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En medio de la nada

Nada de lo que miro tiene sentido, sin embargo logro encontrarle similitud con el episodio que tuve en medio del bosque.

Las imágenes que pasan a mi alrededor no tienen relación entre sí. Hay una sacudida que oscurece todo, caigo al vacío y mi poca consciencia queda afligida mientras.

De un segundo a otro toco suelo, me demoro un momento en identificar el sitio donde estoy.

Árboles, hojas secas en el piso, un lugar desierto y lúgubre.

Me pongo de pie y miro que no haya nadie cerca, comienzo a caminar sin rumbo en busca de algo que consiga encontrar.

El bosque luce muy parecido a cuando estoy ahí, sin embargo la soledad se siente peor, pues ahora estoy segura (o eso quiero creer) de mi total soledad.

El cobertizo que encontré con Caín aparece en el lugar, y ya que no veo otra cosa cerca me dirijo allí.

Cuando estoy cerca logro escuchar ruidos bajos, sin embargo no puedo saber qué los provoca.

Sigo acercándome, en cuanto llego a la entrada reparo en que la puerta está entreabierta y me detengo al instante.

Vacilo indecisa entre entrar o marcharme, pero acabo entrando.

Echo un vistazo por el sitio hasta encontrar una escena inquietante en el fondo.

Una espalda ancha y varonil permanece desnuda a mi vista. El cabello rubio está amarrado con trenzas y no se encuentra solo.

Veo que carga contra una de las paredes a alguien, y es claro que está teniendo sexo con ese alguien.

Pero yo paso desapercibida.

Aunque quiero marcharme termino acercándome a Caín, y al ver el rostro de su acompañante el mío se queda sin color.

Ahí estoy, entre sus brazos.

Verme a mí misma con un chico en una situación así es insólito. No puedo asimilarlo y estoy petrificada.

El rubio gira la cabeza hacia mi dirección, sus ojos oscuros se encuentran con los míos dejándome trastornada, no creí que pudiera verme, ahora no deja de hacerlo.

Su expresión libidinosa muestra su placer deliberadamente, y ocupa eso para provocarme a mí mientras me mira.

Noto que la temperatura de la escena aumenta, y decido huir del cobertizo, pues no puedo presenciar más.


Una vez fuera corro por el bosque, pero como una trampa algo me hace tropezar.

Tardo varios segundos en reponerme, pues no he conseguido frenar el golpe y siento que me falta el aire.

Alzo la cara antes de ponerme de pie, sin embargo termino conmocionada al ver que ya no estoy en el bosque.

Estoy rodeada por criptas y tumbas, la noche es helada, el viento constante silva entre los árboles y oigo lejanos truenos que acompañan la ligera llovizna.

Me incorporo y comienzo a andar con cuidado de dónde piso, pues el suelo es irregular.

No sé dónde me encuentro con exactitud, por lo que tengo que buscar una salida de aquí.

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