"27"

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My pussy taste like Pepsi cola...

Tenía un ritual marcado cada vez que me sentía rebasada de problemas, tontos o no, acaban afectándome en distintos grados y de cierta manera repercute en mis pocas horas de sueño, alargando las insanas noches de insomnio.

My eyes are wide like cherry pies...

Y es colocar música a todo volumen, encender el agua caliente y prender una vela aromática dentro del baño; me topé con la desagradable sorpresa de encontrar la última de cereza a la mitad, de un paquete de seis, señal de los bajones emocionales que he estado experimentando desde el comienzo del año escolar.

Me suelto el cabello y desenredo con los dedos los nudos, muevo la perilla y enseguida entro al pequeño cuadro, sumiendo el cuerpo en el vapor. Percibo cada poro en mi piel aflorar al entrar en contacto con el agua, tan caliente que podría preparar café con ella, pero así me agrada.

I got a sweet taste for men who are older...

Mi idea es despejar la mente, tener un momento a solas, incluso sin el picoteo irritante de mis cavilaciones, pero al parecer también fallaría en eso, el deseo de querer saber que estará haciendo Eros continúa apegado a mi conciencia. Almorzar a solas luego de más de un mes me hizo darme cuento lo acostumbrada que estoy de su compañía, de su voz quejumbrosa por lo mucho que detesta estar bajo el mando de su tío, de sus deseos de cambiar de vehículo, de lo extrañas que son algunas costumbres de este país, del suyo, del mío.

Lo extraño y me asusta sentirme así, pues no ha pasado tanto desde la última vez que le besé.

It's always been so it's no surprise...

Me restriego la piel con jabón, intercalando zonas para evitar quemarme con la temperatura. Después del escándalo en clase de deporte, Eros no se apareció por clases de francés. Pero sé por Hera que como yo no pisó detención, me exoneraron cuando oyeron mi relato a diferencia del escape de él, la institución necesita unos arreglos y siendo el ser caritativo que ha demostrado ser, se ofreció a cubrir los gastos.

No se me olvida la ayuda a las amigas unidas. Me refriego hasta que duele, inesperadamente molesta por esa nimiedad.

Come on baby, let's ride...

—¡We can scape to the great sunshine!—mi voz se fractura a medio canto—. I know your wife and she wouldn't mind...

La piel me arde, a través de las gotas en mis pestañas, diviso la piel tintada de rojo por manchones en las zonas donde el agua chocaba directamente. El vapor empieza asfixiarme, pero no es suficiente, todavía tengo el peso de los problemas sobre los hombros y esa estúpida creencia de que el agua caliente podría disolverlos.

Tanteo a ciegas entre los productos por el champú, aún bajo el chorro de agua, al tomarlo, la botella resbala de mi mano, más no consigo agacharme a recogerla, una corriente helada se cuela en la ducha y menos de un segundo después, la cortina se abre de golpe, sacándome un grito aterrador.

Quito el agua de mis ojos con el dorso de las manos, pensando que mi hermano me conseguirá muerta y desnuda en la ducha, me doy la vuelta temiendo lo peor de las situaciones, pero el corazón me cae a los pies de lo pesado que se ha vuelto al advertir la imagen frente a mí.

Eros vestido con nada más que su cadena, se sostiene la polla erecta apuntando al techo. La inesperada intervención me hace retroceder un paso, sintiendo mi boca llenarse de saliva al atisbar su manera de contemplarme, con necesidad y una exuberante cantidad de deseo atrapada en su sólida mirada. Sus ojos divagan por mi desnudez, su intenso escrutinio me avergüenza, le atino a cubrirme el pecho con los brazos, retrocediendo un paso extra. El agua cae cual cascada por mi rostro, tapando la erótica vista que Eros me está regalando.

The German Way #1 ✓ YA EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora