Capítulo 39

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~Stephanie~


Sarah me ha abandonado. Siempre me dejan. Siempre me hieren. No valgo la pena. El único que se ha quedado a mi lado es Philip, y me rehúso a creer que él está involucrado en esto. No luego de lo que me reveló.

—¿Crees que volverán?

—No lo sé. Que hagan lo que quieran —respondo encogiéndome de hombros, como si no me doliera, aunque la realidad es la contraria.

—Tenemos que movernos —susurra Phil—. Ya no quedan provisiones.

Tiene razón. Claro que tiene razón. Ha pasado un día desde que se fueron. Un día en el que tan sólo me puse de pie para ir a orinar al costado de una planta, con la sensación de que me estaban obervando.

—No sé si puedo caminar —respondo al cabo de un rato. No me quiero ir. Un atisbo de esperanza me dice que volverán.

—Tal vez... —Nunca termina la oración, y su mirada se fija en el suelo.

—¿Qué? —respondo al cabo de un rato.

—Nada —susurra, y una sombra oscurece su mirada.

—¿Estás escondiendo algo? —Me arrepiento en el mismo instante en que las palabras salen de mi boca.

—No —suelta—. Sarah es una idiota.

—Lo sé Phil. No te mereces esto.

No puedo dejar de pensar en lo que ha sucedido. Estoy segura de que Phil no es el culpable de todo esto. Pero sino, ¿quién? Alguien tiene la culpa de que nuestro escape haya fracasado, y si en algún momento descubro quién es, me aseguraré de que pague.

—Sí me lo merezco. Ya lo sabes —interrumpe mis pensamientos.

Trago saliva. Su hermana. «Remi». Mi corazón sigue pensando que está vivo. No me creo que mi hermano ya no esté en mi casa. Peleando con Benoit. Molestando a Aurore. Riendo. Robándome las cosas. Saltando en mi cama. No me creo que Remi esté en el mismo lugar que Tony. No me creo que dos de mis hermanos hayan muerto.

—Phil, no pienses en eso —digo, aunque las palabras van dirigidas hacia mi misma.

—Siempre pienso en mi hermana. Cada segundo que utilizo mi poder, es una eternidad de tortura. Ya no puedo más, Stephanie.

Yo tampoco.

—Tienes que seguir —digo—. Cuando utilices el hielo, no imagines a Emma. Yo lo he descubierto; no se necesitan los recuerdos. Podemos potenciar nuestros poderes, dejando fluir las emociones.

—No es tan fácil. Soltar los sentimientos reprimidos, significa aceptar que ella ya no está.

—Entonces utilízalo como incentivo. Cada vez que crees hielo, será para combatir a la gente que causó esto. Para vengar su muerte.

—Yo soy el causante.

—No. Tú fuiste su herramienta. Pero ellos fueron los que apretaron el gatillo.

—Gracias. Por quedarte. Por confiar. Por no juzgar.

Muerdo mis uñas.

—Tengo una idea —suelta de repente—. En el edificio... construí un prisma de hielo, que nos transportó. Tal vez puedo hacerte algo similar. Una especie de sostén...

Tomo su mano y lo miro a los ojos. Sus iris me cautivan como las profundidades del océano, y sus pupilas se dilatan.

—Tenemos que irnos —me susurra.

Una Prisión Infinita (Eslabones de Sangre #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora