—¡Camila! ¡Espera, por favor!—le gritó Zabdiel y apenas la tuvo a su alcance la abrazó con fuerza consiguiendo que ella se quebraba en sus brazos de forma instantánea.
Las lágrimas bajaban lentamente por sus mejillas creando riachuelos que eran imposibles de controlar que terminaban impregnándose en la camisa de Zabdiel pero no es que a ninguno de los dos les importase demasiado de todos modos, sentía un dolor inmenso al saber que era hija de un hombre que todo lo que era capaz de sentir era odio por su propia hija ¿Quién rayos quería tener un padre así? Por lo menos Camila no.
Se aferró a los brazos de Zabdiel y él besó su frente de manera cariñosa mientras sollozaba con fuerza sin apartarse ni un solo centímetro de ella. Quería hacerle saber que él estaba junto a ella y que no la dejaría ni un solo segundo, quería hacerla entender que comprendía lo que estaba sintiendo y quería que se diese cuenta que si ella sentía dolor; Zabdiel también lo sentía. Eran uno mismo y la conexión y el amor que sentían el uno por el otro los hacía participes a ambos de ello.
¡Su mejor amiga era su hermana! Se repetía la pelinegra en su mente una y otra vez. La palabra Positivo no salía de un cabeza ni un solo segundo, le hacía temblar el corazón y la hacía derramar lágrima tras lágrima. ¿En qué momento su vida se había complicado así...? ¿En qué momento las cosas se habían tornado así de turbias para ella...?
—¿Por qué Zabdiel? ¡¿Por qué?!—el boricua negó firmemente y la aferró con más fuera como sí tuviese miedo que ella se escapara de nuevo. No pretendía dejarla ir. Iba a quedarse con ella incluso si Camila le pedía que se fuese.
—No tengo ni idea directa de cómo es que debes estar sintiéndote pero me lo puedo imaginar. Y te prometo que no vas a pasar por esto sola, mi amor, me tienes a mí y tienes a los chicos. Tienes a Danna...que puede entenderte perfectamente bien porque están pasando por lo mismo—ella se apartó de golpe y negó.
—Ni siquiera puedo mirarla a los ojos, me da vergüenza el saber que mi madre fue la amante de su padre...—Zabdiel negó de inmediato.
—Eso no es culpa tuya Cam, ni de Danna. Tú no lo pediste, así se dieron las cosas y estoy completamente seguro que Danna lo entiende perfectamente y no va a culparte por nada. Los errores de sus padres son solo de ellos, ustedes no tienen por qué cargar con ellos. Sé que puede ser muy difícil y que puede llegar a doler mucho pero ninguna de las dos están solas, nos tienen a nosotros y todavía tienen un montón de cosas por las cuales luchar, tú por ejemplo; tienes a Madison... ¿recuerdas? Siempre has visto por ella, has salido adelante por ella, por ella es que decidiste unirte al tour en primer lugar y es por eso precisamente que nosotros estamos juntos, mi amor...—suspiró.
—¡Camila! ¡Espera, por favor!—le gritó Zabdiel y apenas la tuvo a su alcance la abrazó con fuerza consiguiendo que ella se quebraba en sus brazos de forma instantánea.
Las lágrimas bajaban lentamente por sus mejillas creando riachuelos que eran imposibles de controlar, sentía un dolor inmenso al saber que era hija de un hombre que todo lo que era capaz de sentir era odio por su propia hija ¿Quién rayos quería tener un padre así? Se aferró a los brazos de Zabdiel y él besó su frente de manera cariñosa mientras sollozaba con fuerza sin apartarse ni un solo centímetro.
¡Su mejor amiga era su hermana!
—¿Por qué Zabdiel? ¡¿Por qué?!—el boricua negó firmemente y la aferró con más fuera como sí tuviese miedo que ella se escapara de nuevo.
—No tengo ni idea de cómo es que debes estar sintiéndote, pero te prometo que no vas a pasar por esto sola, me tienes a mí y tienes a los chicos. Tienes a Danna...que puede entenderte perfectamente bien porque están pasando por lo mismo—ella se apartó de golpe y negó.
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LA CHICA DEL VESTUARIO|ZABDIEL DE JESÚS|CNCO.
FanfictionDE LA CHICA DE LOS PATINES LLEGA: LA CHICA DEL VESTUARIO. "Una mirada siempre lo confesará todo". A ZABDILA'S STORY.