Capítulo 85

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Narra Macarena:

Después de la noche en que Zulema me abrazó, me desperté sola, obvio, seguro que Zulema no iba a quedarse ahí conmigo, me levanté y como Zulema ya empezaba a tardar decidí ir a por la comida. Cuando llegó, la notaba diferente, a saber de dónde venía, prefiero no saberlo.

Terminamos de recoger todo y vino Saray a llevarse a Pelusa y al escorpión de Zulema y noté que se miraba raro con Zulema, me dio curiosidad el por qué de esas miradas pero aun así no dije nada, y luego me empezó a mirar a mí, a la primera se la correspondí y me susurró que le diese un beso a Zulema, otra vez con lo mismo, decidí evitar eso y seguir recogiendo.

Cuando acabamos de recoger todas las cosas que tenía que guardar, cogimos el coche y nos fuimos. Llegamos al día siguiente, entramos y vi a Mónica mirarme a lo lejos, la saludé y conseguimos pasar dentro, a mí me tocaba hacer de camarera junto a Zulema, a Goya le tocaba hacer de concinera, y Triana estaba en la otra parte del jardín junto a Flaca.

Estuvimos un rato sirviendo copas hasta que vi que una mujer se acercaba demasiado a Zulema, era ella, la tipa esa era Helena, no la conocía y ya me estaba cayendo mal, me estaban entrando unas ganas de partirle la cara, pero me tenía que contener, no podía montar una escenita de celos.

Al cabo de unos minutos vino Zulema a avisarme de que teníamos que ir dentro a por las armas, primero fue ella y luego entré yo, finalmente conseguimos coger las armas que estaban escondidas en la comida, y que Goya nos había conseguido guardar, salimos fuera para hacer tiempo hasta que llegase la novia, y Zulema se vino conmigo a una esquina para acabarse el cigarro.

Z:¿estás preparada rubia?
M: por supuesto, pero hay que tener mucho cuidado
Z: tranquila que está todo pensado, lo tengo todo calculado al milímetro
M: tan detallista como siempre
Z: ¿dudas de mis habilidades?
M: no, pero dudo de tu concentración, te acabas de quemar la chaqueta con el cigarro- reí -
Z:ostia- dije mientras me sacudía la pequeña mancha que había dejado el cigarro - mierda, bueno no pasa nada, es demasiado fea, esto no le va a hacer nada
M:- reí - bueno venga vamos a seguir que al final nos llaman la atención

Seguimos sirviendo copas a todos los invitados, la novia todavía no había llegado, ya no faltaba más de una hora, y no faltaba nadie por allí, a lo lejos pude divisar en alguna ocasión a Ramala con alguno de sus hombres, pero ningún contacto, aunque mi paciencia se acabó cuando volví a ver a la imbécil de Helena acercarse a Zulema.

Narra Zulema:

Todo estaba saliendo según lo planeado, teníamos todas las armas correspondientes y no habíamos levantado ninguna sospecha, la verdad es que no voy a negar que estaba nerviosa por si algo salía mal, pero mis preocupaciones se esfumaron cuando vi a la rubia sonreír, todavía me jodía decirlo pero sí, era por eso.

Serví alguna copa entre los invitados hasta que vi que se acercaba otra vez la insoportable de Helena.

H: ¿cómo estás guapa?
Z: no me llames así imbécil
H: pero bueno, ¿qué formas son esas de tratar a tu futura novia?
Z: me temo que esa no vas a ser tú- ya me estaba cansando -
H: sí lo voy a ser, o por las buenas o por las malas, tú decides
Z: pues vas a tener que intentarlo por las malas
H: muy bien, o te vienes conmigo, o me chivo a Ramala de que habéis escondido armas para robarle
Z:¿cómo?, eso es mentira- tenía que intentar disimular -
H: te he oído hablar con la rubia esa de bote
Z:- ahora sí que ya me había hecho explotar - no te atrevas a llamarla así imbécil
H: te doy cinco minutos para que te decidas cariño, voy a estar en aquella esquina

Perfecto, pues lo único que se me ocurría era bastante arriesgado, pero sin duda iba a disfrutar haciéndolo, aunque no lo podía hacer sola, necesitaba a alguien, y quien mejor que la rubia para esto. Tenía que hacerlo cuanto antes así que me comuniqué con ellas por el pinganillo.

Z: a ver, rubia necesito que vengas donde yo estoy, quiero que me ayudes con una cosita, Triana y Flaca, intentad cubirnos
T: vale, ¿pero pasa algo?
Z: está todo bien, tranquilas
M: ahora voy Zulema
G: coño jefas, ¿qué ha pasao'?
Z: nada gordi no te preocupes, tú a lo tuyo

No tardé mucho en encontrarme con la rubia, le expliqué lo que tenía pensado hacer e inesperadamente aceptó de inmediato, la verdad es que me sorprendió la rapidez con la que accedió a hacer esto, pero así sería mejor. Llegamos hasta donde estaba la zorra de Helena y empezamos a hablar.

H: hola amor, supongo que te has decidido
M:¿amor?, ¿pero tú de qué vas imbécil?
Z:- me sorprendió que lo soltase sin más, pero era normal, yo hubiese hecho lo mismo, a estas alturas, para qué mentir - ves, esto es lo que te decía
H: ¿qué hace aquí la rubia de bote?
Z:- vi que iba a pegarle pero la pegué a mí para que no hiciese nada, y otra vez se me aceleró el corazón por la poca distancia que había entre nosotras - Helena, vamos mejor fuera a hablar esto, ¿vale?
H:¿tiene que venir esta?
M: que te calles y salgas imbécil

Me hacía gracia ver a la rubia así, no era muy normal verla tan enfadada. Salimos fuera y en el momento en el que Maca y yo comprobamos que no nos veía nadie, empezamos nuestro plan, cogí mi pistola y le di un golpe en la cabeza, se cayó al suelo pero no estaba inconsciente, mejor, la rubia le dio una patada en la pierna, bastante fuerte, y la dejó coja, la cogimos de los brazos y la llevamos un poco más lejos, entre unos árboles, por si acaso había alguien.

H:¿se puede saber qué coño hacéis?
M: hacerle un favor al mundo y matarte
H: mentira, Zulema nunca mataría al amor de su vida
Z: al amor de mi vida no, pero a tí si

Empezamos a darle golpes por todo el cuerpo, empezamos por las piernas y le dejamos el tobillo y una rodilla rotos, y empezó a lamentarse.

H: ¿matadme ya no, no habéis tenido suficiente?
M: uy, pero si esto sólo es el principio, tú tranquila, que esto a a durar

Seguimos dándole golpes por todo el cuerpo, le dimos varias patadas en el abdomen, y algunas en la cara, estaba hecha mierda y con todo el cuerpo lleno de sangre, ya ni siquiera hablaba con claridad, pero eso me daba completamente igual. Seguimos dándole golpes hasta que volvió a hablar.

H: matadme ya, por favor, no aguanto más
M: yo tampoco puedo aguantar más viéndote esa cara, y mira que para mí sería mejor matarte, pero vamos a seguir un poquito más

Empezamos a darle puñetazos por todas las partes, hasta que la rubia le dio una patada en el estómago y cayó al suelo, entonces decidí que ya estaba bien, bueno, podría seguir perfectamente pero debíamos seguir con el plan.

Z: venga rubia vamos, que llega la novia y se nos pasa
M: ¿puedo dispararle?, lo necesito
Z:- reí - si eso te va a hacer sentir mejor, no te voy a decir que no, pero dale en la pierna, no la mates, que sufra y que agonice, que sea una muerte lenta y dolorosa
M: de acuerdo

Le pegó un tiro en la pierna derecha, menos mal que estábamos alejadas, y seguro que con la música que había no se iba a escuchar.

M: muchas gracias por ofrecerme esto
Z: lo has disfrutado eh
M: no me digas que tú no, esa zorra merecía morir
Z: pues sí, la verdad es que sí, pero veo demasiado odio hacia ella y ni siquiera la conoces, ¿hay algún motivo rubia?- dije preguntando burlonamente -
M- ni de coña le digo que es porque estaba celosa - no, simplemente es una imbécil y me estaba dando mucha rabia su forma de hablar, nada más
Z: claro, venga vamos dentro

Seguimos con nuestro plan, como sospechaba, nadie había oído nada gracias al gran volumen que tenía la música y pudimos volver a servir como si nada.

Pasó una media hora cuando la novia por fin llegó, iba ya con su vestido blanco y con su futuro marido, entró a la fiesta, se unió a todos y empezó a bailar con los demás, esta era la oportunidad perfecta para robar la tiara y salir sin levantar sospechas, o eso creía yo.

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Madre mía lo que he disfrutado escribiendo esto JSJSJSJSJSJS :)

Estaba durando mucho ya eh😙😌

¿conseguirán todo lo que querían?
¿habrá complicaciones?
¿habrá heridos?

❤️❤️

ZURENA {Del estadio al cielo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora