—¡No es justo!¡Yo quiero ir! —exclamó Bobi desde el recibidor. Estaba persiguiendo a su hermano mayor por las escaleras.
—Ya te he dicho que no puedes —contestó Dabi conforme se introducía en el salón; allí nos encontrábamos todos. Ya era de noche, así que había llegado la hora de que Darian y él salieran a investigar sobre los hombres del padre de Norman.
—Pero... —intentó replicarle.
—¡Que no! —se volteó hacia él y se quedó mirándole fijamente durante unos segundos en los que el resto nos quedamos en silencio.
—Tonto... —escuché murmurar a Gabi sin despegar su vista de la revista que leía. Este estaba sentado de manera informal en el sillón que yo ya había apodado mentalmente como suyo.
—Está bien, como tú digas, Dabi —dijo de repente el pequeño, haciendo que yo me extrañase por su repentino cambio de actitud. Aunque, por la leve risa que soltó Darian, parecía que él lo veía algo normal.
—Así me gusta —el mayor le dio una toque en la frente con su índice, a lo que Bobi asintió con una sonrisa.
—Bueno, es hora de irnos —anunció Darian a la vez que se levantaba del otro sillón.
—¿Estáis seguros de lo que vais a hacer? —preguntó Norman algo preocupado.
—Tu novio no es el único que se encarga de los malos —contestó Dabi, haciendo un gesto de "comillas" con sus dedos al pronunciar la última palabra. Nada más dejó de hablar, me miró y me dedicó una sonrisa burlona, a lo que yo rodé los ojos.
—No es mi novio... —susurró Norman cabizbajo, provocando que yo le mirase con el ceño fruncido.
—En realidad, se supone que el malo soy yo —comenté como mecanismo para no quedarme anclado en lo que acababa de decir Norman.
—Entonces tendré que matarte a ti —Dabi alzó una de sus cejas mientras se cruzaba de brazos, a lo que yo me levanté del sofá para acercarme a él, y Bobi rio.
—Comprobemos quién mata a quién cuando tenga el hombro curado del todo —dije una vez me quedé a pocos centímetros de su cuerpo. Él soltó una carcajada.
—Estaré esperándote impaciente —respondió con la misma chulería que yo, clavando sus ojos en los míos. Bueno, al menos el que no tapaba su flequillo.
—Bueno, ¿habéis terminado ya de amenazaros mutuamente? —intervino Darian poniendo una mano en nuestros pechos para que nos separásemos, aunque apenas hizo fuerza por el dolor de mi hombro.
—Vámonos —dio un par de pasos hacia atrás y se volteó hacia la puerta, no sin antes girar la cara hacia sus hermanos, quienes le miraron expectante, como si supieran lo que este quería decirles con la mirada.
—Damien, Norman, cualquier cosa que necesités, no dudéis en molestar a Gabi —dijo el peliblanco con cierto tono de burla.
—¡Eh! —protestó el mediano, al fin dejando a un lado la revista para matarle con la mirada.
—No te preocupes, yo seré mucho mejor anfitrión que Gabi —Bobi se acercó a Norman y apoyó sus manos en las rodillas de este—. ¿Te gustan los Chocoberrys? —le miró con una sonrisa divertida.
—Claro —Norman se la devolvió.
—¡Darian, vamos! —exclamó Dabi ya desde el recibidor, a lo que el peliblanco rodó los ojos frente a mí.
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PSYCHO
Horror{boyslove} Esta es la historia de un chico con un trastorno mental, debido al espeluznante pasado que le tocó vivir. Un trastorno que hace que tenga una mente extraordinaria a la par que terrorífica. Una mente que ve el asesinato como algo sano. Ase...