"Es Sólo Una Historia Más..." ✨𝐾𝐸𝑉𝐸𝐷𝐷¡!✨ [PAUSADA]

123. Bienvenida.

Kevin iba rápido y nuevamente sentia la exquisita y fresca brisa que le acariciaba sus manos y su cuello.

Tuvo un sentimiento extraño en volver al infierno que era su casa.

La brisa era fresca y relajante, el bonito sonido acelerado y vibrante que hacía su moto provocaba una gran calma y hacía reaccionar sus pensamientos.

Estaba nervioso por llegar a su casa, comenzó a pensar cualidades que podrían suceder de hecho llegó hasta creer que quizás su mamá manipulaba a su papá aún que no era muy probable, ya que Karl tiene un gran carácter y bueno, lo que lo caracterizaba es que él no deja que ninguna persona le diga algo.

Al recordarlo se tranquilizó, tenía la gran confianza en que solo se dedicaría en vivir el día a día junto a su padre.

Estaba llegando, en el camino vio unos cuantos globos que lo tomo por sorpresa.

Al llegar, habrió el garaje, dejando ahí estacionado su moto, recogió sus cosas y entro por el mismo garaje ya que literalmente había una puerta que al abrirla llegabas a la cocina.

Al entrar vio un gran cartel hecho a mano diciendo “¡BIENVENIDO!”, el lugar estaba lleno de globos y llegó Karl, Brenda se levantó del sofá.

Karl:
¡Llegaste!

Le abría los brazos para que su hijo lo abrace, cosa que sucedió.

Kevin:
¿Y toda esta sorpresa?

Brenda:
La hicimos porque hacía mucha falta tu presencia...

Kevin al escucharla, la miró seriamente.

Kevin:
¿Hicimos?

Brenda:
Lo sé, se que fue un error al haberte tratado así, eres mi único hijo y... Yo no quería dañarte así.

Kevin se quedó callado y Brenda estiró sus brazos, en los que había un regalo,  especificandolo, era mediano.

Brenda:
Sé que es poco, pero se que lo mereces.

Karl:
Anda hijo, recibelo.

Kevin miro a Karl confuso, Karl solo le sonreía mientras ponía su mano en la espalda del joven.

Luego Kevin miro a Brenda.

Kevin:
Lo que tú planeas, no te resultará, no gracias, yo no quiero tu regalo... No soy tan imbécil.

Brenda:
Pero kevin...

Karl perdio toda la paciencia y se puso en medio de ambos.

Karl:
Haber, haber, haber, yo no sé qué estupidez habrá pasado entre ustedes dos... Les recuerdo que yo casi muero, y si hubiera pasado ustedes seguirían odiandose.

Kevin:
No digas eso.

Karl:
Pero es una realidad, de pura suerte me salve y estoy aquí, a mi me hubiera encantado que los dos me hubiesen esperado en el hospital.

Brenda:
Karl, cálmate...

Karl
¡Estuve 3 meses y medio viendo si podía vivir, carajo! Solo quiero que volvamos a ser la familia que siempre fuimos y ya. ¿Es mucho pedir

Kevin:
No papá.

Karl:
Entonces dejen su egoísmo y su orgullo de un lado.

Kevin miró con odio y le quitó bruscamente el regalo de las manos a Brenda.

Kevin:
Solo lo hago por mi papá, no por ti.