Capítulo 18

67 8 36
                                    


~Nicholas~

Hoy es la cuarta noche de películas. No puedo creer que además de comida, me trajeron una pantalla holográfica.

Temo que el sillón se derrumbe ante nuestro peso. Afortunadamente, no me ha tocado sentarme sobre los apoyabrazos, pero Alex y Steph no tuvieron la misma suerte.

Continúa siendo extraño notar la felicidad en los rostros de mis compañeros. En especial Stephanie: aunque los primeros días su humor ante nuestro entretenimiento no era el mejor, ahora disfruta más de la noche de pelis que cualquiera de nosotros. Nos rompieron, mezclaron nuestros fragmentos aquí dentro, y nos estamos reconstruyendo juntos.

—Pásame el anillo —dice Alex.

Aunque nos hayamos llevado mal al principio, creo que está empezando a agradarme.

—Agárralo tú —mascullo moviendo mi mano en un gesto de pereza.

Alex me fulmina con la mirada y se levanta. Una vez con el objeto en mano, enciende el holograma y comienza a buscar películas.

—Ve a controlar la comida —ordena Phil mientras le arrebata el dispositivo a Alex.

—Yo cociné, así que elijo la película —reprocha mientras señala a Phil.

El olor a comida inunda mis fosas nasales, y mi estómago da un vuelco. Generalmente debo cocinarme a mi mismo, y no soy un gran cocinero, por decirlo de alguna manera. Aunque sí tengo una especialidad; la única comida de la que me he estado alimentando durante el último mes: los sandwiches.

—Iré a ayudarlo —suelta Steph.

Al cabo de unos minutos, ambos vuelven con tres platos de pollo con ensalada y uno repleto de verduras y salsa. No entiendo como Philip puede ser vegetariano.

—Hay algo especial para tí —me dice Alex.

Al cabo de unos segundos interminables, Stephanie regresa con un plato de comida, cubierto por una tela blanca, en sus manos.

Arrojo el paño a un lado y este golpea el rostro de Sarah. Dentro del plato, una porción de pollo y una gran pata de jamón me aguardan. Sin desperdiciar tiempo, comienzo a comer.

—¿Qué les parece ver algo de terror? —sugiere Sarah y sus ojos brillan con diversión—. Solíamos verlas todas la noches en los veranos con Lizzie.

—Bueno, pero una basada en hechos reales. Nada de muñecos endemoniados, eso no cuenta como terror. No entiendo la gente que le teme a un pequeño títere corriendo en sus pantallas —digo.

—¿Podemos decidirnos ya sobre qué película ver? —nos apura Steph.

—Sí, mi comida se enfría —replico.

—Deberíamos haber elegido antes de empezar a cocinar. Alex, ¿por qué cocinaste tan temprano? —La voz de Sarah guarda un tono humorístico.

—¿Quién dijo que yo quería cocinar? Que sea un cocinero magistral, no significa que sea mi deseo hacer la comida.

—No sé quién te ha dicho que eres magistral cocinando —replica Philip—. Para mí es normal —Se encoge de hombros, escondiendo una sonrisa.

—Porque tú comes esa asquerosidad vegetariana.

—Discúlpame por defender al medioambiente.

—Volviendo a lo anterior, nadie dijo que querías cocinar, Alex. Pero Stephanie cocinó hace unos días y era tu turno —digo.

—¿Y por qué no cocinaste tú? —se queja.

—Lo siento, pero no sé si me hubiese gustado comer sólo jamón —interviene Sarah.

Una Prisión Infinita (Eslabones de Sangre #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora