas de llorar, y cuando recordé la carta, y vi como se iba de mi casa, quise abrazarla, pero no lo hice, no me atrevía
S: joder, pero... ¿la sigues queriendo verdad?
M: como el primer día, pero no iba a decírselo, seguro que a ella le da igual, no quiero decirle nada, prefiero quedarme con la duda
S: mejor fallar intentándolo, que quedarse con la duda de qué hubiera pasado
M: no Saray, las cosas no van así, y no quiero perderla otra vez, paso
S: ay Maca... anda vete, ya me has dicho bastante, pero tranquila, nunca se sabe- le guiñé un ojo -
M: ¿a qué te refieres?
S: nada, anda vete a casa a descansar que ya es muy tarde, mañana si quieres quedamos para dar una vuelta
M: venga vale, adiós
S: venga adiós

Salí de allí y me fui directa a mi casa a descansar, entonces me acordé de Rosa y llamé a Lidia por teléfono, me dijo que ya estaban en casa y que Estrella se quedaba a dormir. Llegué a casa, les hice la cena y me dormí, no podía más, había sido un día caótico y necesitaba descansar para todo lo que venía.

~

Alguien ha llorado mientras escribía esto y no os voy a decir quién soy😔🤚🏼

¿conseguirán por fin dejar el orgullo de lado?

Se vienen CeLoS🙂

❤️❤️

ZURENA {Del estadio al cielo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora