Capitulo XXXVIII: Alpaxs

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"El hombre tiene que establecer un final para la guerra. Sino, ésta establecerá un fin para la humanidad". (John F. Kennedy).


Lugar de origen, Alemania. Hora exacta, sin datos. Día exacto, sin datos. Año de Filmación, sin datos.

Se podía apreciar en un tipo de video de calidad antigua pero para nada mala, un de laboratorio parecido a los que se usaban para experimentar armas biológicas o avances tecnológicos. Un hombre de mediana edad, de aspecto fornido y con piel pálida junto a escaso cabello rubio se paraba enfrente de la cámara haciendo el típico saludo nazi, alzar la mano hacia arriba.

Llevaba una bata de laboratorio de color negra con el Símbolo de la SS en el lado derecho del pecho. El hombre empezó a caminar hasta quedar enfrente de un pizarrón con fórmulas, números, algunos dibujos y ecuaciones que le acompañaban otras cosas.

—Hola, espero que mis espectadores se encuentren bien, no les doy las buenas noches, tardes o días ya que debo evitar ser lo más claro posible con la fecha de realización del proyecto Anti-humano, dirigido hacia nuestros aliados en la materia, Rusia, China y posiblemente Corea. Estamos a tan solo unos años de la finalización de la segunda guerra mundial, aun así, nadie nos asegura que otro conflicto bélico no se haga presente —terminó de explicar el doctor para luego hacerle unas señas a alguien que no aparecía en el radio de grabación de la cámara, aparentemente, avanzada para su época.

En un cerrar y abrir de ojos cuatro soldados de trajes oscuros con máscaras de gas, fusiles de asalto y armas parecidas a agujas muy finas, entraron en la escena dirigiendo a un hombre fuerte, de alta estatura, físico envidiable y piel blanca, casi igual que el doctor pero mucho más joven, el hombre perfecto del partido Nazi y la SS.

—Como ya sabrán, pertenezco a la Nación Roja, nuestros inversionistas de USA, Francia, Alemania, Rusia, China y Italia nos han financiado para crear un arma capaz de hacer dar a una guerra un giro de ciento ochenta grados, es decir, la posibilidad de matar mil soldados por el precio de uno.

El doctor de inmediato agarró una caja con el símbolo nazi y de la Nación Roja. Se esmeraba en quitar todos los compartimientos de seguridad, luego una especie de neblina blanca salió de tal caja, para entre sus manos cubiertas de guantes anti-radiación, agarrar lo que a simple vista parecía una vacuna con un suero verde brillante, con algunos tonos rojos.

—Un súper soldado, damas y caballeros, acá tenemos al futuro. Ya no más maquinas, armas, bombas, no, este soldado será capaz de masacrar a batallones enteros y tan solo unos cincuenta de ellos acabarán un país en días. Están en presencia de la nueva arma que acabará con todos sus enemigos en un abrir y cerrar de ojos, la verdadera arma de destrucción masiva.

A continuación el hombre que usarían de prueba denominado como "Julean Visloan", comenzaba a quitarse la camisa militar para ser amarrado a una camilla por los soldados de la SS. El hombre estaba nervioso pero sonreía, pues sería el orgullo de su país.

El doctor se acercaba lentamente para fijar la aguja en el brazo izquierdo del hombre, quien respiraba profundo y miraba al techo en busca de consuelo. Los soldados sacaron aquellas extrañas agujas y optaron por poner una posición defensiva, pues los experimentos del temido anterior doctor Josef Mengele les había dejado mal sabor de boca.

El doctor fijó la aguja en el brazo y al introducirla en la vena del hombre empezó a introducir el brillante líquido. El hombre se sintió confundido y decepcionado al no sentir nada, luego su sangre empezó a quemarle, tanto fue así que se movía como un animal amarrado en aquella camilla.

Los soldados asustados retrocedieron jalando al doctor para resguardarlo, luego fueron testigos de cómo el hombre gritaba endemoniado mientras sus ojos en totalidad se volvían de un negro intenso. Habían alterado su ADN buscando una mejora genética, tal vez más fuerza, tal vez mas reflejos, ¿Regeneración instantánea? Lo importante era, ¿lo habían logrado, habían crear el soldado perfecto?

SIN DESTINO: EL INICIO (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora