CAPITULO 5.

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Alessia busco rápido una mesa alejada de la entrada, ambas se sentaron y pronto una camarera se acercó a tomar el pedido. Después de ordenaron algo de tomar, Alessia observo hacia la calle, el hombre que seguía a Arianna aún buscan entre la gente, volteo a ver a su compañera cuando está soltó una risa.

-Es un idiota, de seguro va a llamar a los otros gorilas para buscarme... me tienen harta - dijo con fastidio

-Perdon que me meta, pero ¿Ese hombre te quería hacer daño? - pregunto fingiendo la voz como su tío Giorgio le había enseñado

-Es mi guardaespaldas, pero es un insufrible, no me deja sola, me sigue a todos lados y lo peor es que no quiere ayudarme a cargar mis cosas.

-Vaya, bueno yo nunca he tenido guardaespaldas, pero creo que acabas de describir precisamente su trabajo

-Adrianito, mira... yo soy una chica joven y bella, me gusta divertirme, salir con chicos, bailar, en fin, pero ese tipo me pone muchas trabas... que si es seguro el lugar al que voy, que si mis amigos son buenas personas, que no salga tan tarde...

-Insisto, creo que es parte de su trabajo, en realidad no veo el problema, al contrario, míralo - señaló con la vista al pobre Franco - se nota que está por darle un infarto.

Alessia sintió pena por el guardaespaldas, se notaba verdaderamente preocupado, mientras que Arianna se burlaba. Después de unos minutos, pensó que era hora de irse, la chica no estaba en problemas, solo era una niña mimada.

-Bueno Arianna, fue un gusto conocerte, creo que no estás en peligro así que yo me despido.

Alessia se puso de pie y Arianna observo de pies a cabeza al hombre, no era muy alto, ni musculoso, más bien estaba de su estatura, sus rasgos era delicados, se veía atractivo con esa ligera barba. No era su tipo pero podría servir para darle a Franco una lección.

-Adrianito, antes de que te vayas quiero proponerte algo - dijo Ari con una sonrisa

-No entiendo que podrías querer proponerme, no me conoces

-Es verdad, pero el hecho de que hayas querido ayudarme cuando te lo pedí y además no quisieras aprovecharte, me da buena espina, veo que traes una maleta - dijo Ari viendo la pequeña maleta que cargaba

-Es verdad, no soy de aquí, pero pienso buscar un trabajo y...

-Perfecto... ¿Sabes conducir? - Alessia miro a la chica como si estuviera loca

-Es, si se conducir - respondió dudosa

-Excelente, dime ¿Te gustaría trabajar como mi chófer? - le pidió sonriendo

Alessia no podía creer lo que estaba pasando, hacia menos de una hora que conocía a la mujer y ya le estaba dando trabajo y techo para dormir. No quería ser grosera, ella tenía un propósito, pero si iba a necesitar un trabajo, lo pensó por unos minutos para luego comenzar a hacerle preguntas a Arianna sobre lo que tendría que hacer, no le pareció tan malo, solo era llevarla y traerla a dónde quisiera.

-Acepto por qué en verdad necesito el trabajo y que me des techo ayuda mucho también

Arianna soltó un grito de alegría, pagaron la cuenta y salieron del restaurante. Alessia cojeaba poco, aún le dolía el tobillo. Ari le pidió omitir el incidente donde ella se había lastimado y Alessia acepto.

Cuando llegaron a dónde se encontraba Franco con otros hombres, Ari soltó una carcajada al ver a todos preocupados y a punto del colapso, a Alessia le pareció cómico verlos discutir, se notaba una tensión entre ellos, sin duda el guardaespaldas y la princesa se atraían.

La Trampa del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora