Capítulo 72

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Narra Macarena:

Me desperté tarde, muy tarde, me empecé a tocar la cabeza porque me dolía, menuda resaca tenía, me giré y vi toda la cama revuelta, y me acordé de lo que pasó anoche, joder, y lo que más me jodía es que en el fondo me había gustado, y Zulema obviamente no estaba en la caravana, seguro que se había largado para no hablar de esto, que yo tampoco tengo ganas de hablar de lo que ha pasado, pero joder, no iba a reconocer que me había gustado, me niego, pero lo peor es que a mi esto me importaba, y no quería eso, me niego, no me puede estar pasando esto, a mí no, tengo que alejar lo que me está pasando, y seguro que a Zulema le daba igual.

Para despejar mi mente, decidí salir a correr por la ciudad, necesitaba no pensar en lo que acababa de pasar, me puse las mallas y una sudadera, dejé a Pelusa en su sitio y me fui andando hasta la ciudad, y luego empecé a correr.

Narra Zulema:

Me desperté tumbada con la cabeza encima de la barriga de la rubia, joder, no puede ser, me acordaba de todo, y muy en el fondo me había gustado, pero muy poco, aunque no voy a reconocerlo obviamente.

Me levanté, cogí ropa y me fui al hotel de siempre, estaba en el centro de la ciudad y era muy acogedor.

Cuando llegué a la habitación, me tumbé en la cama y lo único que se me venía a la cabeza era las imágenes de la noche anterior, joder, que no me las podía sacar de la puta cabeza, y seguro que a la rubia le daba igual, un polvo y fuera, bueno, eso es lo que yo pienso, esto no se va a volver a repetir, pero si antes ya tenía a la puta rubia metida en la cabeza, ahora todavía más, y no me gustaba lo que me estaba pasando, en parte me asustaba, no lograba concentrarme bien en las cosas, y tenía que alejar estos sentimientos cuanto antes.

Si quería despejarme un poco no podía estar todo el día encerrada en la habitación, así que salí a dar una vuelta por el centro.

La gente pasaba como si nada, andando de un lado a otro, de tienda en tienda, con sus ajetreados horarios de trabajo, me giré para cruzar la calle y vi lo último que quería ver, a la rubia, iba con una coleta, unas mallas y una sudadera, estaba corriendo, mierda, le he mirado el culo, joder, Zulema mal, esto está mal, ni siquiera yo sabía lo que me estaba pasando, me quedé mirándola mientras se alejaba, no me había visto, menos mal, esto no me había pasado nunca, no me la podía quitar de la puta cabeza joder.

Tenía que intentar olvidarme de ella, así que decidí no volver a la caravana al menos por hoy.

El tiempo se alargó, y ya llevaba tres días fuera, y lo único que había hecho era intentar olvidarme de ella pero no logré nada, los tres putos días pensando en ella y en lo que pasó, joder, entre eso y el puto dolor de cabeza no podía más.

Tarde o temprano tenía que volver a la caravana, así que decidí ir y dejar las cosas claras con la rubia, bueno, y mentalmente conmigo también

Narra Macarena:

Tres días, tres jodidos días, 62 putas horas, joder, todo ese tiempo pensando en ella y en lo que pasó, no conseguía quitármelo de la cabeza, y lo peor es que me importaba, para mí no era una tontería, y seguro que para Zulema sí.

Ya me estaba cansando de que no apareciese Zulema, iba a salir fuera de la caravana cuando vi que estaba a unos metros de la caravana, un escalofrío recorrió mi cuerpo y mi corazón empezó a latir muy fuerte, pero tenía que actuar normal.

Zulema fue a entrar y yo abrí la puerta y le di un golpe, en parte por la rabia de que no había aparecido en tres días.

Z:joder- dije tocándome la cabeza -
M:uy perdón, no te habia visto- dije sarcasticamente -
Z:rubia
M:- solte un bufido -
Z: oye que lo del otro dia...
M: que si Zulema que fue una tonteria no te ralles
Z: eso, el sexo entre mujeres está sobrevalorado
M: bueno, es normal que estuvieses tan torpe, era tu primera vez
Z: ya, claro
M: bueno...eso de primera vez- reí -
Z:- la miré y entonces me acordé de la noche esa después de salir de fiesta en la que nos acostamos e inexplicablemente se me escapó una risita -por cierto ¿torpe?, pues no te veía yo quejarte precisamente rubia
M: por educación Zulema, que está feo ofender en esas situaciones- dije en broma -

Y ya, una broma tonta y parecía que ya estaba todo, pero no, para mí no estaba todo, yo seguía igual, todo el rato con la misma imagen, y lo peor es que me seguía gustando, no , no me puede gustar eso, y mucho menos Zulema, eso ya si que no, joder puta Saray, me confunde.

Pasé el dia ausente, y por la tarde estaba sentada arriba de la caravana con mi Chupa-chup, pero subió Zulema y se sentó a mi lado.

Ninguna dijo nada, simplemente estábamos ahí, hasta que le dolió la cabeza y se empezó a quejar.

Z:joder, es insoportable
M: si quieres te doy un masaje- mierda, ni siquiera había pensado decir eso joder -
Z:- la miré extrañada - no me vas a dar un masaje
M: bueno, pues tú te le pierdes- me levanté y me fui hacia abajo -
Z:- resoplé - espera, está bien, házmelo...osea...el masaje digo- me puse nerviosa, joder -
M: si, por supuesto, qué iba a ser si no- reí -
Z:- me empezó a masajear la cabeza, joder que gusto, se me escapó un suspiro, mierda -
M:- sonreí, pero no le dije nada porque sabía que me iba a esquivar -
Z: joder rubia, podrías haber sido masajista
M:piénsalo bien Zulema, si hubiese sido masajista no nos hubiesemos conocido- dije imitando su tono, como la ultima vez que lo dijo ella -
Z:- reí -

Terminé de hacerle el masaje, nos hicimos la cena y no hablamos mucho, nos fuimos a la cama y enseguida volví a acordarme de lo de aquella noche, y me quedé un momento mirando la cama, me giré y Zulema estaba igual, vaya, parece que ella también se acuerda.

Quise no darle importancia y me senté en la cama intentando olvidar todo, obviamente sin éxito porque era lo único que me venía a la cabeza, cogí el móvil para ver la hora y me acordé de lo que me dijo Saray, mañana sería el cumpleaños de Fátima, y Zulema estaría insoportable, tendré que salir pronto a por chocolate porque no me apetece enfadarme.

Me intenté dormir pero era imposible, y Zulema estaba igual porque lo notaba en su respiración, pero ninguna dijo nada, al final yo me dormí.

A la mañana siguiente, me intenté despertar antes que ella, y lo conseguí, con mucho cuidado, me levanté, me vestí y fui al supermercado a comprar chocolate, cuando volví, estaba sentada en la mesa, desayunando, con su cara de elfo del puto infierno.

~

He vueltoo😙

¿Aceptarán de una vez sus sentimientos o seguirán negándolo?
¿Irá Zulema al médico?

Se vienen celos🙊🙈

❤️❤️

ZURENA {Del estadio al cielo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora