LA CHICA DEL VESTUARIO|ZABDIEL DE JESÚS|CNCO.

C38: Fuerte.

Camila se removió incómoda en la cama, inspiró profundamente y trató de controlar las lágrimas que amenazaban con escapar d sus labios en cualquier momento. Las palabras de su madre retumbaban dentro de su cabeza una y otra vez provocándole un dolor inmenso que apenas y la dejaba respirar.
Si ella no era hija de Steve Horvat como había creído toda su vida ¿entonces quién era su padre?

Se incorporó en la cama al tiempo que un par de golpes se hacían presentes en la puerta de la habitación de Danna.—Adelante.—susurró apartando las pequeñas lágrimas que sin permiso alguno resbalaron por sus mejillas.

—Hola, mi amor.—saludó Zabdiel entrando en la habitación con una taza de porcelana en las manos.—¿Cómo estás?

—Bien, supongo.—susurró.

—La madre de Erick me dijo que esto iba a ayudarte a despejarte un poco y a descansar.—anunció colocando sobre la mesa de noche la humeante taza.

—No quiero descansar, Zab.—inquirió dejando escapar un largo suspiro.—No puedo parar de pensar en todo lo que está pasando, no puedo parar de pensar que mi papá no es mi papá y que viví engañada toda mi vida.—hizo una pausa.—Es que simplemente no puedo hacerlo…

—No es nada sencillo de asimilar, lo sé.—admitió él en voz baja.—Pero no puedes hacer nada para cambiar las cosas… ¿o hubieses preferido no entrarte jamás?—le cuestionó sin despegar sus ojos de los de la aturdida chica.

Camila dejó salir el aire de sus pulmones de manera lenta y negó lentamente.—No realmente.

—De eso es de lo que estoy hablando.—inquirió tomando sus manos.—Sé que las cosas no están siendo fáciles en este momento, que no paras de pensar en todo lo que está pasando pero si te sirve de algo…no estás sola. Me tienes a mí, tienes a los chicos, tienes a Danna…

—Ustedes son una bendición en mi vida.—murmuró sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas. Zabdiel negó lentamente y la envolvió en u largo abrazo.—No sé que habría hecho sin ustedes...

—Te amamos.—le dijo.—Todos. Eres parte de nuestra familia, te convertiste en parte de nuestra familia desde el momento en el que aceptaste suplir a tu madre cuando nos fuimos de gira…después te hiciste amiga de mi hermana y después mi novia. Somos familia. Y vas a seguir siendo parte de e sta familia disfuncional por mucho tiempo más ¿entiendes eso?—inquirió apartándose un poco para ofrecerle una amplia sonrisa.

—Te amo.—murmuró sin dejar de mirarlo.
Una pequeña sonrisa se formó en los labios del boricua.—Y yo también te amo, no tienes ni idea de cuánto…pero vamos…la esposa de Noah preparó algo rico de cenar…¿quieres venir?

—No tengo hambre.—susurrò ella dejando escapar el aire de sus pulmones.—Solo quiero dormir y pensar en todo lo que pasó el día de hoy…

—Cam…

—Es que me parece realmente increíble que el día que comenzó tan linddo haya terminado de esta manera.—murmurò pasándose las manos por el rostro en un acto de desesperación pura.—No me lo creo. Mi cerebro no termina de procesar lo que està pasando, Zabdiel…

—No puedo entender la manera en la que te sientes pero si de algo te sirve…no estás sola. Nos tienes a nosotros.—Camila se quedó en silencio un largo momento.

—Lo sé.—admitió poniéndose de pie. Zabdiel se quedó en silencio contemplándola fijamente mientras caminaba lentamente por la habitación de Danna. Parecía realmente perturbada y no es que la situación fuese para menos.—Sé que están todos ahí para mi y no tienes ni idea de la manera en la que lo agradezco, Zabdiel…