C11: London love.

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—La verdad es que espero que Danna jamás le cuente a Renato que en nuestro día libre decidimos organizarle una cita a ciegas con Christopher—musitó Erick jugueteando con una arrugada servilleta encima de la mesa.

Richard rio divertido y negó un poco. Camila los observó enzarzarse en una de las habituales peleas de hermanos que solían tener y negó un poco llevando sus ojos marrones hasta el menú de plástico que tenía entre las manos. —Camila...—la pelinegra apartó sus ojos de la hora y observó al boricua un momento.

Zabdiel estaba sentado frente a ella ofreciéndole ese tipo de sonrisa con la cual podía derretir un iceberg completo en cuestión de una fracción de segundo.

No sabía exactamente qué era lo que estaba pensando pero desde el día anterior tenía la fiel creencia que la sonrisa de Zabdiel estaba comenzando a tener un efecto mucho más intenso que antes.

Capaz era sólo una alucinación pero realmente no podría terminar de descifrar que era lo que sentía cuando ese hombre le sonreía de la manera en la que lo estaba haciendo justo en ese momento.

Se acomodó la bufanda en un acto nervioso y correspondió la sonrisa del chico tratando de no desmayarse o comenzar a tartamudear— ¿Qué pasa...?

Zabdiel suspiró. De nueva cuenta estaba comenzando a ser presa de los nervios. No es que fuese un cobarde o algo parecido...o tal vez si lo era pero realmente Camila no tenía por qué notarlo. La charla-pelea de los chicos cesó de golpe y entonces tres miradas curiosas se posaron en ellos completamente expectantes a cualquiera de sus movimientos. Zabdiel quiero pegarles en ese momento pero ya tendría tiempo después para reclamarles por ello.

—Uh ¿Te apetecería dar un paseo nocturno ahí?—cuestionó señalando en dirección al enorme cristal de la ventana que justamente daba al parque donde muchas personas caminaban. Entre ellas, demasiadas parejas. Las mejillas de Camila se sonrojaron un poco mientas su cerebro terminaba de procesar lo que estaba pasando.

¡No podía creer su suerte! ¡Zabdiel De Jesús Colón estaba invitándole a un paseo nocturno en un lugar que ciertamente parecía bastante romántico!

Él se quedó quieto y en silencio esperando por una respuesta de la chica sintiendo como su corazón comenzaba a latir desesperadamente dentro de su pecho y de cómo sus nervios iban en aumento. Cierto que la noche anterior ellos finalmente habían decidido comenzar a conocerse mejor pero era bastante notorio que Camila era una chica algo tímida.

—Yo...si—hizo una pausa— ¿Por qué no?—respondió encogiéndose de hombros tratando de parecer lo más despreocupadamente posible. ¡Quería a Danna, ya!

Los hombros de Zabdiel se relajaron en el momento en el que la alarma de rechazo se apagó dentro de su cabeza. ¡Camila había dicho que sí! Le ofreció una pequeña sonrisa y se quedó pensando un momento una vez más la manera tan repentina en la que esa chica había llegado a su vida y desde luego el impacto que había tenido en ella desde entonces.

Llevó su mirada hasta sus amigos que se sonreían entre sí pero permanecían en silencio lanzándole miradas de vez en cuando a sus respectivos platos de comida. Luego llevó sus ojos hasta Camila que permanecía con la vista clavada en la pantalla de su celular y automáticamente una extensa sonrisa se extendió en sus labios. ¡Por Dios que era bellísima!

Ella levantó la mirada y él le ofreció una sonrisa que hizo que de nueva cuenta la sonrisa del muchacho se hiciese presente porque definitivamente le gustaba la sonrisa de esa mujer. Las mejillas de Camila ardieron automáticamente y apartó la mirada un poco avergonzada. Zabdiel perdió el hilo de la conversación pues se había quedado oyendo sin realmente escuchar la charla hasta que la risa de Camila llenó el aire a hizo que su piel se estremeciera de golpe.

LA CHICA DEL VESTUARIO|ZABDIEL DE JESÚS|CNCO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora