La Trampa del Amor

CAPITULO 9.

Gian se encontraba en su oficina cuando su mejor amigo y mano derecha entro. Gian lo miro y frunció el ceño temiendo malas noticias de nuevo.

-Dime por favor que tu aspecto es por que tuviste una noche de sexo y por qué haya más problemas – dijo Gian

-Relájate jefe, todo esta siendo solucionado, actuamos rápido, es solo que anoche mi novia tuvo un accidente y estuvimos hasta muy tarde en el hospital.

-¡Y que haces idiota? Ve con ella – lo regaño Gian

-Ella esta bien, solo queríamos estar seguros de que al bebé no le hubiera pasado nada, pero fue más el susto.

-¿Bebe? ¿Vas a ser papá? – pregunto con sorpresa su amigo no le había dicho nada.

-Si seré papá – dijo con una sonrisa que le ilumino el rostro – de hecho, lo confirmamos ayer mismo, el accidente que tuvo fue por que tuvo un mareo y eso provoco que perdiera el control, al parecer se le bajo la presión, pero afortunadamente ella esta bien al igual que el bebé.

-Vaya amigo felicidades – se aceró y le dio un abrazo – pero insisto que deberías estar con ella, como dijiste aquí todo esta en orden, anda ve con tu mujer y tu bebé.

-Gracias amigo, te tomare la palabra, la verdad aun no termino de procesar la noticia, aunque estoy muy feliz

-Me da gusto, anda ve con ella.

Antonio salió de la oficina y Gian se quedó pensativo, Antonio era un año mayor que él, ahora sería padre, se vio feliz con la noticia de su amigo, él y su novia tenían una relación de 7 años. En algún punto, llegó a imaginar formar una familia con Marie, recordó cuando él estaba en Londres y pasaban tiempo juntos.

"-¿Qué tanto piensas bebé? – pregunto Marie recostada sobre su pecho desnudo

-En que me siento muy a gusto contigo, estar así – dijo al tiempo que la abrazaba más a su cuerpo, ambos estaban desnudos en la cama.

-A mi me encanta estar así, me encanta tocarte – dijo ella, al tiempo que movió su mano hasta su falo.

-Mmmm... eres traviesa... me encanta – dijo al tiempo que se subía sobre ella y la embestía fuertemente

-Aahh... si... muévete... - pedía Marie mientras enredaba sus piernas en la cintura de Gian

Él comenzó un vaivén cadencioso, traslado sus labios a su boca, la cual devoró con hambre, mientras sus manos repasaban el cuerpo de la mujer. Los gemidos de ella aumentaron poniéndolo más duro, ella pedía más y él se lo daba, siempre susurrándole lo hermosa que era y lo fascinado que lo tenía, alabando su cuerpo de diosa y muchas más cualidades que él veía en ella. Marie no era capaz de emitir palabras tiernas, solo pedía más.

-Bebé ya casi estoy – dijo ella aferrándose más a los hombros Gian.

-Te amo Marie – dijo Gian, ella no contesto, solo se corrió junto con él.

Ambos cayeron en la cama exhaustos, por supuesto Marie no contesto el Te amo de Gian, tenían poco mas de cuatro meses juntos, era absurdo para ella hacer una declaración así. Gian sintió un poco de tristeza al no ser correspondido aquella vez, pero supuso que debía trabajar más para ganar su corazón, no era una chica fácil, así que conquistarla día a día era algo que iba a disfrutar, así no le molesto no escuchar la misma declaración de los labios de la mujer.

El tiempo paso y hubo aniversarios y una infinidad de te quieros, pero un te amo nunca llegó, sin embargo, ella siempre se porto atenta y detallista con él, aunque siempre ponía de pretexto su falta de dinero para regalarle cosas más caras, a Gian eso jamás le importó y valoraba cada detalle por pequeño que fuera.