C28: Querida Camila del pasado.

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—¿Estás enfadado conmigo porque dije que no quería casarme?—cuestionó Camila sin dejar de mirar a su novio que permanecía sentado encima de una tumbona de playa contemplando los arbustos del jardín.

—No.—respondió.

—¿Entonces qué es lo que pasa?—preguntó. Zabdiel la miró fijamente  y dejó escapar el aire de sus pulmones.—Zab…

—No es que esté enfadado, tendría que ser un tonto como para enfadarme por algo así, es simplemente que me quedé pensando…eso es todo.—susurró.—Además, tienes razón con lo que dijiste, somos demasiado jóvenes como para pensar en esas cosas y nuestra relación va al día…

—¿Pero…?—Zabdiel sonrió.

—Es que estaba pensando en que en los próximos días cuando me vaya de tour con los chicos no te veré en varias semanas o tal vez meses…—Camila negó.

—Mi amor…—comenzó.—Ya sé que va a ser un cambio un tanto repentino pero…es lo que hay.—le recordó encogiéndose de hombros de manera despreocupada.—además vamos a estar en contacto todo el tiempo, Zabdiel…

—Lo sé…pero de todas maneras no va a ser lo mismo…

—Pero tienes que seguir adelante…porque tienes posiblemente el compromiso más grande del mundo delante de ti y no puedes dejarlo sólo porque no vamos a vernos a diario…

—Te amo porque siempre tienes la razón en todo.—respondió él tomando su mano. Camila le ofreció una pequeña sonrisa.

—También te amo…muchísimo…

—Ay, por Dios. Lamento en serio tener que arruinar su momento Zabdila pero tienen que venir a la sala de televisión…—inquirió Joel sin mirarlos.

—¿Por qué no nos miras?—cuestionó su amigo. El rizado dejó escapar un largo suspiro y negó.

—Siento tanta pena por arruinar sus momentos románticos que ni siquiera puedo verlos a la cara…—bromeó haciéndolos reír.

—¡Joel!—se quejó la muchacha.

—¡Es broma…!

(…)

Dos semanas después…

Camila dejó escapar un largo suspiro antes de colocar sus manos encima del teclado de su computadora portátil. Se quedó en silencio un par de segundos tratando de procesar lo que quería escribir.

Querida Camila del pasado: comenzó.

Sólo escribo para darte un consejo. No te enfoques en las cosas malas que pasan en tu vida, la vida está llena de cosas malas y cada vez hay más rencor  y odio que amor y bondad. Aférrate a las personas buenas y no dejes que las malas envenenen tu alma ni que cambien tu esencia.

Puede que al principio todo te parezca una completa locura pero la locura siempre es parte de la vida. No hay una vida perfecta sino tiene toques de locura y aunque creas que no; tu vida es perfecta. Tienes amigos incondicionales e increíbles. Tienes el amor de un chico maravilloso y tienes a tu familia, y esa Camila; es el mejor tesoro que una persona puede tener.
Te sorprenderás al saber los alcances que la maldad puede tener pero aprenderás de ello y entonces serás  una mejor persona. Te servirá de ejemplo para querer ser mejor todos los días y para dar tanto amor como te sea posible.

Tendrás un empleo alucinante y todo en tu vida se irá acomodando de manera lenta pero concisa. No despegues los pies de la tierra y todo marchará bien.

Ah, y sobre todo…sigue siendo la voz de la conciencia de tu mejor amiga, está muy loca pero es una buena persona  y ese es el tipo de personas que vale la pena tener en tu vida.

Con amor, la Camila del futuro.

— ¿Cam?—la voz de Zabdiel se hizo presente. La chica le ofreció una pequeña sonrisa antes de cerrar el ordenador sobre sus piernas.—¿Qué haces, amor?—cuestionó el muchacho tomando asiento junto a ella en la tumbona del jardín de su casa.

—Estaba revisando algunas cosas y haciendo notas…

—¿Notas?—repitió.—¿para los vestuarios?

Camila negó.—Para la Camila que estoy dejando atrás…—confesó ofreciéndole una pequeña sonrisa.—Para que se mantenga con los pies sobre la Tierra y para que sepa que todo va a ir bien…
Zabdiel le sonrió.—A pesar de todas las cosas malas que nos han pasado…me gustan las cosas del modo en el que están…—Camila asintió.

—A mi también. Estamos juntos y aunque suene un poco egoísta o cruel; eso es todo lo que me importa…—hizo una pausa.—aunque la verdad es que también tengo que admitir que sentí un miedo terrible cuando…—negó.—bueno, cuando pasó todo lo del padre de Danna…

—¿Le contaste eso a la Camila del pasado?—cuestionó. Ella asintió de inmediato.—¿Y le contaste sobre mí?—una pequeña risita escapó de los labios de la chica.

—Sí, le dije que eres el chico más maravilloso sobre la faz de la Tierra y que con el simple hecho de tenerte su vida ya es perfecta…—Zabdiel le sonrió y se acercó lentamente a ella con la mera intención de besarla. Y lo realmente lo hubiese hecho de no haber sido por una risita divertida que lo hizo frenarse.

—¡Yo no estoy viendo nada!—murmuró Madison sin dejar de sonreírles. El chico se echó a reír y la atrajo hacia sí mismo para envolverla en un pequeño abrazo haciendo que las mejillas de la pequeña pelinegra se sonrojaran de inmediato.

—Maddie…

—¿Sabías que voy a ir con Erick a Argentina?—cuestionó llena de emoción. Camila se echó a reír y Zabdiel la miró sorprendida.

—Guau. Eso es increíble, Maddie.—respondió el muchacho.—Estoy muy seguro que te vas a divertir mucho...

—Y Erick me dijo que me puedo sentar con él en el avión.—les informó con una enorme sonrisa en los labios.

—Seguro va a ser divertido sentarte con Erick en el avión…—inquirió su hermana.—Y comerás mucho porque Erick siempre come mucho en los aviones…

—Pero…nunca me he subido a un avión…—reflexionó un momento después.—¿Qué pasa si se cae…?

—No va a caerse…—le prometió Zabdiel.—No te preocupes por eso y tampoco tienes porque tener miedo porque Erick no va a dejar que nada malo te pase, te lo prometo…

—¡Maddie!—la llamó Joel. La niña se separó de Zabdiel, les lanzó una sonrisa y luego se marchó en dirección al pelinegro que la esperaba con un par de vasos de cristal en las manos.
Camila dejó escapar un largo suspiro y Zabdiel le sonrió.—No puedo con la emoción de Madison…

—Ya somos dos…

—¿Sabes que es lo que más me gusta de que ahora seas oficialmente parte de nuestro equipo?—le cuestionó el muchacho entrelazando sus dedos con los de su novia.

Los ojos miel de Camila se quedaron estáticos en él y negó un poco sin saber realmente que era lo que él iba a decir pero sabía perfectamente que él era un chico con un corazón enorme y muy dulce. Esa era la razón por la que Camila Horvat se había enamorado de él en primer lugar.

—¿Qué cosa?—inquirió sonriéndole débilmente.

—Que ahora si no nos vamos a separar un solo segundo…—respondió acercándose a ella lentamente. Camila rio en voz baja y cerró sus ojos cuando sintió la calidez del aliento de Zabdiel chocando directamente contra sus mejillas. Zabdiel sonrió victorioso.

Amaba a esa chica. Amaba la idea de saber que ella era feliz; que él la hacía feliz.

—Zab…—susurró la chica.

—Te quiero besar…—confesó apoyando su frente en la de la pelinegra. La cercanía que estaban compartiendo era tan íntima. La suficiente como para sentir la manera en la que su piel se erizaba pero  insuficiente como para rozar sus labios.

—Quiero que me beses…ahora mismo…

(…)

—¿Qué es lo que te pasa?—cuestionó Camila sin dejar de mirar a Danna que permanecía en silencio contemplando la pantalla plasma sin prestarle atención en absoluto.

—Nada, sólo estaba pensando un poco…—susurró.

—¿Y puedo saber en qué piensas? Porque pareces demasiado concentrada en eso…

—En Marcus, en Azul. En los chicos, en Renato. En Amber. En todo y en nada a la vez.—respondió.—Es que siento que todo ha sido tan rápido, he vivido tantas cosas con ellos que no sé…de repente no me parece más que un sueño por un lado y una pesadilla por el otro…—inquirió estirando su mano para tomar la fotografía de los dos niños que permanecían tan sonrientes mirando a la cámara.—En Sebastián…

—Estoy muy segura que Sebastián estaría totalmente orgulloso de ver la chica tan valiente en la que te has convertido, Danna…

—¿Cómo lo sabes?—cuestionó mirándola fugazmente. Camila le sonrió.

—Porque era tu hermano. Y tú para mi eres como mi hermana y te juro que me siento completamente orgullosa de ti por la persona tan valiente en la que te has convertido, Dan…por eso. Además los chicos y Renato también se sienten muy orgullosos de ti por eso.—le espetó ofreciéndole otra sonrisa.—Sé que estás un poco triste porque mañana nos vamos con los chicos y no vamos a poder estar en tu competencia pero te juro que todo va a ser tan rápido…

—¿Cómo se siente ser oficialmente la nueva estilista de los chicos?—le preguntó cambiando de tema. Camila dejó escapar un largo suspiro y sonrió.

—Es increíble.—respondió.—aunque tengo una poco la impresión de que Zabdiel tuvo algo que ver…

Danna negó.—Si Renato no hubiese creído que eras completamente capaz de hacerlo entonces nunca te habría contratado para ser la estilista de los chicos, Cam.—le explicó.—Papá es un poco paranoico con todo lo que tiene que ver con ellos así que te aseguro que todo es por méritos propios…

—Pues de todos modos es increíble…—murmuró.—Es que ni siquiera puedo creérmelo…—rio.—Aunque por otro lado es una pena porque cuando nos vayamos al tour tú no podrás venir por la pista…

Danna suspiró.—Bueno, no todo en la vida puede ser tan perfecto ¿no?—se rio—mejor pensemos en todas las cosas buenas que se vienen y no en las malas.—añadió.—Además…ya deberías estar dormida porque mañana se tienen que levantar temprano para tomar su vuelo…

—Puede que lo voy a decir suene como a una gran estupidez porque no es la primera vez que lo hago pero siento que es un poco complicado tratar dormir cuando sabes que vas a viajar directamente a tu nuevo trabajo…

—Eres increíble en lo que haces, Cami…no tienes nada de qué preocuparte…—le dijo su mejor amiga.—Tienes que ir dejando los nervios atrás…han pasado varias semanas desde que el tour terminó el año pasado y ahora estás a punto de volver a la acción…no es como la primera vez, esta vez es mucho mejor…—Camila le sonrió y posó sus ojos en la fotografía que Danna tenía entre sus manos. Esa donde ella y Sebastián parecían tan felices.

Por alguna extraña razón que no era capaz de comprender a Camila le encantaba esa fotografía, probablemente era por la manera tan tierna en la que ellos lucían, no lo sabía a ciencia cierta pero era increíblemente adorable.

—En verdad me hubiese gustado demasiado que fueses mi hermana, Danna…no tienes ni idea de cuánto…

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A veces los deseos se vuelven realidad, querida Camila Horvat.

Besos, Glo, xxx.

LA CHICA DEL VESTUARIO|ZABDIEL DE JESÚS|CNCO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora