Capítulo 36

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Narra Macarena:

Me desperté con un dolor de cabeza impresionante, estaba tapada con una manta, no recordaba haberme tapado yo, pero no recordaba muy bien lo de la noche anterior, miré la hora de mi móvil y me fijé en la fecha, mañana era mi cumpleaños, no le di mayor importancia, me fui al baño a ducharme porque todavía llevaba la ropa de anoche, cuando salí, Zulema seguía durmiendo con los brazos debajo de la almohada y tenía una pequeña sonrisa dibujada, supongo que estaría soñando algo, fui a vestirme y bajé a recepción para decir que nos subieran el desayuno, no tenía ganas de bajar al bar, así podíamos desayunar y prepararnos enseguida para ir al parque acuático, cuando subí, Zulema estaba despertándose.

Narra Zulema:

Después de tapar a la rubia, me dormí y empecé a soñar unas cosas muy raras, estaba en un campo verde, no había nada, la hierba estaba muy alta y no podía ver nada, empezaba a oir cosas y de repente aparece la rubia entre la hierba y empezamos a correr, pero cuando estábamos a punto de llegar a algún sitio, empiezo a despertarme por el ruido de la puerta de la habitación abrirse.

M: buenos días
Z: buenos días rubia, ¿dónde estabas?
M: he ido a decir que nos subieran el desayuno, no me apetece ir al bar
Z: pues mejor, porque a mí tampoco- me acurruqué en la cama -
M: oye, se te veía muy feliz durmiendo
Z: estaba soñando
M: ¿algo bueno verdad?
Z: supongo
M: bueno, seguro que aparecía yo, por eso era bueno- reí -
Z: si claro,ya te gustaría que yo soñara contigo puta rubia- era verdad, pero obviamente no se lo iba a decir, la verdad es que no es la primera vez que ella aparece en mis sueños, pero nunca había soñado algo así, normalmente sueño con mi hija -

En ese momento me levanté para ir a ducharme y cuando salí, ya había llegado el desayuno.

Z: joder, cuantas cosas
M: si sobra me lo guardo en el bolso
Z: que rata rubia
M: rata no, yo ahorro, si lo dejamos ahí seguro que lo tiran, pero yo me lo llevo y me lo como después
Z: oye, ¿y dónde vamos luego?
M: al parque acuático- dije muy emocionada, me encantaban -
Z: yo nunca he ido a uno, pero supongo que por la cara que has puesto me va a gustar
M: vas a flipar, te voy a llevar a todas la atracciones que hay, y no voy a permitir un no por respuesta
Z: joder rubia, que son toboganes con agua, tampoco será para tanto
M:- que ingenua pobrecita - si si, ya veremos
Z: rubia esa cara me la conozco, algo ocultas
M: nada nada, solo pensaba en todas las atracciones que hay, pero tranquila, solo son toboganes con agua- reí maliciosamente -
Z: miedo me da, vamos a cambiarnos

Cuando nos cambiamos y llegamos al sitio, me quedé flipando con todos los toboganes que había, madre mía, había uno que creo que era igual de empinado que la pared.

Z: puta rubia, tu quieres matarme aquí
M:¿qué pasa Zulema?, solo son toboganes con agua
Z: pues si yo subo ahí, tu también
M: que si, venga vamos a pillar sitio en las mesas antes de que se haga la hora de comer.

Fuimos a pillar una mesa de picnic,dejamos allí las bolsas y nos fuimos a tirarnos por todos los toboganes.

Después de casi dos microinfartos en esos putos toboganes, llegó la hora de comer y fuimos a la mesa que habíamos cogido.

M:¿y bien?
Z: vale vale, no eran solo toboganes con agua, pensaba que sería más aburrido la verdad
M: conmigo de fiesta no te vas a aburrir, eso te lo aseguro
Z: eso ya lo he comprobado, pareces un terremoto, no paras, y yo ya estoy mayor eh
M: tu, ¿mayor?, no me hagas reír
Z: es la verdad- reí -
M: entonces también estás mayor para atracar todas las putas joyerías de la ciudad, ¿no?
Z: que va, para eso tengo la misma edad que tú, o menos incluso- nos reímos -

Después de unas cuantas bromas, llegó la comida, paella.

M:¿nunca la has probado?
Z: no, pero huele bien
M: anda come, que luego nos vamos a descansar al hotel y luego ya llega lo mejor- me acordé del apagón, me hacía ilusión -
Z: eso digo yo, viene lo mejor- me acordé de la sorpresa para la rubia -

Comimos la paella, la verdad es que estaba buenísima, después nos fuimos al hotel a descansar.

Z: me vas a matar del cansancio rubia
M: antes de morir, intenta al menos aguantar hasta esta noche- reí -
Z: puta rubia- reí -

La rubia se durmió antes que yo, me quedé mirándola un momento, y empecé a repasar todo lo que me había pasado desde que salí de la cárcel, me había puesto a vivir con la rubia, quién lo diría,además, salíamos de fiesta todas las semanas, y yo no soy de ir mucho a fiestas, pero alguna fuerza dentro de mí me obliga a ir, al fin y al cabo, la convivencia hasta el momento no ha sido mala, quitando de pequeños enfados que se nos pasaban enseguida, y esos momentos en los que había una cierta tensión, pero no era de manera negativa, no sabría explicarlo, pero no me disgustaba, estaba sumergida en mis pensamientos cuando la rubia me habló.

M:¿Zulema?
Z: dime
M: joder que susto, estabas ahí mirándome sin hablar, me has dado mal rollo joder
Z: puta rubia, estaba pensando
M:¿en qué?
Z: nada...en la vida
M: ¿dudas existenciales?
Z:más o menos, pero bueno, voy a dormir que supongo que esta noche no nos vamos a ir a dormir pronto
M: supones bien- nos reimos -

Nos dormimos las dos, cuando me desperté, Maca todavía estaba durmiendo, con sus típicos sonidos de ardilla, iba a levantarme pero me empezó a doler un poco la cabeza y me tuve que sentar, no le di mayor importancia, me tomé un Ibuprofeno y se me pasó, después de un rato, la rubia se despertó.

Z: la bella durmiente
M:buf, ¿qué hora es?
Z: las 17:00, ¿vamos a la playa?
M: vale, tenemos tiempo hasta las 19:30

Nos arreglamos para ir a la playa, estuvimos salpicándonos con el agua y tomando el sol, hasta que llegó la hora de ir al hotel a cambiarnos, estaba nerviosa porque por fin vería la sorpresa, no era nada material, bueno una parte sí, pero lo principal era algo que a mí me gustaba bastante.

Nos cambiamos y nos fuimos hacia la discoteca, la verdad es que era mucho más grande de lo que me esperaba, estaba todo lleno de gente, había algunos  reservados , la discoteca no tenía techo, era al aire libre, esto facilitaría la sorpresa, y el dj estaba en un escenario poniendo música.

Cuando entramos y dimos nuestros nombres, el chico de la entrada me miró con una sonrisa, era el mismo que había venido a la habitación para confirmarlo todo, yo le sonreí y seguimos nuestro camino.

M:¿ estabas ligando con el de la entrada?
Z: no exactamente rubia,venga vamos

Entramos dentro y era mucho más grande por dentro que por fuera.

Z: joder, aquí te descuidas un momento y te pierdes, esto es muy grande rubia
M:si, pero no nos separamos mucho y ya
Z:vamos a pedir algo

Estuvimos bailando mientras bebíamos, pero no íbamos tan borrachas como ayer, miré la hora y eran las 23:30, no faltaba nada para que pudiese verlo y yo inexplicablemente, estaba nerviosa, no sabía el motivo, pero el que le gustara o no, me iba a afectar aunque no quería reconocerlo.

De un momento a otro un chico se le acercó a la rubia, le susurró algo al oído, y Maca lo miró, le dijo algo al oído y el chico casi se fue corriendo.

Z: ¿qué le has dicho?
M: le he invitado amablemente a que se fuese con su grupo- reí -
Z: vale, puedo imaginarme lo que es amablemente- reí -

Estuvimos un rato en la barra y eran las 23:55.

Z: rubia, necesito que no te muevas de aquí
M: no te voy a dejar sola
Z: no es eso, pero hasta que yo te diga, no te muevas

Eran las 23:58, el dj estaba moviendo unas cosas, eran para que la sorpresa funcionara.

M: ¿qué miras tan atentamente?
Z: nada rubia, espera un poco anda
M: ¿tengo que esperar mucho más?
Z: no, esperate anda, que no queda nada

Ya no faltaba nada, 30 segundos, 30 segundos para lo que era el mayor regalo que yo había hecho.

Z: rubia, que ya casi está
M:¿el qué?

En ese momento empezó a hablar el dj.

D:¡ venga que ya no queda nada!
Z: rubia, tienes que mirar al escenario, no dejes de mirar enserio
M: vale vale, joder que misterio
Z: ahora lo verás
D: diez, nueve, ocho...

ZURENA {Del estadio al cielo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora