CAPITULO 49.

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Habían pasado tres semanas desde que Alessia regreso al lado de Gian, todos estaban muy contentos, la casa De Luca estaba llena de vida, pues los pequeños de Luciano eran incansables. Gian trataba de pasar el mayor tiempo posible con Alessia, aunque con el trabajo a veces se le dificultaba, pero ella lo entendía y alentaba a no dejar solo a su hermano, la que se había mostrado más distante era Arianna, aunque si convivía con ellos, era más el tiempo que pasaba fuera de casa, sus hermanos no entendían que le pasaba, solo esperaban que no fuera nada malo.

Días atrás la policía había confirmado la muerte de Fabian Salvatore y todo indicaba que había sido algún ajuste de cuentas, la sorpresa mayor fue enterarse que quien se había quedado con toda su fortuna era su hija, por supuesto esta información fue extraoficial, ya que la había conseguido Franco a través de sus contactos. No era que les interesara que seria del legado Salvatore, solo deseaban asegurarse de que Ángelo no correría más peligro al ser su hijo.

-¿Estás seguro de lo dices? – pregunto Ángelo

-Completamente, ya en el bajo mundo una chica se presenta como la sucesora de Fabian, diciendo ser su única hija – contesto Franco.

Ese día se encontraban reunidos en el despacho, Luciano, Gian, Donato, Alessia, Ángelo y Franco quien les daba la información.

-No entiendo, ¿por qué si tenia otra hija se obsesiono conmigo? – pregunto Ángelo

-Para eso no tengo respuesta, pero al parecer ya nadie te relaciona con los Salvatore – contesto Franco

-Eso es muy bueno hermano, por fin dejaras de esconderte como yo y podrás vivir tranquilo

-Si, por fin la pesadilla termino – dijo con una sonrisa de alivio

-De cualquier forma, seguiremos atentos al menos los próximos meses – dijo Donato

Estaban afinando detalles de la seguridad para toda la familia, cuando entro Arianna, saludo seria a todos y se sentó a un lado a Alessia. Sus hermanos continuaron escuchando la explicación de Donato y las intervenciones de Franco.

-Me parece muy bien – dijo Luciano – ahora que me estableceré en Italia quiero la mayor seguridad para mi mujer y mis hijos, no importa si debemos contratar a más personal

-Creo que con los custodios que hay es suficiente, están muy bien entrenados, yo mismo he supervisado todo – contesto Franco mirando de reojo a Arianna

-Bien, entonces solo falta designar quienes serán los custodios de cada uno – dijo Gian – por supuesto incluiremos a Ángelo y su novia

-Oh no claro que no, es decir, no creo que sea necesario, ya no soy de relevancia, en todo caso en los próximos meses continuare trabajando en Resort y no es necesario tener custodios

-Para nosotros no es problema – intervino Luciano

-Lo sé, pero insisto en que no es necesario, les agradezco

-Bien, entonces Franco te encargaras supervisar a los custodios, pero tu estarás con Arianna – dijo Luciano

-¡¿Qué?! ¡No! Por supuesto que no, me opongo – se levantó Arianna

-Hermanita, escucha por favor...

-No Gian, no quiero a Franco como mi guardaespaldas, no lo soporto – soltó sin más y todos se le quedaron viendo a ella y después a Franco

-¿Me estoy perdiendo de algo? – pregunto Luciano cambiando el tono de voz

-No lo soporto, no me deja respirar y siempre esta diciendo a donde no puedo ir y a quien no debo ver, es... odioso – dijo tratando de tranquilizarse

La Trampa del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora