CAPITULO 4.

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Había pasado una semana desde aquel encuentro con la pelirroja, su humor había mejorado considerablemente, estaba más relajado y eso lo reflejaba en el trabajo donde su amigo Antonio lo había notado desde el primer día.

-¿Qué tanto me miras? – pregunto Gian al darse cuenta que Antonio lo observaba

-Tranquilo, es solo que te he visto estos días más... relajado – dijo su amigo

-Mmmmm

-Es bueno, es decir, has estado más concentrado

Gian dejo lo que estaba haciendo y se levanto de su asiento, camino hasta el minibar y se sirvió un trago y lo tomo de una. Antonio observo cada movimiento, sabía que algo había sucedido.

-Tuve sexo con una desconocida - soltó sin más

-¡No jodas! – exclamo Antonio, sabía que Gian no era de meterse con desconocidas, además de defender su noviazgo contra todo - ¿Cómo? Es decir, tienes novia, y la vez que te lo insinué me dijiste que nunca serias capaz de serle infiel – Gian hizo una mueca

-Ya sé lo que te dije, es solo que... - suspiro en realidad no había querido pensar en ello, no quería llegar a la conclusión de que no amaba a su novia.

-Mira... creo entender que estas en un conflicto, tal vez te sientes mal por acostarte con otra...

-No, no me siento mal por ello – interrumpio Gian – lo disfrute ¿sabes? sabía que lo que estaba haciendo, aun así lo disfrute – Antonio lo escuchaba atento – Luciano siempre me decía que el sexo era liberador, que debía practicarlo más, claro siempre con protección, pero que era lo mejor del mundo, que me haría concentrarme más, etc... siempre pensé que era estupido, aun no creo, pero...

-te sientes mejor...a mi me gusta mucho el sexo, mi novia y yo somos muy activos, y si creo que tu hermano tiene razón, te hace la vida mejor, ya sabes lo que dicen acerca de los beneficios al cuerpo, aquí la cuestión contigo en particular es ¿cómo te sientes respecto a tu relación?

-Ese es el punto, creo que por eso no había querido pensar en ello, debería sentirme mal por haberle sido infiel, pero la verdad es que... no es así, es decir, no se como explicar lo que siento.

-Creo entenderte, si hay cierta culpa, pero no precisamente por haberte acostado con otra, sino mas bien por que te estas dando cuenta que tu amor por Marie no es tan fuerte como creías, tal vez por que estas dándote cuenta que en realidad no estas enamorado de ella.

Giancarlo miro a Antonio, tenía razón en lo que decía, lo que lo hacía sentir mal era el hecho de darse cuenta que su lazo con su novia no era tan fuerte, tal vez la distancia estaba acabando su relación o simplemente nunca había sido una relación fuerte.

Siguieron hablando un poco hasta que fueron interrumpidos por una llamada precisamente de Marie, como siempre le reclamo tenerla abandonada, pues según ella le había prometido ir a visitarla, pero no lo había hecho, Gian le contó sobre los proyectos en los que trabajaba y que eso le estaba quitando un poco mas tiempo, sin embargo, ella dijo que en una relación la pareja siempre debía estar por encima del trabajo o la relación no funcionaría, le dijo que ella se estaba esforzando mucho para ser la mejor y que él se sintiera orgulloso de ella, que pronto terminaría sus estudios y podría mudarse a Italia para trabajar en su empresa, como él se lo había pedido.

Gian suspiro al darse cuenta que cada vez que hablaban, no había te amos o te quiero, más bien eran reclamos y planes de trabajar en la empresa con él. Su relación había cambiado y no se había dado cuenta de ello.

-Que carita – dijo Arianna cuando lo vio llegar a casa

-Hola princesa, ¿cómo estas? – saludo Gian dándole un beso en la frente

La Trampa del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora