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Origen destructivo

Las clases de los últimos dos días han sido suspendidas por la incesante lluvia y sus secuelas destructivas por la metrópoli.

La cuidado está inundada en su mayor parte, ya se hizo común encontrarse por la calle árboles y postes de luz tirados. E incluso fui testigo de que los autos nadan.

Mi madre debía regresar a casa para el martes, sin embargo los huracanes en la costa son aún peores de lo que sus problemas colaterales  causan en las ciudades alejadas del mar, y se le ha hecho imposible tomar un vuelo de vuelta.

Sin embargo eso nos dio tiempo suficiente para reubicar la estadía de Belcebú en el apartamento de enfrente.

Me paro a abrir la puerta cuando escucho que alguien ha tocado el timbre, y cuando lo hago me encuentro con un par de ojos azules.

Belcebú está recargado en el marco de la puerta actuando muy natural. Se me queda viendo un largo momento sin decir nada.

—¿Todo bien por aquí últimamente? — pregunta sin moverse.

—De maravilla.

—¿Nada fuera de lugar?

—No...

—¿Nada extraño que hayas notado?

—¿Debería preocuparme de algo, oficial? — averiguo cruzándome de brazos.

—Quizá de una bestia feroz que come niñas con bonitas piernas.

—¿No será el mismo Monstruo que tengo enfrente justo ahora?

—Aunque admito que me encantaría que este fuera el inicio de un juego perverso que tiene un lujurioso desenlace en tu cama, temo que estoy hablando en serio — sus palabras toman un tono más serio y no me gusta.

—¿A qué te refieres? — se endereza y me hago a un lado para dejar que entre al lugar antes de cerrar nuevamente.

—Hay un criminar suelto por aquí — comienza entrando a la sala con pasos largos pero lentos.

—Una parte de mí sigue creyendo que esto es parte de un juego.

—Sí, lo es, pero la partida no es nuestra.

No entiendo nada.

—Explícate.

—En el fin de semana que pasamos fuera la policía había comenzado a perder el interés en este sector — dice —. Pero han vuelto.

—No creerás que van a atraparte, ¿no?

—Lo curioso de esto es que ya no soy a quien buscan.

Eso me perturba. ¿Qué quiere decir? ¿Por qué la policía estaría por aquí de nuevo si no es precisamente a él a quien buscan?

—No estoy comprendiendo nada en absoluto...

—Asesinaron a alguien anoche — informa con frialdad y se me hiela la sangre.

—¿De qué estás hablando?

—Encontraron su cadaver esta mañana — continúa y me da un escalofrío.

—¿Qué? ¿Pero de quién? ¿Dónde fue eso?

—No sé mucho. Solo sé que esta mañana encontraron el cuerpo de una chica a menos de diez metros de la entrada del aparcamiento de visitas — me cuenta girando hacia mí. No parece preocupado, pero sí tenso —. Al parecer murió asfixiada y extrajeron toda la sangre de su cuerpo. No pude escuchar más.

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