La joven de cabello negro tenía que encargarse de su aula para ese día, pero, antes que nada, fue a una de las máquinas expendedoras por algo de tomar. Mientras regresaba a su aula se topó con algunas muchachas de clases superiores que iban en dirección a la salida del edificio. Conversó con ellas tranquilamente, como si no estuviera ocupada, y, durante la charla, recibió un mensaje de su rubia amiga avisando que se había adelantado.
Atinó a responder velozmente, pero llamó la atención de los presentes que pronto preguntaron llenas de curiosidad.
—Mh— se encogió de hombros—. Tsubaki fue a hablar con alguien.
—Ah, ¿no te va a esperar? — la muchacha negó con la cabeza mientras guardaba el aparato de donde lo había sacado—. Debe ser importante. Oh, ¿es una respuesta a una confesión?
—Mhm.
—Ayer debió dar chocolates honmei— comentó la otra superior—. Al menos va a recibir una contestación. No como, Suzuki-chan.
—¿Obsequió chocolates, senpai?
—Sí— suspiró la primera que había estado hablando, formando una mueca de tristeza cómica —. Pero no quiso recibirlos.
—Realmente no sé qué esperabas de Suguro-kun.
—¿Suguro-senpai?
—Sí. Él y Yukio-kun son muy populares. El año pasado aceptó los chocolates que le regalaron, pero este año los rechazó todos. Al menos Yukio-kun sí los aceptó indiscriminadamente.
—¿Por qué?
—Bueno. Empezó a salir con Rin-kun desde hace un tiempo. Todos lo sabíamos, siempre andan por ahí juntos, pero pensaron que de todas formas iba a aceptar lo que le dieran.
Takami se mostró sorprendida mientras una de sus superioras fingía llorar de manera dramática.
—¿Okumura-senpai y Suguro-senpai son novios?
—Sí. ¿No te ha tocado verlos en su burbujita rosa? — Suzuki chilló algo entre dientes exageradamente—. Concuerdo. Se ve que se quieren mucho. Por eso insisto que no veo por qué te aventuraste a darle algo por San Valentín.
—No quería una respuesta ni que lo dejara por mí. Solo quería dárselos, pero no los quiso.
—Ya, ya— le trató de consolar mientras la menor de las tres se había ensimismado ligeramente.
Pensó en una exclamación de compasión e impresión mientras esperaba que su amiga no sufriera mucho con la respuesta del más alto porque era más que obvio para ella que recibiría un rechazo total. Ay, y ella que había sonado tan alegre y emocionada en el mensaje, con emojis y todo. Suspiró, un poco desanimada ella misma.
...
Llamó a la otra muchacha repetidas veces, pero no recibió contestación más que un breve mensaje en el que pedía un momento a solas; ella lo entendió y no replicó nada al respecto. Terminó con todas las labores del aula, incluso había llevado algunas libretas y demás a su profesor, y partió del edificio escolar con una lentitud casi exasperante.
Divisó al mayor de los Okumura emergiendo por uno de los costados de la escuela con algo de apuro; vestía de manera muy desaliñada su uniforme y podía notar que transpiración cubría sutilmente su piel blanquecina.
—Hola, senpai— musitó la joven, recibiendo una sonrisa del más alto que, prácticamente, estaba trotando.
—¡Hey! ¿Ya saliste? — Rin empezó a descender velozmente por las escaleras, con la muchacha, que asintió, detrás de él—. Genial. Nos vemos mañana.
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Alfa y Omega
FanfictionAsí como las personalidades de los habitantes del planeta siempre salen de una u otra forma del promedio, los sexos y las condiciones de salud de una persona pueden variar sin necesidad de padecer alguna enfermedad. Un Omega que apenas emite feromon...