Capítulo 71

551 58 351
                                    

Narra Zulema:

Ya no controlaba nada, ya no sabía ni lo que hacía, bueno, esto si, y tanto que lo sabía, pero ya me daba igual, mañana seguramente no me acordase de nada así que no me importaba.

Cuando se giró para irse a la cama, quise caminar hacia ella, la cogí del brazo para que se girase, pero se me metió el gato entre las piernas, tropecé y me caí, estaba encima de ella, teníamos las frentes pegadas, y nuestra respiración estaba mezclada, podíamos sentir el aliento caliente de la otra.

Nos miramos, sentí de nuevo esa sensación de atracción que habíamos sentido meses atrás cuando nos acostamos después de aquella fiesta, íbamos borrachas pero yo me acordaba perfectamente, y seguro que ella también.

Nos empezamos a acercar, inevitablemente, era como un imán, no podía salir de ese trance, y al parecer, la rubia tampoco.

Sentí sus labios finos chocar con los míos, primero un beso tímido, un beso que se hizo más intenso, nos levantamos como pudimos y poco a poco apoyó sus caderas contra las mías, que estaban presas contra el fregadero, yo la tenía cogida del cuello de la camiseta y ella a mí de las mejillas.

Empezamos a besarnos con más furia que pasión, aquello era una guerra en un beso, y cuando nos separamos, nos quedamos mirando, y me di cuenta de que esto no estaba bien, al parecer Maca lo notó y se dio la vuelta para irse a dormir, pero cuando se giró, algo dentro de mí cambió.

La cogí del pelo, la atraje hacia mí, mientras que la apoyaba de espaldas a mí contra la encimera de la cocina y colocaba una mano en su cabeza para que no se hiciese daño, y empecé a morderle el lóbulo de la oreja, gimió ante mi inesperado gesto y empecé a notar que una de sus manos bajaba hacia mi pantalón, yo hice lo mismo, pero ninguna se atrevía a dar el paso, se podía sentir el nerviosismo de la primera vez que follas con alguien y no la conoces, pero la diferencia es que nosotras ya nos conocíamos y ya habíamos follado una vez, aunque fue una borrachera, no sabes qué le gustará, qué le pondrá, qué le dolerá, qué querrá hacer, qué actitudes tendrá, no sabíamos qué hacer.

Empecé a bajar por su cuello y me atreví a meter una de mis manos dentro de su pantalón, ella se dió la vuelta y hizo lo mismo, metí mi mano en sus bragas a la misma vez que ella lo hacía conmigo, y pude comprobar dos cosas, que la rubia estaba muy mojada, pero yo también.

Gemimos a la vez ante el tacto de la otra, y las dos empezamos a la vez con los movimientos circulares sobre el clítoris, nos sosteníamos la una a la otra, apoyadas en una pequeña mesa que había.

Llevábamos un buen rato igual, torturándonos de la misma forma, hasta que la rubia abrió un poco más sus piernas y entendí la señal, sin previo aviso metí dos dedos dentro de ella y me gimió en el oído, cosa que me puso muchísimo y aumenté mis movimientos dentro de ella, y cuando noté que ella estaba a punto de llegar al orgasmo, me metió dos dedos dentro de mí y gemí muy fuerte, intentaba controlar los gemido pero era inevitable, reduje la velocidad a la que estaba embistiéndola y seguimos el mismo ritmo, hasta que llegamos al orgasmo juntas.

No nos separamos ni un segundo, yo me levanté un poco para coger la cara de la rubia y ella me chupó los dos dedos de manera agresiva, y decidió seguir con esto.

Me dejó varios besos por el cuello, ese era mi punto débil y ella lo notó, y estuvo un rato torturándome en la misma zona, hasta que empezó a bajar hasta llegar a mis pechos, primero mordió uno, y cuando notó que estaba erecto, a causa de que la ropa que llevaba era muy fina, se dirigió hacia el otro repitiendo la misma acción, mientras que yo estaba apoyada en la encimera.

De repente me acercó hacia ella, metió sus manos en mi pantalón y me metió un dedo por sorpresa, a lo que yo gemí en su oído, me empezó a respirar en la oreja, cosa que me puso bastante y yo empecé a deslizar mi mano hacia su pantalón, metí mi mano poco a poco, me hice espacio a través de sus bragas y metí dos dedos, empezamos las dos a moverlos, primero de manera lenta, pero cuando ya llevábamos un buen rato, decidimos aumentar el ritmo y ella añadió otro dedo más, y después de unos minutos volvimos a llegar las dos juntas al que creo sin ninguna duda que había sido el mejor orgasmo de mi vida.

La música seguía sonando y nosotras seguíamos igual, después de recuperarnos de otro orgasmo, la cogí y empecé a darle besos por el cuello, bajando poco a poco hasta sus pechos, y como tenía los botones de la camiseta abierta, pude acceder a ellos fácilmente, mientras ella se movía y seguíamos el ritmo de la música.

De un momento a otro, caímos en la cama, yo encima de ella, y me empezó a besar otra vez en la misma parte sensible del cuello, en un movimiento rápido, me giró haciendo que yo quedase abajo, y ella arriba, colocó su cabeza a un lado de la mía y me metió dos dedos otra vez,  yo la imité, me empezó a gemir en el oído y me puse muy cachonda, para qué negarlo, como pudimos, nos levantamos y volvimos otra vez a la misma mesa donde todo había empezado, sin parar de movernos una dentro de la otra, cuando llegamos al orgasmo por cuarta vez juntas, nos recompusimos como pudimos, una encima de la otra, y de repente la música cambió a una más fiestera, y empezamos a bailar y a saltar como si estuviésemos en una discoteca, movíamos los brazos de arriba a abajo, saltábamos, nos reíamos, ajenas a todo lo que acababa de pasar, parecíamos dos adolescentes de fiesta, de vez en cuando nos abrazábamos por detrás mientras bailábamos, hasta que la música dejó de sonar y caímos rendidas en la cama, segundos después ha estábamos dormidas.

Esa noche nos entregamos la una a la otra, no hicieron falta palabras, sólo se escuchaban gemidos como "ah...Zulema"  y "joder rubia", y no dijimos nada más, no hacían falta decir nada, lo hecho, hecho estaba, ahora tocaba asumir las consecuencias.

~

No se me da bien escribir estas cosas así que espero no decepcionaros :)... bueno, al menos tenéis la noche de setso ya porque ya tocaba :)

¿qué va a pasar después de esto?
¿aceptarán sus sentimientos?

❤️❤️

ZURENA {Del estadio al cielo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora