35

704 100 19
                                    

Oh sorpresa

—¡Despierten! — el grito consigue traerme a la consciencia en un instante —. Se nos hace tarde, nuestra práctica comienza en media hora.

Eso es suficiente para alterarme.

Pego un brinco de la cama y busco mi maleta por todos lados.

Archer ya está vestido y prácticamente listo mientras yo busco la manera de cambiarme.

—Oh dios... — escucho que musita, pero me preocupa más alistarme que mirarlo —. ¡Oh Dios! — lo miro y noto que ve horrorizado hacia la cama en la que estaba acostada.

Belcebú está ahí, con la cobija sólo cubriéndole las piernas y completamente adormilado.

Y a Archer parece que está a punto de explotarle la cabeza.

Tras unos segundos de confusión, al mirar que solo tengo la playera del demonio encima caigo en cuenta de lo que ocurre.

—Relájate — ordeno antes de que enloquezca.

—¿Ustedes...? — ni siquiera se atreve a pronunciarlo, y yo recuerdo que mi amigo no está al corriente de los últimos sucesos de mi vida.

—Shh, no es lo que parece — aseguro al borde de la histeria.

—¿No? — duda.

—Bueno, sí — confieso y su rostro se desencaja —. Pero no digas nada, silencio, sé que puedes mantener la calma.

Le veo claras ganas de explotar, sin embargo lucha por mantenerse sereno.

—¿Perdiste tu virginidad anoche con el demonio? — cuestiona en susurros para no despertarlo.

—Eh... no, en realidad no fue anoche... — confieso nerviosa y su expresión asombrada me recuerda que no le conté nada de eso.

—¿Qué?

—Escucha, esta no... — Belcebú se mueve y ambos nos sobresaltamos por ello —. Esta no es la primera vez que tengo algo con él — admito en susurros casi imperceptibles.

—¿¡Cómo!?

—¡Shhh!

—Vamos, Archer, Aradia me folló antes de venir aquí — escuchar al demonio nos deja paralizados a ambos, y éste sigue acostado con los ojos cerrados.

—Lo siento... sé que no te dije nada antes — me disculpo con el chico.

—Creí que tendría sexo primero, y ahora vienes y me dices que me has ganado y no sólo eso, sino con un demonio — admira sonriente.

Escucho que Belcebú empieza a reír y termino ruborizándome por lo incómodo que se ha tornado todo.

Recojo mi maleta del piso y la echo a la cama sobre Belcebú, pero la intercepta antes de que le caiga encima.

—Dense prisa si quieren llegar a tiempo — presiona Arch mientras voy a sacarme algo de ropa.

—Buenos días, Pecado — saluda Belcebú cuando me acerco a donde está.

—Buen día, Monstruo — correspondo.

Mi ropa del día son shorts de mezclilla y playera de tirantes negra.

Belcebú se para segundos después que comienzo a alistarme y está arreglado antes de que yo pueda terminar.

Corro al baño a lavarme los dientes y arreglar mi cabello y rostro tanto como me sea posible.

Tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora