ZURENA {Del estadio al cielo}

Capítulo 78

Narra Macarena:

Zulema había salido y yo estaba tumbada en la cama con Pelusa, la verdad es que no tenía sueño, y lo único que tenía en la cabeza era otra vez ella, no paraba de pensar en ella ni un segundo, vale que había aceptado esto, pero me empezaba a agobiar de tanto tenerla en la cabeza, cada vez era más fuerte este pensamiento y yo no podía hacer nada por detenerlo.

Estuve un rato ahí pensando, hasta que empecé a escuchar ruidos extraños fuera, salí para ver qué pasaba, y vi algo que nunca pensé que podría ver, a Zulema borracha besando a un árbol.

M:¡Zulema!, deja de besar al árbol
Z: rubia déjame en paz con mi novio
M: Zulema tira para dentro ya
Z: que no, no me separes de él
M: madre mía menudo pedo me llevas, lo que te tengo que aguantar, anda vamos

Como pude, la metí dentro de la ducha, con ropa incluida, quería evitar ese momento incómodo.

Z: rubia me cago en tus muertos, que fría está el agua joder
M: de eso se trata, venga, ahora voy a salir y te vas a poner ropa seca y te vas a ir a dormir, venga
Z: joder vale

Me fui a la cama a dormir, bueno a intentarlo, porque los ruidos de Zulema cambiándose no me dejaban, cuando salió, se tumbó en la cama y se durmió enseguida.

A la mañana siguiente, me desperté yo antes que ella, cosa que me extrañó, pero después del pedo que llevaba ayer es comprensible.

Le di de comer a Pelusa, me vestí y hice el desayuno, cuando me senté a desayunar, noté que Zulema se estaba despertando.

Z: joder, si es que yo no soy de beber- dije mientras me tocaba la cabeza -
M: no si ya, a mi me lo vas a contar
Z: no me acuerdo de nada, ¿he hecho algo rubia?
M: que va, nada, eso sí, a tu novio el árbol lo ha meado Pelusa esta mañana
Z: mi novio el árbol...no me jodas rubia, madre mía, recuérdame que no vuelva a beber
M: si, porque sino a saber como acabas- reí -

El día pasó tranquilo, no discutimos, tampoco hablamos mucho, cada vez hablábamos menos, y a mi eso obviamente no me gustaba, y ahora que había aceptado mis sentimientos no podía disfrutar de los momentos junto a ella.

Pasaron unos días, seguíamos sin discutir, Zulema a veces se comportaba raro, pero tampoco hacía nada fuera de lo normal, se toma las pastillas como siempre, se pone a fumar y a jugar con Pelusa.

Yo ahora estaba sentada arriba de la caravana y Zulema estaba dentro con Pelusa, hasta que vi que me estaba llamado alguien al móvil.

S: ¿cómo está mi rubia favorita?
M: pues... aquí estamos
S: ya habéis discutío'
M: no, que va, si eso es justo lo que no hemos hecho, pero no se, cada vez pasamos menos tiempo juntas, y como comprenderás, pues no me gusta estar así
S: rubia que bonito, de verdad díselo a la cara que seguro que a ella también le molas, te lo digo yo
M: que no Saray que es imposible joder, lo mejor que puedo hacer es evitar esto y alejar esas sensaciones lo antes posible
S: esto es amor del bueno rubia, ya te digo yo que no va a ser tan fácil
M: Saray no ayudas- suspiré -
S: bueno, yo te digo lo que hay, pero vamos, que a mi comadre le molas
M: no Saray
S: que sí, que ella te daba duro ostia
M:¡Saray!- reí - que cosas tienes hija, anda no digas tonterías
S: pues no te lo creas, bueno, yo te llamaba pa' decidir el dia de la fiesta
M:¿dentro de una semana?
S: perfecto rubia, os venís a mi casa y luego ya vamos a la caravana
M: pues ahora se lo digo a Zulema
S: eso, y luego a follar
M: si, y luego te lo cuento
S: venga vale, bueno mejor no, no quiero detalles de eso, solo con que me lo confirmes me vale
M: si claro, venga adiós
S: adiós rubia

Colgué a Saray, iba a levantarme cuando vino Zulema por detrás y la vi con intenciones de preguntar.

M: antes de que digas nada, era Saray, que la semana que viene nos invita a comer a su casa
Z: ¿y tú qué sabes lo que iba a preguntar?
M: pues venga, dime lo que ibas a decir- me crucé de brazos y ladeé la cabeza -
Z:- suspiré - era eso- la había escuchado hablar con alguien y no he podido evitar preguntarle, pero sólo por curiosidad -
M: pues eso- reí -