CAPITULO FINAL

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El tiempo comenzó a pasar casi volando, los preparativos para la llegada del bebé estaban casi listos, el médico le había dicho a Alessia que si todo seguía como hasta ese momento, ella podría traer al mundo al bebe en un parto natural, aunque eso a Gian no lo convencía porque había estado leyendo sobre las contracciones y que algunos partos sobre todo en madres primerizas podría ser muy largo, ya no deseaba que su mujer sufriera, pero Alessia estaba muy segura de querer hacerlo.

-¡Amor! – grito Alessia desde el baño

-¡¿Qué pasa?! ¿Ya viene el bebé? – pregunto un agitado Gian que llegaba corriendo

-¿Qué? No, solo que se me cayó la toalla y no puedo recogerla – dijo con un puchero

-¡Dios! Moriré antes de conocer a mi hijo – dijo un dramático Gian con la mano en el pecho y recargado en la puerta.

-Eres un exagerado, la mujer hormonada soy y yo, además me falta aún tiempo, el medico dijo que faltan dos semanas, por eso me pidió comenzar a caminar más

-Aquí está la toalla, anda vamos para que descanses, hoy caminaste mucho

Gian le ayudo a acomodarse en la cama y se acurruco a su lado hasta que se quedó dormida, él salió de la habitación y camino hacia el despacho, su hermano se encontraba trabajando ahí.

-Pensé que ya te habías ido a tu casa – Gian entro sin tocar

-Ya casi, necesitaba terminar unas cosas y en casa no puedo hacerlo, Emily se molesta cuando trabajo de más – dijo con una mueca

Luciano y su familia se habían mudado hacía una semana a su nueva casa, estaba dentro de la propiedad De Luca, pero era una hermosa casa, o más bien mansión aparte.

-El gran Luciano De Luca, el tiburón más temido en el ramo de la construcción, playboy y demás, ahora completamente domando – dijo Gian dejándose caer en el sofá

-Felizmente domado hermano, inmensamente feliz – dijo con una sonrisa – me voy o mi mujer es capaz de dejarme afuera

-Anda ve a reportarte con tu superior

-Idiota, estas igual o peor

Luciano se fue dejando a Gian mirando a la nada, era muy feliz, por fin después de tanto tiempo se sentía pleno.

-Hola

-Hola princesa – Gian saludo a su hermana con una sonrisa que borró al darse cuenta de que había llorado - ¿Ari?

-No digas nada, no preguntes nada... solo abrázame... por favor

Así lo hizo, conocía a su hermana y algo importante le sucedía, pero también sabía que no debía presionarla. Después de un rato y que ella se calmara, él hablo.

-Te amo hermana, sé que algo te sucede, tienes tiempo así, pero también sé que cuando te sientas lista hablaras, sabes que no te juzgare, que te escuchare siempre, solo no lo olvides.

-Te amo Gian... gracias, te prometo que estaré bien

Arianna salió del despacho, Gian sentía que debía estar más pendiente de ella, pues no era normal verla así, temprano hablaría con Franco para que estuviera más al pendiente.

Subió a la habitación y se acostó al lado de su mujer, no tardo en quedarse profundamente dormido, fue en la madrugada cuando sintió un golpe en su abdomen seguido de un grito.

- ¡Ya es hora! – Alessia estaba parada a un lado de la cama con sus piernas empapadas

- ¿Qué pasa? – Gian desconcertado se sobaba el estomago

La Trampa del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora