Capítulo 48

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Narra Macarena:

Ese día me había levantado temprano pensando en darle de comer al gato, todavía no me acostumbraba y no hace falta decir que le echaba de menos, pero no me quedaba otra.

Me dormí y al despertar noté que Zulema estaba arriba, me subí y nos pusimos a repasar el plan hasta que Clara interrumpió con sus mensajes, me escribió un poema y no voy a negar que me reí mucho con Zulema, esta chica era muy pesada.

Cenamos y yo me quedé recogiendo las cosas, luego me subía arriba y me empezó a hablar.

Z:Maca
M:dime
Z:gracias
M:¿por?
Z: por defenderme...el otro día, en la discoteca, me lo ha dicho Saray
M: ah bueno...no fue nada
Z: bueno nada...me iba a pegar un botellazo- reí -
M: si pero yo la paré porque la botella que llevaba era muy cara- estaba picándola, me encantaba cuando estábamos así -
Z:que graciosilla- reimos -
M:oye
Z:que
M:¿el agua del lago es buena para bañarse?
Z:si, ¿te vas a bañar ahora?
M: si hombre, solo quería saberlo, que todavía hace calor

Pasaron unos minutos hasta que Zulema volvió a hablar.

Z:rubia
M:- no dije nada, solo la miré -
Z:¿por qué no querías contar que jugabas a fútbol?
M: no lo sabe nadie, bueno salvo mis compañeras, Saray y tú, mis padres me apuntaron a ballet, pero yo me escapaba y me iba a jugar al campo, nunca se lo dije, ni siquiera a mi hermano, a ellos no les gustaba el fútbol, y no quería contárselo por miedo a que me prohibieran volver a jugar
Z:joder...bueno pues aquí tienes todo el espacio para jugar, eso sí, como me des con la pelota te la pincho
M:¿qué pelota?, si no he traído nada, no tengo nada para hacer deporte, ahora supongo que me pondré a correr o algo, ya veremos
Z: buf- me toqué la cabeza, me empezaba a doler-
M: ¿estás bien?
Z: no, me duele la cabeza
M: anda abuela, vamos dentro y te tomas algo
Z: da gusto que te cuiden así- dije irónicamente -
M: y encima gratis, no te quejes

Nos fuimos dentro de la caravana, le di una pastilla y se durmió, yo tardé un poco más porque tenía frío, quería taparme pero tenía a Zulema muy cerca y no quería despertarla, vi en el suelo una sudadera suya, me la puse y me dormí enseguida.

ZURENA {Del estadio al cielo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora