Hoy es el baile.Los días han pasado, y todo ha cambiado e ido diferente. En mí y todo lo demás.
Todos estamos curándonos de los golpes y heridas de los últimos días, aunque unos más lento que otros.
Las heridas de Belcebú han tardado demasiado en sanar, y aunque él luce bien y se maneja normal, su estado de salud en riesgo existe.
Y respecto a eso el otro día pasó algo muy extraño...
Nos duchábamos juntos, y por curiosidad toqué una de las heridas que lleva en el abdomen.
Tuvo una molestia, pero resultó serle agradable.
Así es, Belcebú es todo un masoquista.
Mientras contemplo mi reflejo me siento dudosa.
El maquillaje ha quedado perfecto, pero hay algo que debo arreglar.
—¿Qué ocurre? — cuestiona Belcebú.
—Hay algo que no te dije... — confieso.
—¿Qué cosa?
—Pues... — tomo un poco de valor y hablo —: Zara y Christian me... me amenazaron.
—¿Cómo? — inquiere desconcertado.
—El día que llegaste a sacarme de aquel salón con Christian — recuerdo —. Zara dijo que debía conseguir que hoy tú fueras al baile con ella, de lo contrario Christian se encargaría. Y él... — trago saliva. No me siento lista —. Él dijo que sabe... sabe que... que tú pues... sabe lo que eres. Y dijo que se encargaría de que todos lo supieran, porque de esa forma terminarían asesinándote. Así que debía terminar contigo y orillarte a ir al baile con Zarah para que yo me quedara con Christian.
Me quedo en silencio.
No parece molesto, triste, asustado ni nada parecido.
Eso me preocupa.
—¿Por qué no me lo dijiste antes? — reprocha.
—Por todo el desastre que ocurrió, lo del ataque, lo que Caín te hizo, los últimos días no has estado en casa, además me has hecho pasar las noches en el abismo...
—Bien, descuida — la ecuanimidad del demonio me deja un poco perpleja —. A la mierda Zarah, Christian y sus putas amenazas. Vas a ponerte ese vestido que no me has querido mostrar e iremos al baile juntos. Sin miedo.
—Pero y si...
—Pecado, prácticamente le declaramos la guerra a Dios hace días, no hay nada que Christian pueda provocar ahora — explica y llega hasta la puerta del apartamento —. Volveré en media hora.
Se marcha y me deja sola.
Y mi cuerpo cobra una emoción avergonzante.
Corro a mi habitación para ponerme el vestido y terminar de alistarme.
(...)
Toca el timbre.
Doy un último y rápido vistazo y voy a abrir.
Y ahí está mi precioso demonio con el Smoking negro puesto, pero sin una camisa.
—¿Es una clase de broma...? — es lo que más deseo.
—No quisiste revelarme el color del vestido — se excusa y toca la tela de éste con el dorso de los dedos.
En un abrir y cerrar de ojos ya tiene puesta una camisa del mismo color que mi vestido.
—¿Nos vamos?
Asiento y salgo del apartamento.
—¿Te muestro algo? — encuesta deteniéndome y rodeándome entre sus brazos.
—Por supuesto — acepto
Me abraza más fuerte y pega la frente a mía.
—Cierra los ojos — pide.
Obedezco, y tras unos segundos de sentir una oscilación miro de nuevo.
—¡Vaya! — brinco sorprendida al mirar que estoy en la universidad ya.
—Alguna vez te dije que cuando me recuperara te sorprendería mucho más.
La música se escucha perfectamente desde aquí, y nos ponemos en marcha enseguida.
A los pocos segundos de avanzar encuentro a Zarah, con el cabello suelto y planchado, con un vestido negro brillante y pegado.
A poca distancia detrás de ella veo a Christian.
Me decido acercar a ella, y me mira cuando estoy cerca.
—Hola, querida — saludo —. Mi respuesta es no. No termino con Bael y él no bailará contigo esta noche ni ninguna.
Sigo de largo, veo al demonio dar un golpe ligero en el pecho a Christian como gesto final de algo que dijo.
Nos adentramos en el baile. Las luces tenues y la música lenta tienen a muchos bailando.
Y Belcebú me sorprende un poco al tomarme para bailar.
Sonrío mientras se acerca a besarme la mejilla, y al sentir su sonrisa un cosquilleo me llena el estómago.
Estoy profundamente enamorada del demonio que aborrecí y prometí ayudar para librarme de él.
Y se siente bien.
Está bien.
Estaremos bien.
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Gracias a todos por leer. ❤️Volveré con noticias en poco tiempo. ✨
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Tentación
ParanormalUn lluvioso viernes por la noche, Aradia y su amigo Archer se encuentran viendo una serie como cada fin de semana. Sin imaginar que esa noche será diferente a las demás, y el capítulo que miran se verá interrumpido por un apagón provocado por la to...