Capítulo 46

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~Sarah~

¿Por qué todos se ponen de su lado? ¿Acaso no lo entienden? Neumann está en sus recuerdos. Asesinó a su hermana; la congeló hasta matarla. La niña le gritaba que se detenga, mientras los sollozos escapaban de su garganta, pero él no lo hizo. Es un monstruo. Encima Stephanie lo defiende, no puede estar tan ciega. Philip está trabajando para ellos, nos está traicionando. Estoy segura.

Suelto un grito de furia mientras golpeo el piso con el pie. Ni siquiera Alexander está de mi lado. Me trata como si estuviera loca. ¿Por qué la muerte de Nick no les importa? Hay un traidor. Uno de ellos se esforzó para que asesinaran a Nicholas. De tan sólo pensarlo, desearía tener los poderes de Stephanie y reducir la isla a cenizas.

Mis pies atraviesan los pastizales, y no puedo detenerlos. Estoy cansada; lo único que me impulsa para seguir adelante es pensar que volveré a ver a mi padre, a mi madre, a Lizzie.

La «S» metálica golpea mi pecho, marcando el ritmo de mis pasos. Nicholas tirado en medio del bosque. La luz del Sol me ciega. Nicholas sangrando sin parar. Las ramas crujen bajo mis pies. Nicholas convulsionando. Mis uñas se clavan en las palmas de mis manos. Nicholas muerto. Mi garganta se obstruye y no puedo respirar. Mis piernas comienzan a temblar y me apoyo contra un árbol para estabilizarme.

El mundo desaparece. Mi cuerpo desciende en caída libre, hasta que mi abdomen se estampa contra un suelo invisible, a través del cual tan sólo puedo ver una inmensa oscuridad que atrapa mi vista. «¿Pero qué...?». Apoyo las palmas de mis manos contra lo que parece ser un cristal infinito, e intento enderezarme, pero me patino. La superficie que me sostiene se asemeja al hielo, y es tan resbaladiza que me será imposible ponerme de pie. «¿Es esto parte de mi poder?» Las palpitaciones de mi corazón se aceleran, y el pánico cunde dentro mío.

Un irreconocible sonido se oye en la lejanía, pero no soy capaz de identificar su origen. Una vez más, intentando controlar los espasmos de mi cuerpo, trato de ponerme de pie, pero lo único que logro es caer de bruces contra el cristal. El exasperante ruido se intensifica, y se siente como si proviniera de todos los rincones del infinito sitio al mismo tiempo. Como si me estuviera acechando.

De pronto, una superficie rígida envuelve mi torso como una enorme serpiente, y su aspereza rasga mis prendas de ropa; la rama de un árbol. Rozo el grueso trozo de madera con el dorso de la mano, en un intento de alivianar la presión que amenaza con quebrar mis costillas. El tallo deposita mi cuerpo sobre el cristal nuevamente, apoyando las suelas de mis pies contra el suelo, y me suelta.

La madera atraviesa el aire, deslizándose como si estuviera en una especie de danza, hasta que retorna a su sitio de origen; un inmenso árbol compuesto por decenas y decenas de idénticas ramas. Reconozco la planta al instante, su majestuosidad no deja lugar a dudas; es la misma en la que me apoyé hace unos segundos en la jungla. En el interior de un hueco en la corteza del tronco, similar al nido de un ave, descansa una esfera lumínica, que resplandece con furor. Su fulgor amarillento me permite identificar el resto de la escena que se desarrolla frente a mis ojos. Cenizas se mecen por los aires, y comienzan a tomar velocidad, hasta que conforman un torbellino de polvo que envuelve mi cuerpo; es como si estuviera en el centro de un tornado. De pronto, las partículas se detienen en el aire, y se dirigen hacia un costado del árbol, formando una especie de abertura en forma de arco.

Me aproximo hacia la planta con paso tembloroso. Las suelas de mis mugrientos zapatos dejan manchas grises en la superficie cristalina, y a medida que avanzo, la intensidad de la luz se vigoriza. Suelto el aire que estaba conteniendo, y un cálido vaho emerge de lo más profundo de mi garganta, pero se pierde en la gelidez del sitio. Estiro un brazo y apoyo la palma de mi mano en la corteza del tronco, impulsándome hacia adelante, mientras paso un pie por el arco. Volteo el cuello, observándo por última vez lo que hay detrás mío, pero solo me encuentro con una oscuridad tan desoladora como escalofriante, y sin titubear, atravieso la entrada. Un mundo se construye a mi alrededor, como las piezas de un rompecabezas.

Una Prisión Infinita (Eslabones de Sangre #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora