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El pequeño cuerpecito que se lanzó sobre la cama de Emmet causó que el hombre se despertara de golpe para encontrarse con los pies de su hija, quien se encontraba saltando sobre la cama una y otra vez

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El pequeño cuerpecito que se lanzó sobre la cama de Emmet causó que el hombre se despertara de golpe para encontrarse con los pies de su hija, quien se encontraba saltando sobre la cama una y otra vez.

La pequeña dejó atrás sus saltos al percatarse de que su padre había despertado y procedió a arrodillarse para poner su rostro frente al de él consiguiendo que el asiático le ofreciera una sonrisa perezosa antes de abrazarla y tirar de ella para acomodarla sobre su pecho.

—Papi, anoche vi a Sophie. ¿Dónde se fue?

Las caricias de Emmet cesaron y en ese instante supo que de alguna forma debía explicarle a Rebecca lo que estaba sucediendo entre él y Sophie. La niña aún era muy pequeña y todavía no podía comprender lo que estaba sucediendo por lo que era muy fácil que se terminara confundiendo y él quería todo menos eso.

Bajó la mirada encontrándose con los ojos verdes de su hija y la estrechó contra su cuerpo pensando en cómo explicaría todo. Imaginó las palabras que le diría, y supo que Becca tendría muchas preguntas, dudas que él solo no podría responder, por lo que terminó decidiendo que necesitaría la ayuda de Sophie.

—Se tuvo que ir a su casa —los ojos de la niña se entristecieron al escuchar aquello.

Emmet le acarició la frente con cariño y dejó que cerrara los ojos con la cabeza sobre su pecho mientras tomaba su celular para enviarle un mensaje a Sophie. Quería llamarla, pero apenas eran las siete de la mañana y no quería despertarla en caso de que aún estuviera durmiendo.

Pasaron diez minutos en los que esperó con el celular sobre la almohada junto a su cabeza cuando le llegó un mensaje de la rusa. Se percató de que Becca se había vuelto a quedar dormida, así que la dejó sobre las almohadas, asegurándose de que estuviera cómoda y salió a la sala para llamar a la mujer.

—Buenos días, muñeca.

—Hola —saludó ella y Emmet la notó extraña.

—¿Todo bien? —Quiso saber.

—Sí —soltó una pequeña risa que lo llenó de alivio—. No pasó nada, es sólo mientras me acostumbro a tus motes de cariño. No es que yo sea la persona más afectuosa y... Mis otras parejas jamás lo eran tampoco, pero me encanta. Es diferente.

Una sonrisa se tomó el rostro del hombre que se moría de ganas por tenerla al frente para poderla abrazar y besar jurándole que nunca la faltaría un gesto cariñoso siempre que estuviera a su lado. Estuvo por decirle lo mucho que la extrañó, pero sólo había sido una noche y no quería abrumarla, así que se limitó a contarle acerca de sus planes.

—Quiero contarle a Rebecca de nosotros. Vamos a empezar a pasar mucho tiempo juntos, ella nos verá actuando como una pareja y no quiero que se confunda ni que se sienta excluida. Tú sabes que ella siempre ha sido mi centro de atención así que será extraño para ella ver que ahora también la acapararás.

Before You Go © |+18| [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora