"Es Sólo Una Historia Más..." ✨𝐾𝐸𝑉𝐸𝐷𝐷¡!✨ [PAUSADA]

125. Decepción.

Pasaron unos cuantos días, Kevin aún no habría su regalo al igual que no le tomaba importancia la presencia de Brenda, en pocas palabras, solo la ignoraba.

El sabia que Brenda tramaba algo entre manos, era obvio ya que la mujer actuaba de ciertas formas, con Karl era una forma y con Kevin era otra.

Y por esto mismo la conducta de Kevin era bastante fría y seca, evitaba entablar una conversación con Brenda, se negaba a todo lo que ella le ofrecía.

Ya apenas era un viernes, un cómodo y cálido fin de semana ya se acercaba.

Kevin ya estaba listo para irse al igual que Brenda (recalco que ella trabajaba), ambos se despidieron de Karl y Kevin ya se iba en su moto.

Brenda salió detrás de él con unos cuantos billetes.

Brenda:
¡Hey Kevin!

Kevin la ignoró y se fue en la moto.

Brenda:
No hay caso, Karl... Me quiere ver muerta, ¿Si quiera habrió mi regalo?

Karl:
No sé que estupidez hiciste para que te  ignore, tu regalo sigue igual ni lo tocó.

Brenda:
Solo se que algún día me aburrire del comportamiento de Kevin y, no es de tu incumbencia así que no te metas en dónde no te llamen.

Karl:
Debería de meterme.

Brenda:
Cómo sea, llegaré tarde.

Brenda se fue enojada, tan enojada que dió un fuerte portazo.

Karl espero a que esta se haya ido completamente, que almenos se aleje de la casa.

Al ver que la mujer desapareció por completo, este se fué rápidamente a la habitación matrimonial en el que compartía con Brenda.

Comenzó a registrar cada cosa de la mayor parte de la habitación en el que Brenda tenía entre sus cosas.

Se manchó ambas manos ya que había algún que otro producto de maquillaje.

Al parecer no encontró nada, además, en pleno desastre su conciencia lo frenó.

Karl:
Oh Karl... Espera, detente un rato y dime ¿Qué carajo estás haciendo? ¿Por qué registras las pertenencias de Brenda? Tu mujer no te engaña...

Aliviado, suspiró profundamente y comenzó ordenar todo como estaba antes.

Al terminar, se sentó en una esquina de la cama.

Veía triste su anillo de matrimonio, se levantó y se dirigió a un mueble junto un espejo que estaba frente de este.

Quería lavarse las manos, así que procedió a quitarse el anillo.

Al quitarselo y dejarlo sobre el mismo mueble, se fijó que había un pequeño cofre así como de joyería. Lentamente lo abrió y se encontro con el mismo anillo de Brenda.

Apenado lo tomó, cerrando y apretando los ojos al hacerlo, tuvo un mal sentimiento en el que le daba la respuesta contraria a su afirmación de que Brenda lo engañaba.