La Trampa del Amor

CAPITULO 25.

-Tranquila, no estás sola… de ahora en adelante yo estaré contigo… mi amor. 

Alessia le miro completamente sorprendida de lo que escuchaba, Gian le había dicho mí amor ¿Acaso de verdad se había enamorado de ella?, Durante unos segundos ambos se perdieron en la mirada del otro, mientras Gian seguía abrazándola, ella noto en sus ojos algo distinto, no la veía igual que antes, pero no era acaoaz de imaginar que podría ser.

-No me digas así - dijo ella casi en un susurro

-¿Así como?

-No digas que soy tu amor… tu… tú no me conoces… yo…

-Shh - le puso un dedo en los labios para que no dijera más - es verdad me falta por conocerte, sobre todo por qué en este tiempo es con Adriano con quién conviví, pero ahora se que eres tú, y si, bueno conozco un poco de tu vida.

-Pero no como Alessia, yo… tuve que fingir, necesitaba esconderme y ser alguien más. - dijo ella tratando de sonar más serena

-Lo sé, Franco me ha puesto al tanto - ella le miro - por casualidad descubrí que en realidad eres mujer, así que lo obligue a decirme la verdad… admito que me enoje mucho y pensé lo peor - bajo la mirada - en mi defensa debo decir que en el pasado quisieron hacerle daño a mi hermano y por un momento creí que eso querías también, pero cuando el mostró quien eres en realidad, lo entendí todo… además que me sentí aliviado - sonrió - tenía la esperanza de no ser gay, no tengo nada en contra de ellos, es solo que todo era demasiado confuso, descubrir que en realidad era una mujer de ojos hipnóticos la que me volvía loco es la sensación las tranquilizante que he sentido.

El cerebro de Alessia trataba de procesar todo lo que está sucediendo, no entendía muchas cosas, tenía dudas, sobre todo porque el actuaba como "hombre enamorado" y eso no podía ser, no cuando ella lo había engañado, para protegerse si, pero había sido un engaño al final. Se quedó callada procesando todo, aunque las lágrimas había cesado, la realidad era que su rostro expresaba su conmoción. Gian se dio cuenta de su debate mental y entendió que buscaba procesar todo lo que estaba viviendo, eran demasiadas emociones en poco tiempo y lo que menos deseaba él, era que ella terminara asustandose y se alejará, ahora que lo sabía todo, menos que nunca dejaría que se fuera, le había tomado solo unos segundos darse cuenta que comenzaba a sentir más que un gusto por eso muchacha, comenzaba a enamorarse.

Gian seguía abrazándola, mientras ambos oermanecian en silencio, hasta que unos toques en la puerta interrumpieron sus pensamientos.

-Gian ¿Por qué tu puerta tiene seguro? - hablo desde afuera Arianna

-¡Demonios! - exclamó él

Ambos se miraron y la expresión de Alessia cambio al darse cuenta de que la descubriría, Gian entendió y solo le sonrió

-Escondete debajo del escritorio, le diré a mi hermana que te di el día libre 

- le acaricio el rostro y le hizo señas para que obedeciera, a Alessia no le quedó de otra más que acatar lo que Gisn pedía, pues Arianna seguía insistente

-Puedes dejar de golpear la puerta - dijo Gian abriéndola

-Pues deja de ponerle seguro, ¿Que hacías con Adriano encerrado? - pregunto al momento de entrar, pero no encontró a nadie más - ¿Dónde está?

-Aqui no, le di a Adriano el resto del día libre

-¿Con que derecho haces algo así? Él es mi chófer, está a.mis servicios y en estos ocupo que haga algunas cosas por mi - dijo enojada y cruzándose de brazos

-Hermanito… Adriano tenía el trabajo de chofer, no mandadero, creo que es momento de que comiences a hacer tus cosas por ti misma, Luciano ya hablo contigo y creo que es hora de que tomes en serio tu carrera, tu negocio - Dijo Gian caminando hacia su escritorio y sentándose en su silla, bajo la mirada y vio a Alessia escondida con ojos muy abiertos, le causó ternura verla.