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Editado 04/01/22

—Ya quisiera yo tener esas tetas —se quejó Jessie cuando Sophie salió del probador portando un sostén de encaje que le sentaba de maravilla.

A Sophie se le sonrojaron las mejillas y se tapó el pecho cuando Jessie hizo el amago de tocarle los pechos.

—¡Te lo tienes que llevar!

—Sí, lo haré, pero no necesitas toquetearme para que lo haga —reclamó Sophie esquivando la mano de su amiga.

—Es que se ven preciosas —se excusó Jessie abriendo y cerrando los dedos en un gesto sugestivo.

La rubia le rodó los ojos y se volvió a encerrar en el vestidor donde se apresuró en cambiarse para comprar la prenda que se acababa de medir.

—Me acabo de acordar, ¿has vuelto a verte con el asiático buenorro? —Cuestionó Jessie caminando hacia la caja junto a Sophie para pagar.

A Sophie se le calentaron las mejillas al recordar cómo se había comportado con él y el estómago le dio un vuelco pensando en la mañana que había tenido junto a Emmet y Becca. La niña se le había pegado como un chicle y se había mostrado más cariñosa que nunca haciendo que a Sophie se le ablandara el corazón y ni hablar de Emmet que la había dejado más cachonda que nunca con tan solo un par de roces y miradas sugerentes.

—Te pusiste roja —canturreó Jessie en tono de burla.

Sophie rio nerviosa y supo que debía desahogar sus pensamientos con alguien.

—He conocido a un chico —comenzó, contándole del día en que conoció a Liam en aquel café—. Me parece que Liam es lo que necesitaría si llegase a tener una relación, es optimista y siempre me hace reír, pero Emmet no me deja en paz, cuando creo que me he librado de él, me lo encuentro y no sé qué tiene, pero me pone a mil con tan solo una maldita mirada —concluyó Sophie sintiendo como si se hubiese librado de un peso al expresar sus sentimientos reprimidos.

—Pues te veo mal amiga —murmuró Jessie recopilando todo lo que Sophie la acababa de contar.

—Yo sé, estoy vuelta un lío, aunque tengo claro que por ahora no quiero ninguna relación. No hasta que me mude —aclaró.

—Ni me lo recuerdes —dijo Jessie aún dolida por la próxima partida de su amiga.

—A lo mejor lo que te falta es un polvo con el buenorro de Emmet y así te lo sacas de la cabeza —aconsejó Jessie y Sophie casi se estrella con la persona de enfrente en la fila.

—Shh, ¿cómo crees que me voy a tirar al papá de un estudiante? —Susurró abriendo los ojos de sobremanera.

Jessie soltó a reír ante la reacción de su amiga.

—Bueno, bueno, olvida lo que te dije entonces.

Sophie agradeció que Jessie no insistió y prosiguió a pagar cuando fue su turno.