Capítulo 5

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~Alexander~


No recuerdo absolutamente nada; ni siquiera mi nombre.

Las lagañas pegan mis pestañas y me cuesta separar los párpados. Una luz blanquecina me enceguece, y casi puedo sentir como mis pupilas se contraen. Mi espalda desnuda, se apoya sobre una superficie metálica, y los escalofríos recorren mi piel.

Me retuerzo, restregando mis ojos, hasta que mi vista logra adaptarse a la iluminación. Distingo un rostro; una médica de cabello dorado sostiene una jeringa en sus manos. Sus ojos marrones me observan con firmeza, y frunce el ceño.

Unas voces irreconocibles se oyen detrás de ella, y sólo logro captar una palabra. «Alexander» Ese es el preciso momento en el que recuerdo mi nombre.

Muevo la cabeza. Hileras de camillas pueblan una habitación, cuyas paredes se encuentran pintadas de un color blanco pulcro. Alrededor de las plataformas metálicas, decenas de médicos deambulan. «¿Qué carajo es este lugar?» Un holograma responde mi pregunta: Sala Médica.

Mi audición se agudiza, y puedo oír más allá de los insoportables voces de los médicos; alaridos retumban en la sala. Escudriño el sitio con la mirada, buscando el origen del sonido, hasta que mis ojos se fijan en una chica pelirroja; la primera persona joven atractiva en la vasta habitación.

—¡Apártate! —Su voz chillona y desafiante me intriga. Intento levantar el torso, pero la doctora me detiene, e introduce la aguja en mi brazo. No le presto atención alguna; quiero saber quién es esa mujer.

La joven continúa insultando, y empuja a un soldado, quién la fuerza a avanzar, hasta que se retiran de la habitación.

La aguja se desliza fuera de mi cuerpo, y mis ojos comienzan a cerrarse. Antes de sumirme en la inconsciencia, los recuerdos comienzan a fluir en mi mente. Entre ellos, mi padre.

Nota de los autores: ¡Último protagonista! ¿Qué les pareció? Mañana vamos con el capítulo 6, que ya es bastante más largo... 🥰

Una Prisión Infinita (Eslabones de Sangre #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora