FINAL: Sin Destino

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"Yo juré que esquivaría todas las balas por ti, y no contaba con que tu fueses a dispararme"(Anónimo).



Kaira retrocedió para tomar aire al ver que la soldado de las alas, la cual caía al suelo con un hacha enterrada en el abdomen y una fea cortada por todo el pecho producto de Annia, sucumbía ante el dolor y caía derrotada. La batalla había culminado en cierto punto, tan solo quedaba Silvia y Ruth vivas, pues Alicia se había encargado de los últimos suspiros de Cuervo y Eva.

Ruth vio con dificultad como Silvia sacaba la última dosis de la droga de experimentación; era la que ella solía utilizar en el pasado para mantener un estado físico fuera de lo común. Al ver que se la quería inyectar intentó negarse pero no podía hablar ni moverse. No quería que ella muriera, no quiera seguir viviendo pues tampoco sentía el latido de Oli. Las lágrimas que salieron le quemaron como la sal en una herida abierta.

Al sentir el pinchazo en su cuello dio un gemido casi inaudible, luego dejó de oír el pulso de Silvia. El cuerpo de Ruth empezó a regenerarse a velocidades sorprendentes para que luego de cinco minutos estuviera como nueva.

— ¡SILVIA, OLIVER! —gritó al ponerse de pie escandalizada, encontrándose con ambos cadáveres destrozados e incluso el de Oliver descuartizado.

A lo lejos pudo ver el cuerpo de quien era uno de las dos personas dueñas de su corazón sin cabeza, con cortadas, heridas y quemaduras. El de Silvia tenía una horrible cortada y un hueco en el abdomen junto a quemaduras y varias cortadas en las rodillas. Lagrimas involuntarias corrieron por sus mejillas, no podía sonreír, aun si quisiera tan solo su rostro vestía una mueca amarga, una mueca que se transformó en una de odio y rabia.

— ¡USTEDES VAN, A, MORIR, TODOS! —gritó Ruth tan fuerte que se debió escuchar en toda la ciudad.

Kaira y Annia le rodearon por el lado derecho. Tiziana quien estaba llorando en silencio por la muerte de Eric le apuntó a lo lejos con su arco, Alicia le enfrentó por el frente y Franco e Samanta por la izquierda.

—Ruth, se acabó, estas rodeada y es imposible que salgas viva de esto, para ya —le suplicó Kaira con un tono serio y autoritario, reprimiendo las ganas de rogarle de rodillas que se entregara.

— ¿Acaso creen que la muerta seré yo? No me hagan reír bola de estúpidos, me inyecté una dosis de la droga experimental que me hacía fuerte hace tiempo, eso sumado a mis habilidades y mi organismo mejorado, significa que tengo una hora para matarlos a todos y cada uno de ustedes, empezando por Norman Greco —les explicó Ruth casi gruñendo mientras señalaba a Norman, quien estaba de rodillas inmóvil.

A lo lejos el sol ya comenzaba a asomarse y algunos soldados quedaban en la planta de abajo corrieron a la ubicación de la gran computadora. Norman miró la central con fuerzas renovadas, así muriera también el muriera, cumpliría la última voluntad de Eric, salvar al mundo.

—Ayúdame a llegar a la computadora central —le pidió Norman a Tiziana quien le asintió y le ofreció su mano para levantarse.

Norman aceptó su ayuda agarrando el hacha que le quedaba para sentir de nuevo la sangre fluir por su cuerpo. Confiaría en sus amigos, ellos podrían contra Ruth, o tal vez no, la idea era detenerla el tiempo suficiente.

La batalla dio inicio cuando Tiziana disparó una flecha que se abrió en una red envolviendo a Ruth y tirándola al suelo, luego Norman y ella empezaron a correr por jardín mientras todos los demás se lanzaban encima de Ruth para detenerla el mayor tiempo posible.

Aquello fue inútil, todos salieron volando metros atrás cuando Ruth se liberó, dándole una patada giratoria a Annia en el costado con su brazo abajo e rompiéndoselo al mismo tiempo. Alicia intentó ayudarle golpeándole el rostro a Ruth quien luego de escupir sangre le dio un cabezazo, rompiéndole así el tabique y casi una fracturándole el cráneo.

SIN DESTINO: EL INICIO (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora