Capítulo 84

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Narra Zulema:

Anoche cuando Maca me dijo que era nuestra última noche en la caravana, me empezaron a venir todos los recuerdos de todo lo que habíamos vivido, desde la cárcel y todos nuestros intentos de jodernos, hasta vivir juntas en la misma casa, y ahora en la misma caravana, y obviamente no pude evitar sentir pena y tristeza, todo lo vivido en la cárcel no fue bonito, para qué mentir, pero de alguna manera me gustaba la forma en que se enfrentaba a mí, era la única que peleaba en mi contra y fue la única que me igualó, y en eso la admiro; por otra parte, me acordé de todo lo vivido en su casa, las noches de fiesta, los festivales, las tardes enteras que pasábamos en la piscina... en fin, supongo que todo lo bueno se acaba, todo tiene fecha de caducidad y no podemos evitarlo. Después de acordarme de todo esto, no se qué me pasó pero actué sin pensar y la abracé, fue un impulso sin más pero el simple hecho de abrazarla hizo que se me acelerara el corazón, otra vez joder. No me lo pensé mucho y decidí quedarme como estaba, total, ella estaba dormida y no se iba a enterar, y mañana yo me despertaría más pronto porque tengo que ir a casa de Saray para saber lo que quiere decirme, así que solo voy a disfrutar el momento porque puede que esta tranquilidad no dure mucho.

A la mañana siguiente, me desperté yo antes que la rubia, obviamente, quité mi brazo cuidadosamente para no despertarla, me levanté, me arreglé y me fui a casa de Saray para hablar con ella.

Cuando me abrió la puerta, ni siquiera me saludó, me empujó dentro de la casa y me sentó en el sofá, la verdad es que se le notaba bastante seria.

Estuvimos cuatro horas, todo ese tiempo hablando de lo mismo e intentando explicar algo completamente impensable, algo que ni siquiera yo llegaría a imaginarme, pero había pasado, y la verdad, yo creo que la vida a veces te lleva por caminos que no te esperas para nada, y aunque quieras ir hacia una meta, si el destino no te da esa posibilidad, debes aprovechar la otra, y ni siquiera yo sabría explicarlo todavía, pero la vida lo había hecho así, y la gitana me aclaró todas las dudas que pudiese tener, eso me abrió los ojos y me di cuenta de la verdad, de lo que realmente pasaba, y me sorprendió muchísimo ver que era así, ahora comprendo muchas cosas, pero todavía hay cosas que no encajan, pero supongo que era lo que yo hubiese hecho, no voy a juzgar ese comportamiento.

Hablar con Saray me quitó un peso de encima de alguna manera, porque me di cuenta de que llevaba mucho tiempo así sin darme cuenta y en realidad yo estaba sufriendo.

Llegué a la caravana y la rubia ya no estaba, pero había dejado una nota, se había ido a por comida para no tener que cocinar, y entonces me armé de valor y decidí hacer algo que pensaba que no haría nunca, pero como he dicho antes, la vida nos sorprende, a veces quieres centrarte en algo, pero hay otra cosa que no te deja, y si es así, es porque ese algo no es lo suficientemente importante como la otra cosa, así que cogí lo necesario para hacer esto y sin que pasase mucho tiempo me puse a ello. Cuando terminé, me dio tiempo a llamar a Saray para decirle lo que había hecho, y darle algunas instrucciones en caso de que las cosas no salgan bien, y cuando terminé, llegó Maca con la comida, nos sentamos a comer y nos pusimos a recoger las cosas de la caravana y a meterlas en cajas.

Era por la tarde cuando estábamos acabando de empaquetar las cosas, cuando de la nada empezamos a discutir, ya estábamos tardando, y justo ahora era lo que menos necesitaba.

Pasaron unos minutos y vino Saray para quedarse con Pelusa y el escorpión, y para cuidar de la caravana en nuestra ausencia, primero me hizo algunas miradas para poder saber si había hecho lo que me había aconsejado a las que obviamente correspondí moviendo la cabeza en señal de que lo había hecho, y luego noté algunas miradas con la rubia, pero vi que intentaba esquivarlas constantemente, aunque supongo que en su cabeza lo que está haciendo tiene lógica, yo haría lo mismo.

