Camila apoyó sus brazos en el barandal del balcón y se concentró en admirar la ciudad. Era pequeña, sí. Pero eso realmente no quitaba el hecho de que también era muy bonita y que sin duda alguna le había dado algunos de los mejores momentos que había compartido con Zabdiel. Porque con Zabdiel absolutamente todo era mejor, no tenía duda alguna de ello.Y es que a pesar de haber viajado tanto por cuestiones de trabajo este se podía considerar como el mejor viaje de todos. La ciudad. Los paisajes. Las personas. La comida. ¡Todo era tan jodidamente perfecto que por un segundo tuvo la sensación de que estaba soñando!
Cerró sus ojos un momento y pudo escuchar el sonido de la puerta de la habitación; primero abriéndose y después cerrándose.
—¿Sabes?—murmuró su novio caminando en dirección a ella.—Cuando estaba por entrar en el hotel me encontré con algunos fans…me pidieron un par de autógrafos y nos tiramos un par de fotos…—ella sonrío antes de girarse para poder mirarlo.
—¡Qué bien!
—No tengo idea de cómo lo hicieron pero se las ingeniaron para saber que estaba aquí y traerme regalos…—ella se rio en voz baja y avanzó hasta él con pasos lentos. Los ojos de Zabdiel la miraron un breve segundo.—¿Qué hacías?—preguntó.
—Solo estaba pensando un poco.—anunció ella encogiéndose de hombros.
—¿Y puedo saber en qué pensabas?
—En este lugar. En nosotros.—hizo una pausa.—En todo, en realidad…
—Creo que sin duda alguna este es el viaje que más me ha gustado de todos los que he hecho…puedo viajar por el mundo entero pero al final de cuentas tú siempre sigues siendo mi lugar favorito.—las mejillas de Camila se sonrojaron de inmediato.
—Sé que las cosas entre nosotros no siempre han sido perfectas, que hemos tenido un montón de altos y bajo como cualquier otra pareja normal pero no tienes ni idea de la manera en la que agradezco a Dios por el hecho de que sigas aquí, Zab…de que sigas a mi lado…
—Pues es una suerte porque yo siempre voy a estar a tu lado…—hizo una pausa muy breve.—Y te lo he dicho la suficiente cantidad de veces como para que lo sepas de sobra…
—Lo sé de sobra.—respondió ella.—Pero me gusta escucharlo de todos modos…
Zabdiel se echó a reír antes de inclinarse sobre ella para dejar un beso sobre sus labios. Un beso que ella respondió más que feliz. El día pasó en un abrir y cerrar de ojos. Caminaron por las aceras tomados de las manos y aunque en más de una ocasión Zabdiel se había encontrado con fanáticas, ellas parecían comprender el momento.
Tímidamente se habían acercado a ellos para pedirle fotografías, no lo podía negar; al principio la idea de decirles que no había estado latente en él pero cuando se encontró con los ojos de su novia comprendió que no podía hacerlo. Se sacó algunas fotografías con ellas y después de eso cada una se alejó dejándolos solos de nueva cuenta. Comieron en restaurantes de comida rápida entre risas, charlas y recuerdos divertidos. Después pasearon por las calles más emblemáticas de la ciudad e hicieron algunas compras –los famosos souvenirs para los chicos- antes de volver al hotel.
Y aunque la idea de tener que volver a Miami les parecía horrible sabían que no podían quedarse aunque eso fuese lo que realmente quisieran. Camila largó un suspiro cuando se encontraron sentados sobre los asientos del avión.
Zabdiel la miró un momento tomando su mano para darle un pequeño apretón. Ella lo miró un momento y una pequeña sonrisa se formó en sus labios.
—Podemos volver en el momento en el que lo desees…—anunció.
—Nada me encantaría más.—aceptó.—Pero mientras estés acá no me importa si es en Miami o en cualquier otro lugar del planeta Tierra…con que estemos juntos es mucho más que perfecto…
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LA CHICA DEL VESTUARIO|ZABDIEL DE JESÚS|CNCO.
FanfictionDE LA CHICA DE LOS PATINES LLEGA: LA CHICA DEL VESTUARIO. "Una mirada siempre lo confesará todo". A ZABDILA'S STORY.