El hombre bebía de su trago, sintió como el wisky le quemaba la garganta la pasar, en su otra mano tenía un puro cubano, sus favoritos. Miraba fijamente a la mujer desnuda que bailaba frente a los hombres que abarrotaban el club, su club de sexo y perdición, él se encontraba en lo alto del lugar, en una zona exclusiva para él y sus invitados, donde hacían orgías y tratos, esos negocios que siempre le dejaban jugosas sumas de dinero, sin embargo, últimamente las cosas no le habían estado saliendo bien y estaba comenzando a perder la paciencia. Sus trabajadores sabían que debían hacer algo, pues si su jefe perdía los estribos, sus cabezas rodarían.
-Señor – llamo con cautela uno de sus trabajadores más cercanos
-¿Qué quieres? – contesto tosco y sin dirigirle la mirada
-Llego mercancía, directo desde Bielorrusia, aún no la he visto, pero "cobra" dice que es muy buena – dijo el hombre
-Vamos, esta vez me encargare yo mismo de ver lo que mandaron – dijo poniéndose de pie y saliendo con su hombre de confianza rumbo a una de las bodegas que tenía afueras de la ciudad.
Minutos después llegaba a la bodega, donde aquel tipo gordo y asqueroso apodado "cobra" lo esperaba, cuando vio llegar al gran Fabian Salvatore, dueño del bajo mundo de la zona, se puso de pie y le sonrió.
-Mi gran amigo Fabian, que sorpresa que hayas venido – dijo la cobra
-Déjate de mamadas, quiero ver la mercancía, esta vez no me veras la cara, si no es buena, olvídate del pago – Dijo Fabian pasando de largo
-Amigo la última vez hubo un error de logística, yo que sabía que se desperdiciaría la mitad de la mercancía en el camino, pero descuida mis hombres fueron muy cuidadosos esta vez, aunque debo ser honesto contigo – agrego la cobra, haciendo que Fabian volteara a verlo – es una cantidad pequeña, la maldita policía esta detrás de mí y por ahora no puedo regresar a mis dominios.
-¡Eres un maldito estafador! Hicimos un trato y si no lo cumples esta vez no seré condescendiente – dijo Fabian molesto y apuntándole con un arma
-Baja el arma Salvatore, estas en desventaja – dijo señalando a sus hombres que le apuntaban – además la maldita culpa es tuya, la policía me busca por que dejaste escapar a aquella puta y abrió la boca, así que no te conviene armar un escándalo
-Ya me hice cargo de la maldita, ahora déjate de pendejadas y muéstrame lo que tienes para mí, espero me tengas mi encargo especial.
-Lo tengo, pero me costó mucho trabajo, así que el costo aumento.
Entraron a la bodega y comenzaron a recorrerla, ahí estaba la preciada mercancía, mujeres, jóvenes de entre lo 15 años hasta una mujer de 50, esta última pedido especial de un cliente con fetiches por mujeres mayores, pedófilos que pagarían muy bien por las de 15 años y un cliente especial que pidió una mujer virgen de entre los 20 a 25 años. Todas se encontraban drogadas, por lo que no eran conscientes de los hombres que las miraban.
-Ella es tu pedido especial, es virgen – dijo la cobra señalando a la chica semiconsciente
-¿Cómo sabes que es virgen? – pregunto Fabian
-Lo es – afirmo con seguridad la cobra mostrándole una sonrisa arrogante – la saque de un convento, es virgen, era más seguro hacerlo así.
Fabian miro a la chica, aun tenía alrededor de su cuello un rosario, sonrió imaginando a su cliente muy complacido, no solo le entregaría una virgen, sino a una chica a la cual corromper.
-Solo son doce mujeres, menos de la mitad de mi pedido
-Ya te dije lo que sucede, así que lo tomas o lo dejas
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La Trampa del Amor
Chick-Lit-¿Qué carajos paso? - se encontró con su ropa regada, algunas botellas de alcohol y un preservativo tirado a un lado de cama. Comenzó a buscar en sus recuerdos y lo último que se le venía a la mente era beber como desquiciado cuando vio a aquel homb...