Cuando terminamos de recoger, vinieron todas a la caravana para conducir todas juntas hacia nuestro destino, llegaríamos de noche, pero para dormir iríamos a alguna estación de servicio, o a algún descampado para dormir en los coches.

Empezamos a conducir y ninguna decía nada, claro, estábamos enfadadas, no tenía sentido hablar ahora porque acabaríamos peor, así que mejor no decir ni una palabra.

Cuando se hizo de noche, conseguimos parar en una estación de servicio un poco apartada de la ubicación donde se haría la boda, estábamos a unos pocos minutos así que al dia siguiente no tardaríamos mucho en llegar.

Nos dormimos todas en los coches, y a la mañana siguiente, continuamos nuestro viaje hacia mansión donde se celebraría la boda. Cuando llegamos, dejamos los coches aparcados un poco lejos del resto para no ser vistas por las cámaras y fuimos entrando como parte de los camareros del catering, en la entrada estaba Mónica, ella ya tenía que estar allí, era obvio sabiendo que era como la hermana de la novia, y si llegaba con nosotras iba a ser muy sospechoso. De inmediato noté la mirada que le estaba poniendo a la rubia, y me entraron unas ganas brutales de partirle la cara, pero me contuve porque no quería tirar todo el plan a la basura por esto.

Cuando llegamos, revisaron que ninguna tenía armas y nos dejaron pasar, luego repartí a cada una un pinganillo para poder comunicarnos y enseguida se fueron a su puesto, Triana y Flaca fueron por el sector de la parte derecha del jardín, y yo y la rubia por el sector izquierdo.

Poco a poco fueron llegando los invitados y cada vez se estaba llenando más, la verdad es que había buen ambiente, los niños jugaban, los mayores bebían y algunos bailaban. La fiesta estaba decorada con algunas calaveras pintadas colocadas en el suelo, y estaba ambientado en Halloween.

De pronto, sentí una mirada encima de mí, me giré y vi a la última persona que me apetecería ver en el mundo.

H: pero mira a quién tenemos aquí, a mi mora preferida
Z: vete a la mierda
H: tan simpática como siempre cariño
Z: no me llames así, me das asco
H: seguro que es eso lo que sientes por mí
Z: nunca he estado tan segura de algo
H: pues yo no recuerdo eso guapa
Z: ¿a si?, pues yo recuerdo perfectamente cómo te grapé los ojos, eso si que lo recuerdo vaya
H: yo me refería a otra cosa, eso es agua pasada- dije mientras me acercaba poco a poco a ella-
Z: apártate imbécil
H: ya volverás a mi Zulema, por las buenas o por las malas
Z:¿me estás amenazando tú a mí payasa?
H: para nada, solo digo que tú y yo estamos conectadas amor, ya lo verás- dije mientras le lanzaba un beso al aire y me iba-

No me podía caer más mal esta mujer, era algo superior a mí, no la soportaba y eso era obvio, pero como se atreva a tocarme un pelo de esta noche no sale.

Desgraciadamente la rubia se encontraba cerca de la zona donde estaba Helena y yo me tenía que acercar para informarle de que teníamos que entrar para recoger las armas, para ir más tranquila, me encendí un cigarro y me acerqué a ella, notando la mirada de Helena sobre mí.

Z: rubia, tenemos las armas dentro, hay que entrar
M:- le cogí el cigarro y di una calada -ahora voy, entra tú primero
Z: está bien
H:- me puse detrás y lo escuché todo, perfecto, ahora sí que se viene conmigo, si no a las buenas, pues a las malas -

~

No sabéis lo poco que me gusta escribir diálogos con Hel... pero todo por una buena causa😈(esto ya es satisfacción personal eh, necesitaba hacerlo JSJSJSJSJSSJ)

¿el plan va bien?
¿hará algo Helena?

❤️❤️

ZURENA {Del estadio al cielo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora