La Trampa del Amor

CAPITULO 34.

"-Quise darte una sorpresa, pero creo que el sorprendido he sido yo

-Luciano – dijo Gian casi sin voz"

Por unos instantes ninguno de los tres menciono ni ninguna sola palabra, Alessia sentía que el alma se le salía del cuerpo, mientras Gian parecía una estatua, no movía ningún musculo hasta parecía que había dejado de respirar, Luciano por su parte no podía creer lo que sus ojos habían presenciado y ahora se enfrentaba al hecho de no saber que hacer, ver a su hermano con otro hombre lo había descolocado completamente.

-¿Amor estas aquí? – la dulce voz de Emily se escuchó detrás de la puerta, la cual fue abierta de inmediato - ¡Oh! Gian, hola – dijo ella al ver primeramente a su cuñado.

Gian no respondió, seguía con la mirada sobre Luciano, Emily frunció el ceño por la escena extraña que se encontró, Luciano miraba a Gian y este protegía detrás de él a un chico que escondía su rostro en la espalda de su cuñado.

-Ok, esto es extraño y me gustaría saber que esta pasando – dijo ella al ver que nadie respondía

-Pasa que mi querido hermanito, me acaba de dar una sorpresa y tiene algunas cosas que explicar – dijo buscando con la mirada al muchacho detrás de Gian

-Luciano... por favor dame... dame unos minutos... yo... hablare contigo... solo... solo dame unos minutos... por favor – hablaba nervioso

-Luciano, vamos – hablo Emily al darse cuenta de la tensión y todo era por el chico que no mostraba su rostro.

Luciano dudo unos segundos, pero la mirada de su mujer le hizo comenzar a caminar hacia la salida del despacho, ella lo tomo de la mano para evitar que regresara.

-Tranquilo Gian, sea lo que sea que este pasando saldrá bien... ahora amor, ayúdame que tus hijos piden a gritos s su padre – lo empujo hacia afuera y cerró la puerta.

Solo hasta que escuchar el clic de la cerradura, Alessia y Gian pudieron respirar, Gian se alejó de ella y camino de un lado a otro pasándose las manos por el cabello, Alessia lo miro temerosa, ella sabía cuan importante era su hermano para él, defraudarlo era algo que nunca se permitiría, pensó que después de esto Gian se alejaría de ella, sintió una opresión en el pecho de solo pensar que el amor de su vida se alejaría de ella.

-Gian – lo llamo sin moverse de su lugar

-Necesito pensar Alessia – dijo él sin mirarla

-Yo lo lamento, no quería ponerte en esta situación... perdón – dijo ella con unas tremendas ganas de llorar

-¿Qué? – al escuchar sus palabras y tono de voz, por fin se centro en ella – No, no, no, amor – la tomo del rostro con ambas manos – mírame amor, por favor

Alessia levanto la vista, sus ojos estaban humedecidos y su gesto era de miedo y angustia, Gian la abrazo fuertemente queriéndole trasmitir un poco de tranquilidad que él en realidad no sentía.

-Escucha – hizo que lo mirara a los ojos – lo que te dije antes es verdad, te amo, te amo con todo mi ser, no voy a dejarte, estaré a tu lado siempre, vamos a luchar juntos... te amo Alessia

No espero a que ella dijera nada y solo la beso queriendo que sintiera todo lo que había en su corazón y que le pertenecía, ella correspondió al beso y se aferro a su cuerpo, su ancla y su destino. Después de unos cuantos besos más, la llevo al sofá y se sentó con ella tomándola de las manos.

-¿Qué vamos a decirle a tu hermano?

-Yo hablare con él, esta bien, le diré que... que eres mi pareja