Capítulo 53

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Narra Macarena:

Cuando nos despertamos, bueno, mejor dicho, cuando yo me desperté casi a la hora de comer, Zulema no estaba en la caravana y supuse que se había ido a comprar la cama para el gato.

Me levanté y le di de comer al gato, después me puse el bikini pero antes de salir para bañarme me llamó Saray

M:¿pasa algo?
S: he encontrado dos sitios que nos pueden dar lo que me pediste
M: perfecto
S: en un rato te llamo y te digo si lo he podido conseguir
M: vale, gracias Saray

Colgué el teléfono y me fui un rato al lago, estuve  un rato nadando y cuando estaba saliendo del agua apareció Zulema con la cama del gato dentro de una caja.

Narra Zulema:

Me desperté por la mañana antes que la rubia, como siempre, hoy teníamos que hacer nuestro primer atraco, salí a fumarme un cigarro, me arreglé y me fui a por la cama para el gato.

Fui a la tienda de animales, cogí la cama y volví a la caravana, cuando llegué, estaba la rubia en bikini, toda mojada y con el pelo revuelto, acababa de salir del lago, me quedé mirándola un momento y me sacudí la cabeza, menos mal que no se había dado cuenta.

Z: rubia, tenemos que practicar la puntería
M: vale, me ducho y salgo

La rubia se fue a ducharse y yo fui abriendo la caja para colocar la cama del gato hasta que escuché que la rubia hablaba por teléfono.

M: perfecto, pues ya sabes, pero no se puede enterar
X:...
M: tú llegas de buena mañana, yo intentaré inventarme una excusa para que no salga de la caravana y la coges por sorpresa, no creo que se lo espere
X:...
M: ya sé que no le gustan estas cosas, pero lo va a entender, pero tú primero actúa como si nada, que no sospeche, y luego ya hacemos lo que tengamos que hacer, venga adiós

¿Quién cojones era?, estaban hablando me mi, estaba claro, han hablado algo de la caravana y las únicas que estamos aquí somos nosotras dos, pero, ¿por qué no quiere que me entere?

Después de un rato salió la rubia con unos baqueros cortos y una camisa de manga corta blanca

Z:¿con quién hablabas?
M:- me quedé helada al escuchar eso, estaba hablando con Saray de la sorpresa y no podía enterarse -eh...con nadie
Z:¿segura?
M:¿con quién voy a hablar?
Z:- estaba claro que me mentía, pero tenía que averiguar lo que era -

Salimos fuera para practicar la puntería, yo tenía más práctica con la pistola pero la rubia había acertado una de milagro.

M:¡joder!- volví a fallar -
Z:madre mia rubia, me voy a poner un chaleco antibalas por si acaso- reí - anda ven que no te estás colocando bien- me pegué a ella por detrás - mira, coloca la pierna izquierda delante de la derecha- la cojí de las manos y las puse en el arma junto a las mías, entonces empecé a hablarle al oído - tienes que poner esta mano en el sitio donde está el cargador para tener más precisión- colocó la mano en el sitio que le dije - y cuando vayas a disparar no muevas la mano que está en el gatillo, sino fallas seguro
M:- me empecé a poner muy tensa por la cercanía que había entre nosotras, así era imposible concentrarse, finalmente disparé a todas las latas que había y las acerté todas -
Z:- nos quedamos unos segundos en silencio pero cuando me di cuenta de lo cerca que estábamos me separé enseguida - bingo rubia, de premio hago yo la comida
M: pero si hoy te tocaba a ti cocinar- reí -
Z: bueno, pues si me enseñas a hacer una de esas llaves esta noche invito yo a unas pizzas
M: venga va

Empezamos a practicar y la rubia me enseñó una llave bastante fácil pero era buena, después de eso, Maca se sentó en el sofá con el gato mientras escribía algo en el móvil y yo me fumé un cigarro, cada vez que miraba a la rubia se le notaba más nerviosa y era por algo del teléfono.

ZURENA {Del estadio al cielo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora