Adriano insistió en que había sido un asalto y que estaba bien, Gian poco convencido decidió no hacer ningún comentario, la culpa lo embargaba, odiaba no recordar nada. Adriano llamó a Leonardo y le indicó que tendrían que salir, así en pocos minutos ya estaban de camino al lugar indicado por Gian. El proyecto Ares, era una remodelación completa a uno de los hoteles más rentables de Italia, se encontraba a las afueras de la ciudad y lo maravilloso de ello era que la propiedad era enorme que contaba con sus propias hectáreas de bosque y lago artificial, las actividades que se podían hacer en ese lugar eran diversas, llamado así la atención de miles de turistas al año. Los dueños habían escogido a la constructora de Giancarlo por los excelentes trabajos que Luciano había hecho tiempo atrás para ellos, ahora Gian dirigía el proyecto y aunque al inició hubo contratiempos, estos se habían solucionado, ahora no entendía que era lo que sucedía con la obra.
Tardaron casi una hora en llegar al lugar, donde los dueños ya lo esperaban y no se encontraban nada felices, eran poco mas de las nueve de la mañana cuando arribaron al lugar. Leonardo informo a Franco el cambio de planes y se aseguro estar todo el tiempo al lado de su jefe, mientras Adriano esperaba en el coche listo para cualquier emergencia.
Después de una reunión acalorada con los dueños del lugar, Gian se encamino a verificar la obra, efectivamente tenía muchos, aseguro que él personalmente se encargaría de estar al pendiente de los avances y les garantizo terminar el proyecto en el tiempo pactado.
Alessia moría de hambre, su estómago comenzaba a hacer sonido exigiendo alimento, busco en la guantera, Franco le había dicho que ahí guardaban algunas reservas para situaciones como esa, encontró algunas barras energéticas y no dudo en devorarlas.
-Es tarde – dijo Gian viendo la hora en el reloj, se encontraba solo con Leonardo en una zona acordonada por la construcción
-Si es casi medio día – dijo su custodio
-Vamos a comer algo en el restaurante del lugar, dile a Adriano que venga – dijo Gian y Leonardo inmediatamente acato la indicación.
Leonardo se quedo solo con Adriano, pues Gian había tenido que cambiarse de mesa para comer algo con los dueños. Leonardo se había dado cuenta del aspecto del chico, pero no había hecho ningún comentario.
-Eres muy respetuoso, pero se que te intriga saber que me paso – dijo Adriano, ambos habían convivido mucho cuando Gian se había ido a Nueva York.
-Solo me parece extraño, pero igual puedo vivir con la duda – dijo Leonardo pendiente de su jefe
-Fue un asalto – dijo tranquilamente, esa era la versión acordada con Franco – me resistí y pues no soy bueno aún con la defensa personal
-Tienes que entrenar más entonces, eres un chico demasiado delicado, no digo que sea malo, eres libre de ser como quieras, es solo que hay muchas personas que buscaran aprovecharse – dijo con la misma seriedad
-Si lo sé, es solo que es difícil dejar de ser así
Leonardo asintió creyendo que Adriano se refería al hecho de ser homosexual, pues ya todos en la mansión creían que al chico le gustaban los hombres.
Gian a lo lejos miraba como Leonardo y Adriano conversaban muy a gusto, eso no le agrado, no le gustaba que Adriano tuviera tanta confianza con otros hombres, lo había observado ser más platicador, sonreía con sus compañeros, tenía más confianza, y con él siempre estaba tensó, nervioso, evasivo.
-De Luca ¿pasa algo? Te noto un poco distraído – dijo uno de los dueños del hotel
-Estoy bien, solo pensaba en lo que revisare en cuanto termine de comer
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La Trampa del Amor
ChickLit-¿Qué carajos paso? - se encontró con su ropa regada, algunas botellas de alcohol y un preservativo tirado a un lado de cama. Comenzó a buscar en sus recuerdos y lo último que se le venía a la mente era beber como desquiciado cuando vio a aquel homb...