C5: Palabra de niño explorador.

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Zabdiel De Jesús realmente no terminaba de comprender en que momento Camila Horvat se había colado en su cabeza pero no salía de ahí un solo momento del día. Le frustraba un poco pero más que frustración le daba demasiada curiosidad.

Al principio había pensado que se trataba simplemente porque era la nueva vestuarista de la banda y porque se trataba de la hija de Marcelle –la mujer que regularmente solía serlo- pero ahora se daba cuenta que en realidad esa chica no salía de su cabeza por otro motivo.

Él jamás había sentido ese tipo de sensación en su vida, había escuchado cientos de veces sobre el amor pero era una cosa completamente diferente sentirlo, en caso de que eso fuese lo que le estuviese pasando.

¡No es amor! Se dijo a sí mismo. ¿O tal vez si?

¡No! Nadie era capaz de sentir amor instantáneamente a excepción de los padres que se enamoraban de sus hijos desde la primera vez que los veían.

¡Una locura! Eso era lo que él estaba pensando en ese momento.

Sin embargo, era completamente incapaz de dejar de pensar en la primera vez que la había visto frente a él, como si dentro de su cabeza hubiese una especie de proyector la imagen de Camila en compañía de Renato atravesando la puerta del salón de televisión de su casa se reproducía una y otra vez.

Lo primero de lo que Zabdiel se había dado cuenta era de lo lindos que eran sus ojos color ámbar, de la hermosa sonrisa que podía y de que parecía la chica más sencilla que había visto en su vida. Y es que la sonrisa de Camila realmente podría haber sido una de las tres sonrisas más hermosas sobre el orbe de la superficie terrestre y Zabdiel no lo discutiría jamás. Recordaba exactamente bien la manera en la que su corazón comenzó a latir descontroladamente dentro de su pecho cuando uno a uno se puso de pie para tenderle la mano y dale la bienvenida al equipo y aunque en ese entonces no comprendía por qué ahora realmente se daba cuenta.

¡Zabdiel De Jesús gustaba de Camila Horvat!

—¡Zabdiel!—le gritó Richard tratando de llamar su atención. Zabdiel apartó la mirada del techo y llevó sus ojos hasta Richard que permanecía observándolo con fijeza y el cepillo de dientes en la boca.

—¿Si?

—¿Se puede saber qué te pasa, loco?—cuestionó soltando una pequeña risita.—Estás en modo retraído desde que volvimos del restaurante. Es como sí...como si tu mente se hubiese ido de viaje a otra galaxia y no pudieses reaccionar...—comentó divertido.—Llevo media hora hablándote y tú en la luna...

—Estaba pensando simplemente—respondió el muchacho.

—Okay... ¿y en que se supone que estabas pensando de ese modo tan concentrado?—preguntó volviendo a entrar en el baño.

Zabdiel se sentó en la cama y soltó un largo suspiro llevando su mirada hasta la puerta del baño donde podía ver a Richard lavándose los dientes.

—En Danna—soltó. Richard lo miró un momento a través del espejo y Zabdiel negó—No de esa manera.—corrigió de inmediato.—en sí, estaba pensando en la amistad que Danna parece estar formando con Camila ¿eso es bueno, no?—musitó enarcando una de sus cejas.

—Estabas pensando en la amistad de Danna y Camila—repitió Richard.—Pues, supongo que si...Danna ahora no tiene que lidiar sólo con nosotros y Cami...bueno, para nadie es un secreto que no tiene una muy buena relación con Azul, así que...creo que son la primera amiga la una de la otra...es buenísimo...—observó el rubio. Zabdiel sonrió.—Pero algo me dice que realmente no era eso lo que estabas pensando...—comentó.

LA CHICA DEL VESTUARIO|ZABDIEL DE JESÚS|CNCO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora