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"The crazy days, the city lights
The way you'd play with me like a child"
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂—Me arde la vista—la queja de Lulú llega a mis oídos como un zumbido. A través de reflejo de las luces neón, le observo bajar el videojuego al regazo. Se talla los ojos con el cuidado de no estropearse el maquillaje, no se ha despegado de la pantalla desde hace horas, empeñada en pasar todos los niveles del mundo—. He matado a tantos zombies que si me das un cuchillo, iré directo a clavárselo a quien me pidas.
La contemplo de soslayo, apretando los labios para no reírme de su extraña y bastante macabra sugerencia.
—Amor, estamos en una fiesta de Halloween, ¿qué mejor ocasión que esta para matar a alguien?—Hunter le sigue el juego.
Comparten una mirada confidente, sonriendo como si pudiesen leerse la mente y les agradara en sobremanera lo que han visto. Oscila la vista de uno al otro, rascándome la nuca.
—¿Será que Hera puede venir ya? Me están asustando.
Hera es incapaz de sentarse tranquila por más de tres minutos seguidos. Viene, toma un vaso de agua y vuelve a sus labores. Esta noche se convierte en un ser supremo omnisciente, está en ninguna parte y en todos los rincones y espacios a la misma vez, súper. Todo tiene que salir como ella, perfecto.
Nos ofrecimos ayudarla aunque tengamos la mente desierta de ideas de qué hacer, pero para algo serviríamos, no obstante, con Paula, Lourdes y las buenas amigas que comparten todo, tienen cada puesto de logística cubiertos.
Podríamos bajar a disfrutar del ambiente, la música, beber algún trago de contrabando que alguien consiguió escabullir... pero preferimos esperar a Hera. Mientras toda la diversión se desenvuelve en el piso inferior, los tres nos apropiamos de la misma zona de la semana anterior, lejos del ruido y el resto de la humanidad.
—Mantente cerca de nosotros, quizá guardemos misericordia por ti—modula Hunter, envolviendo un brazo alrededor de mis hombros. Repite el gesto con Lulú, expulsando un suspiro de alivio—. Que felicidad, por fin estoy con mis chicas sin que el imbécil de Eros quiera robarme el protagonismo.
—Porque no está—bromea Lulú, Hunter la aniquila de un vistazo.
—Gracias por lo que me toca—replica, bebiendo un trago del ¿qué? ¿Tercer vaso de cerveza rancia? Que Paula nos trajo a escondidas—. Las sobras de tu amistad.
Lulú ahoga su risa cuando le quita el vaso, bebe un trago y me lo pasa. Lo rechazo, el simple olor a alcohol me trae recuerdos míos, arrodillada frente al váter, regurgitando el tequila y los trozos de pizza, alitas y hamburguesas de la noche una semana atrás.
—Si en media hora Hera no regresa, me echaré a dormir aquí mismo—farfulla Lulú. Moviliza la vista de las escaleras a Hunter, una arruga naciendo en medio de sus de sus cejas—. ¿Tom vendrá?
La desilusión se adueña de Hunter, imperiosa en su rostro y postura desgarbada. Toma el vaso de vuelta, bebiendo el contenido sin realizar ni una mueca de desagrado.
El nombre del chico le cayó como una puñalada, no le culpo, no hemos sabido de su existencia desde esa noche que salimos a ese bar de dudosa reputación antes de partir de vacaciones y él no nos ha contado más sobre sus aventuras a escondidas, tampoco quisimos importunarle intentando hacer que hable demás, si no lo hace sus razones tendrá, confiamos en que lo hará después y puede que ese después, sea ahora mismo.
—No lo sé y esta noche la última de mis preocupaciones.
Lulú me envía una mirada veloz, tan pasmada como yo.
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The German Way #1 ✓ YA EN LIBRERÍAS
Genç Kurgu《COMPLETA》 Sol solo tiene en mente conseguir cupo en la universidad de sus sueños, Eros, de obtener su puesto como CEO en la compañía armamentista de su familia. Y a Sol. Ambos de personalidades fuertes, se ven envueltos en una relación de altos y b...